Desde París
La semana coronó en París a un nuevo primer ministro luego de un vals que parecía prolongarse más de lo previsto. François Bayrou es el líder del Movimiento Demócrata (MoDem) y aliado del macronismo. Se trata del cuarto premier en menos de un año, algo inédito en la historia reciente de Francia.
Cuando la ronda de consultas realizada por el presidente Emmanuel Macron parecía que no conducía a ningún resultado positivo, el viernes 13 de diciembre por la tarde el Elíseo anunció el nombramiento de Bayrou. Horas antes, los rumores de que no estaba aún confirmado hcieron estallar al líder del MoDem, que amenazó en caso de no concretarse su designación con una separación de su partido de la alianza oficialista. La presión fue efectiva.
Notre Dame
En medio de estas consultas políticas para elegir el primer ministro, el 7 de diciembre se produjo la reapertura de la catedral de Notre Dame, y en el contexto de esta escenografía espectacular de la catedral gótica reconstruida después del devastador incendio que sufrió en 2019, el presidente Macron buscó mostrarse como un líder que puede reunir detrás de una causa nacional a todos los sectores sociales.
Acudieron al evento miembros de las élites políticas y económicas mundiales, así como también se pudo ver a algunos pobres y personas con capacidades diferentes. Pero el gran ausente en esta puesta en escena fue el papa Francisco de quien se esperaba aceptara las múltiples invitaciones enviadas por el Elíseo, pero el Papa prefirió que el nuncio apostólico en Francia lo representara en la ocasión.
El Elíseo hizo filtrar su malestar por el faltazo de Francisco, y la prensa francesa difundió conjeturas de que el pontífice no simpatiza con el gobierno francés por el proyecto de ley de fin de vida, que prevé la ayuda a morir a personas que así lo deseen y padezcan enfermedades incurables. No obstante estas especulaciones Francisco visitó este domingo Ajaccio, la capital de la isla francesa de Córcega, para la clausura del congreso de “La Religiosidad Popular en el Mediterráneo”.
La isla de Córcega, resultó ser el sitio elegido por el Papa para su tercera visita a una ciudad francesa. Anteriormente había estado en Estrasburgo y Marsella. El presidente Macron voló a Córcega en la tarde del domingo, donde mantuvo una entrevista privada con el papa en el aeropuerto Napoleón Bonaparte. El emperador francés nació en la isla que recibió este domingo a Francisco.
Y hablando de Napoleón, son muchos los políticos y periodistas en Francia que relacionan al presidente galo con una figura imperial, o con Júpiter, el padre de los dioses del Olimpo. Y a la luz de los últimos episodios parece consolidarse esta imagen monárquica, cuando una semana después de la caída del primer ministro Barnier, desde el Elíseo anunciaron que el nuevo primer ministro será Bayrou, un sostén clave del presidente Macron desde que comenzó su mandato como jefe de Estado en 2017.
Es decir, Macron sigue apostando a continuar con las mismas políticas que han sido derrotadas en las últimas elecciones europeas de junio y las legislativas de julio pasado, cuando dos tercios de franceses votaron por partidos políticos opositores al oficialismo.
"Es inadmisible"
Consultada por PáginaI12 la diputada parisina de La Francia Insumisa (LFI) Sophia Chikirou, sobre cuál es la posición de su fuerza política ante el nombramiento de Bayrou como primer ministro, respondió “Emmanuel Macron elige alguien que le es fiel desde hace siete años, él lo elige para ser primer ministro para continuar su política, no para cambiar. Para nosotros es inadmisible, es una violación de la voluntad popular, es una negación de los resultados electorales de julio pasado. Tenemos un presidente de la República que jamás ha reconocido el triunfo del Nuevo Frente Popular (NFP), la alianza que reúne cuatro partidos de izquierda. Macron persiste en decir, nosotros no hemos ganado las elecciones, pero no dice que el NFP es el que las ha ganado. Él tiene la voluntad de imponer su política a como dé lugar, contra todos".
Chikirou sostiene que Madron eligió a alguien que no podrá mantenerse como premier mucho más que su antecesor, Michel Barnier. "La realidad es que está en las manos de la extrema derecha, que va a ser decisiva. Revivimos un sketch interminable de la lenta agonía del macronismo. Nosotros estamos en el punto de preguntarnos si no vamos a terminar como Corea del Sur, con un presidente de la República que va intentar usar el artículo 16 de la constitución para arrogarse plenos poderes. Este hombre parece totalmente irracional, y la sola cosa que busca con el nombramiento de Bayrou es su supervivencia a la cabeza del Estado. Pero la realidad es que Bayrou caerá y la pregunta que quedará es si le seguirá la dimisión o destitución de Macron. La gente quiere que se vaya”.
En el mismo sentido el antiguo primer ministro Dominique de Villepin, insistió este sábado que “la cuestión de la renuncia de Macron se impone, por los daños que ha provocado a Francia y los franceses. Le exigimos al presidente un poco de dignidad, porque es Francia que cae. Nuestro país desaparece de la política internacional” afirmó de Villepin.
No obstante, un aliado de LFI en el Nuevo Frente Popular, el secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure, ha dicho que no cree que la iniciativa de destituir al presidente contará con la mayoría de votos necesarios en la Asamblea Nacional.
Según Chikirou dar por perdido el proyecto de destituir a Macron es un error estratégico, y garantiza que la moción de la destitución del presidente será en unos meses sostenida más allá de LFI e inevitablemente terminará siendo mayoritaria en el seno de la Asamblea.
También la diputada insumisa recuerda quién es el nuevo primer ministro de 73 años y una larga carrera política, “Bayrou ha sostenido las leyes más rechazadas de Macron, la única vez que fue ministro de educación en 1993 atacó la laicidad y el financiamiento de la escuela pública”. Y más recientemente “ha rechazado la constitucionalización del aborto. No es alguien centrista, es un extremista, es un personaje que se cree tocado por la gracia, es muy particular. Su primer pensamiento (el 13 de diciembre) luego de ser nombrado primer ministro fue para el rey Enrique IV, porque es el día del aniversario del rey”. Enrique IV nació en Pau, en 1553. Bayrou también nació en esa ciudad de los Pirineos, de la que era intendente hasta ahora.
En todo caso de Bayrou no se puede decir que sea supersticioso porque ha aceptado la responsabilidad de la jefatura de gobierno un viernes 13, un día temido por muchos. Pronto veremos si los malos augurios cargados a esta fecha, hacen que el mandato de Bayrou sea aún más efímero que el de Barnier, de sólo tres meses, el más breve de la Quinta República.
Fuente: Página12