
Trump amenaza a Rusia con aranceles del 100 % si no acepta una tregua en Ucrania en 50 días
EE.UU Andrea Polidura*


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una comparecencia de prensa junto al secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, este lunes en el Despacho Oval de la Casa Blanca, amenazó directamente a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin, con aranceles secundarios del 100 % si en 50 días no aceptaba un alto el fuego en Ucrania. Trump ha ido cambiando radicalmente su postura sobre la guerra en los últimos meses y ha confesado estar «muy decepcionado» con Putin.


Rutte viajó este lunes a Washington con el principal objetivo de coordinar el envío de armas de Estados Unidos a Ucrania, que hace unas semanas el Pentágono anunció que había congelado. En este sentido, Trump comenzó la rueda de prensa confirmando que su país suministrará armas al país invadido a través de una compra conjunta de los aliados europeos de la Alianza Atlántica, que pagarán por el armamento. Estos países, como confirmó el republicano, son Alemania, Finlandia, Dinamarca, Suecia, Noruega, el Reino Unido, los Países Bajos y Canadá.
«Una vez más, los europeos están dando un paso al frente», subrayó Rutte. El neerlandés insistió en que este paso dado por Trump es «realmente importante» y aseguró que «esto significará que Ucrania podrá acceder a cantidades enormes de equipo militar, tanto para defensa aérea como para misiles y municiones». Durante su intervención, explicó que el propio Trump le llamó el pasado jueves y le aseguró que estaba dispuesto a ofrecer a Kiev todo lo que necesitaba, pero pidió que fueran los europeos quienes pagaran por ello. «Lo cual es totalmente lógico», zanjó.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lleva insistiendo durante meses en la necesidad de contar, ante todo, con los sistemas de misiles Patriot para hacer frente a los incesantes bombardeos rusos y blindar así sus cielos. Putin ha incrementado los bombardeos contra el país vecino, llegando a superar la barrera de los 700 drones en tan solo una noche. La brutalidad de las últimas arremetidas rusas ha provocado precisamente que Trump pierda la paciencia con el inquilino del Kremlin. «Habla bonito, pero luego bombardea a todo el mundo por la noche», denunció el republicano la semana pasada.
El pasado 4 de junio, Trump y Zelenski mantuvieron una conversación que este último describió como «muy importante y significativa». El ucraniano aseguró entonces que ambos habían acordado trabajar juntos para «reforzar» las defensas aéreas de Ucrania. Esta llamada telefónica tuvo lugar tan solo un día después de una conversación entre el presidente de Estados Unidos y Putin que no supuso ningún avance, y muestra de ello fue que, horas después, Rusia lanzó uno de los peores bombardeos contra Ucrania.
«Quiero hacer una declaración de nuevo. Ya lo dije antes: esta no es la guerra de Trump. Estamos aquí para intentar resolverla», insistió el republicano este lunes y advirtió de que los aranceles contra Rusia serían «muy duros». A la luz de que Estados Unidos apenas mantiene relaciones comerciales con el país euroasiático, el senador republicano Lindsey Graham trata de impulsar en el Congreso una medida que impondría un arancel del 500 % a las importaciones de cualquier país que compre gas o petróleo ruso.
En paralelo, el enviado especial de Estados Unidos para Ucrania y Rusia, Keith Kellog, llegó a Kiev, donde tiene previsto quedarse toda la semana para hablar con los altos mandos militares y autoridades ucranianas sobre el nuevo suministro de armas de Washington. Durante su primer día en la capital, Kellog se reunió con Zelenski, con quien, según el propio presidente ucraniano, «discutimos el camino hacia la paz y lo que podemos hacer juntos en la práctica para acercarla. Esto incluye el fortalecimiento de la defensa aérea de Ucrania, la producción conjunta y la adquisición de armas de defensa junto con Europa». Además, el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, también mantuvo un encuentro con el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, tras ofrecerse su país a comprar sistemas antiaéreos para Ucrania.
*Para El Debate
