
¿Petro defendió al Tren de Aragua o el gobierno de Trump mintió en su visita a Colombia?
AMÉRICA LATINA



Una nueva polémica tuvo lugar este sábado con la guerra de declaraciones que se han dado entre la secretaria de Seguridad de Estados Unidos, Kristi Noem, y el Gobierno de Colombia, liderado por Gustavo Petro. El nuevo impasse que se suma a esta —de por sí— compleja relación entre ambas Administraciones inició con una entrevista en Newsmax donde la funcionaria al servicio del presidente norteamericano, Donald Trump, indicó que el exguerrillero del M-19 defendió a la banda criminal transnacional del Tren de Aragua y dijo que algunos narcotraficantes eran sus “amigos”, durante la reunión que tuvieron en Bogotá la semana pasada.


“Habló de cómo algunos miembros del cartel eran sus amigos. Y entonces le dije claramente que escuchara, que nunca legalizaremos las drogas en nuestro país y que los miembros del cartel, si son sus amigos, los mataremos”, explicó la funcionaria que tachó como “polémica” su visita a la nación suramericana el 27 de marzo, puesto que la reunión con Petro aparte de durar una hora y media, a pesar de que estaba programada para media hora, inició con el mandatario colombiano “criticando” al Gobierno de Donald Trump y recalcó, según Noem, que los miembros del Tren de Aragua en realidad son “personas que solo necesitan más amor y comprensión”.
Las afirmaciones sobre el TdA, así como estas descripciones que daba Petro sobre esta organización transnacional que ha logrado enquistarse en el continente americano, provocaron una reacción tanto irónica como contundente por parte de Noem. Al respecto, ella le respondió lo siguiente: “Si realmente pensara que los miembros del Tren de Aragua necesitan más amor y comprensión, le enviaría (a usted) todos lo que pudiera para que pudiera amarlos más y ver qué podía hacer para rehabilitar a estas malvadas criaturas”, según detalló a Newsmax.
Colombia contraataca y se escuda en “afirmaciones incorrectas”
La respuesta diplomática por parte del Gobierno colombiano no se hizo esperar. Poco después, Cancillería emitió un comunicado en el que rechazó las palabras de Noem y las calificó como “afirmaciones incorrectas”.
En el documento también se afirma que Petro, “desde el inicio de su mandato y a lo largo de toda su trayectoria pública” ha afirmado, “tanto en escenarios públicos como privados, su firme e inquebrantable compromiso con la lucha contra estas amenazas” de narcotráfico y crimen organizado.
“Colombia ha actuado con determinación frente al crimen organizado transnacional. En particular, las acciones dirigidas a desarticular el Tren de Aragua en el territorio nacional han resultado en la captura de 103 integrantes desde 2022, incluidos cuatro cabecillas en 2024”, agregó la Cancillería.
El Gobierno de Petro considera además que EE.UU. “puede y debe ser un aliado clave en el propósito común de superar décadas de violencia y construir la paz en todo el territorio colombiano”, algo que solo sucederá “si se fundamenta en un compromiso mutuo, sincero y basado en la verdad”.
“Colombia reafirma su compromiso con el trabajo conjunto para enfrentar los desafíos que aquejan al hemisferio, tales como la lucha frontal contra el narcotráfico —incluidos los carteles—, la gestión migratoria segura y ordenada, y el combate a las organizaciones criminales transnacionales”, resaltó la Cancillería.
Más tarde, Petro dio su propia versión de los hechos. Según recoge Infobae, el jefe de Estado colombiano aseguró que las declaraciones de Noem carecen de veracidad e insinuó que podrían obedecer a un negocio que está haciendo el Gobierno colombiano con el Gobierno sueco, para la adquisición de aviones que reemplacen la flota Kfir.
