
El caso YPF: cómo las relaciones entre Argentina y EEUU comienzan a dar frutos
AMÉRICA LATINA



Hace no muchos años, los aliados de Argentina eran la Venezuela de Chávez y Maduro, Irán y los regímenes más autoritarios e impresentables del planeta. Quienes peinan algunas canas tendrán fresco el recuerdo de Cristina Fernández de Kirchner con su secretario de Comercio, Guillermo Moreno, yendo a vender personalmente productos a Angola, evento mostrado como uno de los logros comerciales destacados de aquel proceso político olvidable.


Afortunadamente, el presidente actual, ya desde el inicio de su campaña, dejó en claro que el alineamiento político y económico internacional sería muy distinta. En el marco del juicio por la expropiación ilegal (también del kirchnerismo) en Nueva York, el gobierno argentino cuenta con un importantísimo respaldo: el de los Estados Unidos.
Cabe recordar que la jueza Loretta Preska condenó recientemente a la Argentina a pagar 16.000 millones de dólares por la expropiación de YPF en 2012. Según la magistrada, Buford Capital, bufete que adquirió los derechos del litigio, debía acceder al 51 % de las acciones de la empresa.
El gobierno argentino apeló, hubo un primer acuerdo para suspender la ejecución del fallo temporalmente y en el marco de la negociación se confirmó el respaldo oficial norteamericano. Todo un alivio para Argentina, que todavía se encuentra en pleno proceso de estabilización de la economía. YPF pasó de ser deficitaria a superavitaria (como muchas de las empresas del Estado) y el gobierno tiene la idea de que, una vez que cuente con los votos, vayan pasando al sector privado. Sin embargo, el fallo intempestivo de Preska genera sin dudas un dolor de cabeza en un momento inoportuno.
Según se confirmó esta mañana, el Departamento de Justicia estadounidense se presentará como amicus curiae del Estado argentino. El término jurídico, proveniente del latín, significaría algo como “amigo de la corte” o “amigo del tribunal” y se refiere a la presentación voluntaria de terceras partes en el litigio, para la colaboración en materia de resolución del conflicto o el proceso.
David E. Farber, asistente del fiscal de Estados Unidos en el Distrito Sur de Nueva York, confirmó la inminente presentación de un documento con los argumentos del respaldo. Según señalaron diversos especialistas, la intervención del gobierno estadounidense podría facilitar la suspensión de la ejecución que le obligaba al Estado argentino a entregar el 51 % de las acciones a Buford Capital.
Aunque es claro que el kirchnerismo procedió ilegalmente en el proceso de expropiación, contrariando los mismos estatutos de la empresa, es necesario poder llegar a un acuerdo con los dueños del derecho del litigio para minimizar los daños de la maniobra populista. En este sentido, el respaldo que está ofreciendo la administración Trump es más que una buena noticia para las autoridades argentinas.
Fuente: PanamPost
