
Cristina Fernández no consigue el apoyo del peronismo y podría ir a una catástrofe
MUNDO - ARGENTINA



La expresidente argentina Cristina Fernández de Kirchner irrumpió en un programa afín y confirmó que sería candidata a diputada provincial por la tercera sección electoral. Sin embargo, por cómo se movieron las piezas a partir de ese suceso, es evidente que se trató de una estrategia de posicionamiento, que no fue conversada previamente con su exministro de Economía y actual gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof.


Ambos tienen un vínculo tirante desde hace tiempo. Ella quiere seguir liderando el espacio, pero su exdelfín considera que es momento de pasar una posta que CFK no quiere entregar. Tras su entrevista en C5N, una editorial de Roberto Navarro en El Destape comenzó a aclarar un panorama, que podría no ser el más favorable para Kirchner.
El periodista, voz del gobernador Kicillof, consideró que el mandatario provincial debe ir con sus propios candidatos en la tercera sección para competir con Cristina, Fernández aunque su lista termine tercera, luego de la Libertad Avanza y la de la expresidente. Su tesis es la siguiente: la gente que asuma por la boleta cristinista responderá a ella y no a Kicillof, por lo que es preferible presentar la propia y arañar un 15 % y al menos conseguir alguna representación en el distrito. Lo que no dice Navarro es que, además de los legisladores que ingresen por la tercera, lo más relevante de esa acción sería someterla a una derrota en su bastión principal, aunque se le deje en bandeja el primer puesto al eventual candidato libertario que represente a Javier Milei.
Lo cierto es que la reflexión de Navarro fue solamente la punta de lanza para lo que se vendría después: los intendentes marcando la cancha, tomando distancia de la que hasta hace un tiempo era “la jefa” del espacio político. Fabián Caliardi, jefe comunal de Berisso, reconoció esta mañana que la candidatura de CFK por la tercera no está bien vista por los intendentes alineados con el gobernador. Aseguró que ella decidió jugar la “fácil” y que, si realmente hubiera querido ayudar, tendría que haberse candidateado por otra sección más adversa para el peronismo.
Pero el intendente que fue más lejos en el nivel de confrontación fue Mario Secco, de Ensenada. En caro tono de disputa, el jefe comunal peronista dijo que los 45 intendentes pueden ir como candidatos testimoniales a primer concejal, para arrastrar los aparatos locales y perjudicar las intenciones de Cristina de ganar fácil su elección.
Todavía faltan tres meses para las elecciones provinciales, pero es claro que el clima está que arde. Por lo pronto, es evidente que la postulación unilateral de la expresidente no cayó nada bien en el peronismo bonaerense. Habrá que ver si el gobernador y sus intendentes terminan negociando o si realmente le dan el tiro de gracia a la mujer que reinó en el justicialismo por casi dos décadas. Luego de la muerte del mismo Perón, todos los pasos de mando del peronismo fueron en circunstancias similares: alguien que no se quiso ir, pero que lo terminaron “jubilando” a la fuerza los mismos “compañeros“.
Fuente: PanamPost
