
Con Cristina presa, el kirchnerismo entró en la degradante etapa final de la violencia política
MUNDO - ARGENTINA



¿Por qué salen los kirchneristas a “patear el tablero”? Definitivamente, por el comportamiento de los seguidores de Cristina Fernández de Kirchner, este espacio no considera continuar pacíficamente en la vida política nacional, por lo que decidieron ir por la vía del amedrentamiento, las amenazas y la presión.


Tampoco está claro el destinatario real de los mensajes. ¿Será el peronismo? ¿La Corte Suprema? ¿Los medios de comunicación? Los kirchneristas decidieron salir a la calle y empezar con los desmanes que no hacen otra cosa que enojar a la gente. Esto demuestra que el proyecto político de representar a las mayorías quedó completamente abandonado. Las actitudes de los fanáticos K lo único que cosechan es indignación.
Es que sus acciones, ya no solamente no resultan seductoras para el electorado, sino que se volvieron contraproducentes para la propia imagen del kirchnerismo. Apenas se confirmó la condena contra la expresidente, sus seguidores no tuvieron mejor idea que ir a destruir el canal TN, que justamente no estaba pasando el mejor momento en materia de vínculos con el presidente Javier Milei.
Pero parece que no les alcanzó el desastre que fue cuestionado por el periodismo y la opinión pública. Esos últimos días tuvieron la iluminada idea de ir a pintar y a escrachar las fachadas de los canales de streaming. Incluso los que cuentan con comunicadores afines. No se salvaron ni los “antikirchneristas” como Neura, ni los neutrales medianamente afines con el público “progre” como Olga. Llamar a esto “un disparo en el pie” es hacerle precio.
Esta tarde, un grupo de partidarios de la condenada por corrupción decidió llevar la conflictividad más lejos de los ámbitos políticos, donde tampoco estarían justificadas las acciones. Con total impunidad, ingresaron a unos restaurantes tradicionales como Happening y Gardiner, donde gritaron insólitas consignas cristinistas, mientras la gente comía en paz y tranquilidad.
Estas acciones injustificables, que ya molestan a los comensales de un restaurante y al personal, que luego tiene que limpiar todo lo que dejan tirado los militantes, muestran que el “plan de lucha” ya pasa por otro lado. Vienen prometiendo que si “tocaban a Cristina” (que en realidad está presa por corrupta) se iba a armar “quilombo”. ¿A qué se refieren con quilombo? Lo sabremos muy pronto. Lo que sí está claro es que esta estrategia no tiene muchas posibilidades de llegar a buen puerto para los seguidores que imaginan una “liberación” de la expresidente. Más de un violento dice que es momento de “tomar las armas”. ¿Qué armas pueden tomar? ¿Intentarán una estupidez semejante? Veremos…
Fuente: PanamPost









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