China pretende ganar nueva carrera espacial salvando al planeta del asteroide 2024 YR4

Las posibilidades de que el asteroide 2024 YR4 choque contra la Tierra van en aumento. De 2,2 % de probabilidades calculadas días atrás por la Agencia Espacial Europea (ESA), el número subió a 2,4 %, de acuerdo con la NASA. La variación parece mínima, pero en términos espaciales es un indicador preocupante, incluso para la ONU.

El escenario obliga a la agencias espaciales de todo el mundo a buscar soluciones en caso de que el asteroide impacte contra la Tierra el 22 de diciembre del año 2032, según las hipótesis manejadas. En cuanto al tamaño, cuando fue descubierto por el programa ATLAS en Chile (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides), el 27 de diciembre pasado, sus dimensiones oscilan entre 40 y 90 metros de diámetro. Es justo en esta alarma donde China estaría viendo la oportunidad de ganar la carrera espacial frente a Estados Unidos.

El comunismo chino puso manos a la obra convocando —luego del descubrimiento del asteroide— un equipo de “defensa planetaria” para “estudiar el monitoreo de asteroides y crear métodos de alerta temprana”. El aviso de reclutamiento fue publicado por la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional de China, según el portal South China Morning Post. Sin embargo, el gigante asiático se estaba preparando para un escenario como este desde hace tiempo.

Ensayo planificado en China
La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) identificó como “pasillo de riesgo” el océano Pacífico oriental, el norte de Suramérica, el océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia. En otras palabras, entre los países en peligro figuran Venezuela, Colombia, Ecuador, Nigeria, Sudán, Bangladesh y Afganistán. De todas formas, las agencias remarcan poca probabilidad de que la especie humana vea al asteroide estrellarse contra la Tierra dentro de siete años.

Al régimen comunista chino no le conviene tal tragedia, y aunque en teoría su vasta superficie no se vería inicialmente afectada, los daños derivados del choque del asteroide sí lo harían con el tiempo. Para el año 2023 ya era de conocimiento público que China planificaba un programa similar a la misión DART de la NASA —en un nivel más avanzado— con el fin de impactar una nave contra un asteroide para cambiar su trayectoria.

Para esta misión de desvío de asteroides se usaría un cohete chino Long March 3B con dos vehículos espaciales a bordo: uno para ejecutar el choque y otro para monitorear lo que iba a ocurrir después. Inicialmente estaba planificada para ejecutarse este 2025, pero luego cambió al año 2027 contra un asteroide apodado 2015 XF. Más allá de los tecnicismos, esta hoja de ruta demuestra cómo Pekín trabaja desde hace años en nuevos avances tecnológicos con el objetivo de desarrollar mayores maniobras en el espacio, así como también es una declaración contra Estados Unidos y otros países desarrollos. Otro ejemplo de ello es la construcción de una gran estación espacial solar capaz de recibir energía proveniente del espacio, para así convertirla en electricidad.

Wu Weiren es integrante del programa de exploración lunar de China y para el año 2022 explicaba un detalle importante sobre esa misión: “La nave seguirá nuestra orden de colisionar con el asteroide y, con suerte, desviarlo 3 o 5 centímetros de su curso. Una desviación así cambiaría la trayectoria en más de 1000 kilómetros después de unos tres meses”, dijo al canal estatal CCTV. Por ende, no es descabellado pensar que el régimen comunista quiera dar la vuelta a la retórica, expuesta durante años en las ficciones de Hollywood, donde EE. UU. salva el planeta de una catástrofe inminente, y para 2032 sea Pekín el coordinador de una misión de salvación global.

Fuente: PanamPost