
Bukele devuelve a Caracas a los migrantes deportados por EE.UU. a El Salvador a cambio de la liberación de 10 estadounidenses y varios presos venezolanos
AMÉRICA LATINA



Más de 250 venezolanos que el gobierno de Trump había deportado en marzo a El Salvador y estaban recluidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) fueron repatriados a Venezuela.


Los aviones con los migrantes aterrizaron en la tarde del viernes en la localidad venezolana de Maiquetía, donde fueron recibidos por algunos familiares y el ministro del Interior venezolano Diosdado Cabello.
Tras aterrizar, algunos de los migrantes aseguraron a la prensa que fueron sometidos a "abusos físicos y psicológicos" mientras estuvieron en el Cecot.
En uno de los vuelos también viajaban hijos de los deportados a El Salvador que habían sido separados de sus padres, permaneciendo en EE.UU. hasta ahora.
La noticia de la liberación de los 252 migrantes la dio el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y luego fue confirmada por el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien señaló en un mensaje en X que a su vez 10 estadounidenses detenidos en Venezuela fueron liberados y estaban de regreso desde el país sudamericano.
Un funcionario estadounidense declaró a la prensa que, tras esta última liberación, ya no quedan ciudadanos estadounidenses detenidos por el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
La negociación entre Washington y Caracas también incluyó "la liberación de los presos políticos venezolanos", dijo Rubio sin indicar un número.
Bukele informó en esa misma red social que su gobierno había entregado "a todos los ciudadanos venezolanos detenidos en el país, acusados de formar parte de la organización criminal Tren de Aragua (TdA)".
"Tal y como se ofreció al régimen venezolano en abril, hemos llevado a cabo este intercambio a cambio de un número considerable de presos políticos venezolanos, personas que el régimen había mantenido en sus cárceles durante años, así como de todos los ciudadanos estadounidenses que tenía como rehenes", añadió.
El canje
El mensaje de Bukele estaba acompañado de un video en el que se mostraba el abordaje de los venezolanos detenidos en el Cecot en marzo pasado.
Por su parte, el canciller de Venezuela, Yván Gil, informó que en total son 252 venezolanos los que regresaron a su país a cambio de la liberación de estadounidenses.
"Venezuela ha pagado un alto precio para conseguir la libertad de estos connacionales, a través de un canje con las autoridades de los Estados Unidos de América de un grupo de ciudadanos estadounidenses", dijo en canciller Gil en un comunicado.
Desde hace semanas, Washington y Caracas estaban negociando el intercambio, pero las ofertas de ambas partes habían estancado el acuerdo, según fuentes del diario The New York Times.
Las autoridades en EE.UU. acusaban a los presoso venezolanos que mandó a El Salvador de ser miembros del Tren de Aragua, una organización criminal nacida en una cárcel venezolana, que se ha extendido por todo el continente y que Washington ha incluido en su lista de "organizaciones terroristas transnacionales".
Sin embargo, abogados de los detenidos y activistas denunciaron que el Departamento de Justicia los acusó a muchos sin pruebas y que las deportaciones son parte de la política migratoria de Trump.
En Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro mantenía encarcelados a varios estadounidenses acusados, entre otros delitos, de participar en complots políticos.
Foro Penal, una ONG independiente, ha señalado que en el país hay unos 90 extranjeros sobre los que penden acusaciones cuestionables.
Las autoridades de Washington no han publicado las identidades de los ciudadanos estadounidenses liberados este viernes como parte del acuerdo, aunque han publicado una fotografía del grupo.
La cadena CBS, socia estadounidense de la BBC, informó que uno de ellos es el ex Navy Seal Wilbert Joseph Castaneda, quien fue detenido en Venezuela el año pasado mientras llevaba a cabo un viaje personal.
Un alto funcionario estadounidense declaró a la prensa el viernes que El Salvador tomó la "decisión independiente" de liberar a los prisioneros venezolanos, que considera miembros de pandillas, por razones humanitarias.
Uno de los venezolanos liberados es Óscar González Pineda, cuya madre, Gertrudis, habló con la BBC desde Venezuela.
Aseguró que Óscar, quien trabajaba como instalador de azulejos y alfombras cuando fue detenido por las autoridades migratorias en Dallas, Texas, no tenía vínculo alguno con la banda del Tren de Aragua.
Algunos de los venezolanos repatriados habían sido deportados a El Salvador por la administración Trump bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que otorga al presidente de los Estados Unidos el poder de detener y deportar a nativos o ciudadanos de naciones "enemigas" en tiempos de guerra al margen del proceso establecido.
Activistas han acusado a Trump de usar esta ley de forma indebida e injustificada para aplicar su agenda de deportaciones masivas.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, en inglés) es una de las organizaciones que ha demandado al gobierno por esta y otras medidas contra los inmigrantes indocumentados, como las redadas y detenciones sin orden judicial.
Aunque los tribunales federales han suspendido las deportaciones bajo esta ley, han emitido fallos dispares sobre si Trump tiene la facultad de invocarla en estos casos.
De momento la Corte Suprema no se ha pronunciado sobre el fondo del asunto, aunque reconoció el derecho de los acusados a impugnar su deportación.
Los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador, de un lado, y Venezuela del otro difirieron en el modo de interpretar el canje.
La Cancillería de Venezuela definió a los hasta hoy retenidos en el Cecot salvadorense como "migrantes venezolanos secuestrados en El Salvador por culpa de los sectores más extremistas de la derecha venezolana".
En cuanto al grupo de estadounidenses liberados, los llamó ciudadanos "que se encontraban al orden de la Justicia, por su comprobada participación en delitos graves contra la paz, la independencia y la seguridad de la nación".
A los presos venezolanos excarcelados por Caracas, los acusó de haber participado "en delitos comunes y contra el orden constitucional".
Estados Unidos y El Salvador, sin embargo, consideran que los liberados por el gobierno de Maduro son "presos políticos o personas arrestadas de forma arbitraria".
Sus identidades aún no han sido hechas públicas.
Bukele, por su parte, definió a estos dos grupos como "ciudadanos estadounidenses que (Caracas) tenía como rehenes" y "presos políticos venezolanos, personas que el régimen había mantenido en sus cárceles durante años", en línea con lo expresado por Marco Rubio.
Sobre los retornados a Venezuela tras meses encerrados en el Cecot, el presidente de El Salvador afirmó que "muchos de ellos enfrentan múltiples cargos de asesinato, robo, violación y otros delitos graves".
El intercambio facilitado por El Salvador destaca la cercanía entre Trump y Bukele, cuya relación se estrechó desde que el presidente salvadoreño aceptara recluir en su país a extranjeros acusados de delitos en EE.UU.
El acuerdo de intercambio materializado este viernes "no hubiera sido posible sin el presidente Bukele", dijo un portavoz de Washington a la prensa.
Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas oficiales con Venezuela, país al que ha impuesto fuertes sanciones.
El portavoz estadounidense aseguró que el levantamiento de las sanciones no era parte del "diálogo" sobre el intercambio de prisioneros.
El tema de las deportaciones a El Salvador es foco de actualidad internacional desde principios de este año, entre otras cosas por el caso de Kilmar Ábrego García, un hombre de Maryland que fue deportado por error a El Salvador, donde dijo haber sido sometido a "palizas severas" y "tortura" durante su estancia en Cecot.
La administración Trump había alegado que Ábrego García, ciudadano de El Salvador, era miembro de la pandilla salvadoreña MS -13, algo que sus abogados y su familia han negado rotundamente.
Fue devuelto a Estados Unidos en julio para enfrentar cargos de trata de personas, de los que se declaró inocente.
Fuente: BBC
