



Al borde de una salida escandalosa está el director del Servicio de Impuestos Internos (SII) en Chile, Javier Etcheberry, tras revelarse que tiene las contribuciones patrimoniales impagas desde hace nueve años y no ha hecho la declaración municipal que corresponde a una casa con piscina en la Laguna de Acuelo, ubicada en Paine que le pertenece. Esta propiedad cuenta con dos edificaciones adicionales en el mismo terreno del inmueble principal.


La dimisión parece la única salida del más alto funcionario del ente recaudador, por mantener inscrita la vivienda con solo 213 metros cuadrados y un avalúo fiscal de157000 dólares, cuando, en realidad, abarca 527 metros cuadrados de superficie construida, cuyo valor asciende a 338.000 dólares. Con esa diferencia en la declaración, Etcheberry logró que sus contribuciones rondaran los 225 dólares en lugar de los 635 dólares que correspondía.
Ninguna de sus explicaciones ha mermado la críticas a su proceder. Al contrario, acrecienta las peticiones de renuncia en su contra por atribuir el retraso en los pagos de las contribuciones a la pérdida en el sistema de 60000 declaraciones —incluidas las suyas— de la instancia que lidera. Además, asegurar que quienes lo increpan por el estatus fiscal de su propiedad provienen del “20 % más rico” lo terminó de hundir, según indica La Tercera.
Servicio en crisis
La filtración sobre el impago de contribuciones por parte del director del SII de Chile refleja pugnas más profundas puertas adentro de la institución, por ejemplo, una red de prestamistas, formada por empleados del servicio que manejaban beneficios superiores a los 180.000 dólares, fue denunciada ante el Ministerio Público por Etcheberry. Este hallazgo fiscal levanta sospechas sobre si la exposición de la morosidad del funcionario es un pase de factura, por haber destapado esta trama.
La investigación ya comenzó. Sin embargo, el debate se centra en el impuesto patrimonial que recauda la Tesorería General cuatro veces al año, proveniente de propiedades agrícolas y no agrícolas, por la falta de transparencia del proceso que determina las tasaciones fiscales de los inmuebles para establecer el cobro.
La discusión se posicionó y no va detenerse cuando las contribuciones deben cancelarse incluso en períodos de crisis económicas personales o nacionales. Ello obliga a constantes ventas forzadas y remates de viviendas por deudas de contribuciones.
El sueño de la casa propia termina en pesadilla en Chile. Los primeros en enfrentarla son los adultos mayores con una vivienda familiar adquirida hace décadas, cuyo avalúo sube considerablemente, mientras sus ingresos disminuyen.
Campaña con el servicio de impuestos
Con la presión en alza, Etcheberry dispuso revisar los avalúos de predios afectados por la sequía y el conflicto mapuche en la Araucanía. Para Santiago Centro ordenó reducir la cuota hasta un 50 %. La medida aplaca a unos detractores, pero impulsa a otros, por evidenciar la mayor debilidad estructural del sistema: un cambio administrativo puede reducir a la mitad el impuesto, sin necesidad de pasar por el Congreso. Esa discrecionalidad tampoco es buena señal. ¿Salva su pellejo?
Mientras, la eliminación del pago de contribuciones total o parcial en Chile es tema para los candidatos presidenciales que se medirán en la contiende del próximo 16 de noviembre. Todos miran los 800 millones de dólares anuales que genera el impuesto, de los cuales la mitad se deposita a las municipalidades y en promedio, representa un 15 % de sus ingresos propios.
La candidata del oficialismo, Jeannette Jara, pide la renuncia de Etcheberry. Promueve que “no puede haber disminución de contribuciones sin una compensación”. Mientras tanto, El republicano José Antonio Kast y el libertario Johannes Kaiser abogan con la eliminación del impuesto para la primera vivienda y la ficha de Chile Vamos, Evelyn Matthei, plantea “congelar y rebajar”.
Fuente: PanamPost
