Imágenes que nos retrotrajo a la Shoah

ISRAELAgencia Internacional de Noticias (AIN)Agencia Internacional de Noticias (AIN)
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El antes y el después de los últimos rehenes liberados, imágenes que nos recuerdan el Holocausto Nazi

Las familias de los 76 secuestrados aún en poder de Hamás en Gaza mantienen el corazón en un puño tras el anunció de la organización palestina de suspender la próxima liberación de rehenes en virtud del alto el fuego pactado con Israel en enero con la mediación de EE.UU., Qatar y Egipto. El ultimátum dado por Donald Trump y avalado por el Gobierno de Benjamin Netanyahu es claro: deben ser todos liberados antes del mediodía de este sábado 15 de febrero.

En las últimas semanas fueron puestos en libertad en tandas varios grupos de secuestrados israelíes y de otras nacionalidades que permanecían retenidos contra su voluntad por Hamás desde el 7 de octubre de 2023. Ese día fuero secuestradas 250 personas. Cada liberación fue seguida con entusiasmo y júbilo en Israel y las imágenes de los reencuentros familiares dieron la vuelta al mundo.

Pero la última puesta en escena del grupo islamista en Gaza en la que Eli Sharabi, Or Levy y Ohad Ben Ami fueron entregados visiblemente demacrados y famélicos, retrotrajo a las peores imágenes grabadas en la retina del pueblo judío. El propio Trump dijo que esos rehenes parecían «supervivientes del Holocausto».

 
El responsable del Equipo de Salud del Foro de Familiares de los Secuestrados y Desaparecidos, exjefe del Departamento de Trauma del Ejército israelí, Amir Blumenfeld, ha venido acompañando a los rehenes retornados mediante acuerdos o en operaciones de rescate.

«Necesitarán años de rehabilitación», afirma este médico israelí al subrayar las condiciones extremas que han soportado en cautiverio y los paralelismos con la recuperación de los sobrevivientes del Holocausto.

«Hemos publicado una especie de pronóstico de lo que les sucede a las personas que permanecen mucho tiempo en confinamiento en túneles. Y descubrimos que todos los sistemas del cuerpo pueden verse afectados y dañados, además del trauma que estos rehenes sufren durante el cautiverio», expresó Blumenfeld. El abuso que ha visto en los rehenes en diverso grado es «físico, psicológico, mental y sexual».

El estado de salud de los rehenes
En una conferencia online con periodistas, Blumenfeld revela que las consecuencias del duro cautiverio en Gaza ya pudo constatarlas en los secuestrados que fueron liberados hace 13 meses en el primer alto el fuego entre las partes: «No recibieron suficiente comida y estaban todos desnutridos. Incluso si no se nota por el peso. Carecían de proteínas, minerales, vitaminas y todo lo esencial para estar bien».

Además, la ausencia de actividad física ha generado problemas de movilidad. «Muchos tienen dificultades para caminar y mantenerse en pie», agrega Blumenfeld. Algunos han sufrido lesiones físicas graves, incluidas amputaciones y tendrán que ser sometidos a intervenciones quirúrgicas. Otros han manifestado dolencias sobrevenidas. El especialista destaca que, aunque la rehabilitación física es posible, la recuperación psicológica es mucho más incierta.

Un trauma psicológico de largo plazo
El impacto mental del cautiverio se manifiesta en patrones reconocidos por los expertos.

«Al principio, hay euforia: el reencuentro con la familia, la atención mediática... Pero tras unos días, llega la caída emocional», describe Blumenfeld. Esta fase puede prolongarse durante meses o años, y en algunos casos, la afectación será permanente.

«No hay exámenes de sangre ni radiografías para medir el daño mental», aclara el médico responsable del acompañamiento. La evaluación y tratamiento dependen de terapeutas especializados y puede extenderse toda la vida. La clave, apunta, es dejar a los recién liberados asumir responsabilidad sobre su situación, qué quieren contar, qué quieren vestir o por dónde desean empezar.

Lecciones del Holocausto: una rehabilitación controlada
El doctor Blumenfeld compara la situación de los rehenes con la de los sobrevivientes del Holocausto. «Cuando los prisioneros fueron liberados de los campos nazis, los soldados estadounidenses les ofrecieron comida de inmediato. Muchos murieron sin que se entendiera por qué», relata. Hoy se sabe que una realimentación descontrolada puede ser letal para organismos debilitados por la inanición.

Los médicos israelíes han aplicado estas lecciones en el tratamiento de los rehenes. «Deben recibir porciones muy pequeñas y monitoreo constante para evitar el síndrome de realimentación», explica. El objetivo es restaurar su estado nutricional de forma segura, mientras se atienden otras complicaciones físicas y emocionales.

El impacto en las familias y en la sociedad israelí
El sufrimiento no sólo afecta a los rehenes, sino también a sus familias. «Han pasado meses de angustia extrema. Algunos han perdido a seres queridos y reciben la noticia tras la liberación», explica Blumenfeld. Las secuelas psicológicas podrían transmitirse a la siguiente generación.

«Las familias están pasando por una montaña rusa emocional durante los días de cautiverio de los rehenes. Algunas ya han experimentado morbilidad y mortalidad debido a la espera y la situación horrible», refiere.

Interpelado sobre los conocidos efectos traumáticos, acompañados del tabú de los hijos de supervivientes del Holocausto, Blumenfeld avanza que es probable que haya consecuencias en la segunda generación, pero los psicólogos y trabajadores sociales son conscientes de ello y tratarán de evitarlo. Sin embargo, advierte, «no es completamente evitable».

A nivel social, el impacto es profundo. «Israel entero ha experimentado un trauma colectivo», dice el médico.

«Creemos que hay varios círculos del trauma dentro de la población de Israel. Los rehenes mismos, sus familias, las comunidades que los conocían y, en general, toda la sociedad israelí están traumatizados. Todos, de alguna manera, han experimentado trauma. Algunos recibirán atención personal, otras terapias grupales para intentar recuperar una vida adecuada», señala.

La urgencia de la liberación y la rehabilitación
Blumenfeld insiste en que cada día en cautiverio agrava la situación: «Todos los rehenes deben ser liberados cuanto antes. Necesitamos iniciar su rehabilitación de inmediato».

Un llamamiento que desde hace 494 días vienen pidiendo las familias de los secuestrados: «La comunidad internacional debe actuar. No podemos permitir que esto continúe. Cada minuto cuenta».

Con información de El Debate

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