“Yo no sé si mi decisión de comprar los aviones de guerra a Suecia tenga algo que ver con estas últimas palabras que no son ciertas, de la señora secretaria de Seguridad, Kristi Noem (…). No es cualquier persona, es la ministra de Seguridad de Estados Unidos y le habla al oído a Trump”, indicó el jefe de Estado en el encuentro ‘Acordando y Haciendo: Avances del Proceso de Paz Territorial de Nariño’, llevado a cabo en Pasto (Nariño).
Sin embargo, todo su discurso se cae a pedazos, cuando segundos después termina reconociendo entre líneas que le comentó a la funcionaria uno de los argumentos más disparatados en su haber. Al respecto, Petro opina que los miembros del Tren de Aragua “son unos jóvenes excluidos por la migración forzada”, quienes en su opinión, al cerrarle el petróleo a Venezuela (dejando implícito nuevamente el tema de las sanciones al país), terminaron en Bogotá o en La Guajira y “no encontraban novias y los miraban feo en los barrios populares”. Por lo tanto, respondieron con violencia, pero a esa violencia él no le llamará terrorismo, “porque no es cierto”.
Petro vs. Trump: un choque sin fin
Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, las tensiones entre estas dos naciones no han cesado, principalmente por fricciones de corte ideológico, puesto que Colombia —lejos de los micrófonos y declaraciones políticas— es uno de los aliados estratégicos más importantes de la nación norteamericana en Suramérica, con la cual además mantiene un Tratado de Libre Comercio (TLC) desde 2012.
Sin embargo, sus encuentros se han puesto cada vez más espinosos debido a los enfoques de ambos políticos sobre un mismo problema: el narcotráfico. En primer lugar, la falla continua en cuanto al alcance de los objetivos que pide la nueva política antidrogas presentada por el mandatario estadounidense tensa el camino. Sumado a ello está la crisis diplomática innecesaria que provocó Petro con Estados Unidos, al negar la autorización que había otorgado previamente a los vuelos con colombianos deportados, solo para terminar cediendo y mandando sus propios aviones a buscar a sus connacionales, una vez que el Departamento de Estado anunciara que impondría aranceles de 25 % que se elevarán en una semana a 50 % y revocara las visas a los funcionarios de gobierno colombiano.
Con respecto a la lucha contra las drogas, los resultados que muestra la gestión de Petro son poco menos que prometedores. Según reportes de Infobae, en los últimos años las hectáreas de cultivos de coca han aumentado un 10 %, mientras que la producción potencial de cocaína registró un incremento del 53 % en 2023. Dichas cifras crispan al Gobierno estadounidense y son una especie de obstáculo en el cumplimiento del documento titulado “Statement of Drug Policy Priorities”, publicado por la Oficina para el Control de Drogas de la Casa Blanca, que establece una estrategia para combatir la producción de sustancias ilícitas como heroína, fentanilo y cocaína, drogas que representan un grave problema de consumo en Estados Unidos.
De acuerdo con el documento, el Gobierno de Trump ejercerá presión económica sobre los países que no colaboren de manera efectiva en la lucha contra el narcotráfico. “Donde un país fuente no actúe, la Administración ejercerá sus poderes económicos para exigir cambios”, señala el texto.
De allí, la visita a territorio colombiano de Noem y la reunión donde fueron tratados “temas clave en la relación bilateral, incluyendo seguridad, narcotráfico, migración y la repatriación de colombianos”. El Gobierno colombiano destacó entonces que durante esta visita, primera de un funcionario estadounidense de alto rango de la nueva Administración de Trump, se firmó una carta de intenciones con el interés de avanzar en un mecanismo biométrico para fortalecer la información migratoria.
Petro no parece estar cumpliendo en tiempo y forma con una política antidrogas que traiga mayor seguridad a Colombia, la crisis que se registró en el Catatumbo, así como su pobre manejo de esta problemática, es una muestra viva de ello. Con este patrón de comportamiento llevado más por discursos trasnochados que por acciones, no se descarta un nuevo inconveniente entre ambas Administraciones. Lamentable.
Fuente: PanamPost
