Maduro, entre agujas y cuchillos: bajo amenaza de Cuba y presión de EEUU

Nicolás Maduro actualmente transita en un complejo laberinto, al verse flanqueado en las costas y cielos por Estados Unidos, con una administración republicana enfocada en desarticular las vías que se usen para el ingreso de drogas a su país, con la mira puesta en el narcoterrismo y en uno de sus principales exponentes en la región, es decir, el Cartel de los Soles. Sin embargo, sobre la mesa del régimen no estaría estipulada la opción de flaquear ante la creciente presión militar del presidente norteamericano, Donald Trump, al menos no mientras la dictadura cubana esté en el tablero.

De acuerdo con el analista internacional Fabián Calle, en entrevista con el periodista Antonio Laje, si no hay una negociación que al régimen cubano le garantice de alguna forma que la salida del poder del chavismo «no termine en un precipicio», la orden a Maduro es que debe quedarse, no escapar.

«Maduro no es un caudillo con peso propio, obedece a Cuba. Si los desobedece, Cuba lo mata», recalcó Calle, quien recordó que el dictador que regenta en Venezuela está rodeado físicamente de inteligencia cubana, desde que Fidel Castro —luego de los sucesos del 11 de abril de 2002— «colonizó» la seguridad de la cúpula chavista. En tal sentido, fue enfático al decir que «Maduro hará lo que Cuba le ordene. Trabaja para Cuba desde los 20 años».

El porqué sobre esta defensa tan férrea desde las sombras que hace la dictadura castrista responde claramente a los intereses económicos en juego, debido a que, según Calle, aparte de lucrarse de la ruta de la droga que pasa por Venezuela, Cuba recibe 110.000 barriles de petróleo diarios por parte del chavismo, que luego revendía, sin sumar el consumo ilícito. A ello se le agrega que actualmente en Venezuela siguen desempeñando funciones un gran número de médicos cubanos, por los cuales también se le hace un pago a la tiranía de Miguel Díaz-Canel.

«Estos regímenes autoritarios especialmente con una matriz cubana o marxista leninista no es como Pinochet o Videla (…) la lógica cubana del poder es ‘no nos vamos más’. La estructura está pensada para quedarse en 10 o 50 años. Nunca se piensa en la transición. Hay son concesiones tácticas para ganar tiempo. La idea de la transición ordenada a través de Maduro y los cubanos no existe», remarcó el analista argentino.

Ahora, en tal caso, ¿cuál sería una alternativa ante este panorama? Calle apunta hacia el uso de la fuerza que, en su opinión, sería la dispersión de unidades militares terrestres que seguramente ya están desplegadas, aunado a la implementación de armamento dirigido hacia objetivos que Estados Unidos pueda comprobar frente a su Congreso que son estructuras ligadas al narcotráfico, que a su juicio son la mayor parte de las unidades militares.

A pesar de que los ataques aéreos son conocidos como «los favoritos» para este tipo de operaciones, Calle recordó que hubo una operación de extracción de dirigentes de la oposición que se encontraban en la Embajada de Argentina, un hecho que atribuyó a la inteligencia norteamericana y enfatizó que «Estados Unidos está trabajando desde hace mucho tiempo en Venezuela».

¿Por qué el empeño en seguir con el despliegue en el Caribe?
Calle también aprovechó esta oportunidad para mirar más a fondo sobre el patrón de comportamiento de Estados Unidos desde el inicio de las operaciones en el Caribe. Al respecto, explicó que la nación norteamericana ya tomó todas las medidas para maximizar el nivel de presión para la lograr el exilio de Maduro, pero si no se logra esto, la única alternativa es el uso de la fuerza.

Libros sobre figuras políticas
Noticias internacionales hoy
«Estamos en la etapa de definición. Trump no quiere tener a las tropas combatiendo en Navidad, así que tenemos una ventana de una semana», puntualizó el entrevistado.

Para el analista, con este despliegue, Trump le da tiempo a las Fuerzas Armadas en Venezuela para que den un golpe de Estado, al estilo Portugal en 1974 y la ‘revolución de los claveles’, impulsada por oficiales medios. Este sería a su juicio un escenario probable, debido a que el alto mando militar es vigilado y controlado por el régimen cubano. Sin embargo, la efectividad de la táctica aún está en entredicho.

«El dilema que tiene Estados Unidos es que si esto termina en una retirada, es el papelón del siglo. Son 50 millones de dólares por día y un Congreso que mira esto con atención», explicó el analista, quien señaló  al Partido Demócrata, así como a la prensa (New York Times y Washington Post), por sus narrativas que, a su juicio, van más hacia «la defensa de Maduro y la soberanía», pero en realidad solo buscan confrontar con Trump.

Asimismo, habló sobre un lobby no menor de sectores americanos que «estaban en negocios menos transparentes con el petróleo especialmente durante la administración Biden», así como algunos sectores del partido republicano que hasta último momento estuvieron enfocados en hacer presión para conseguir negocios, dejando a Maduro en el poder, mientras marchen ciertas concesiones. Según Calle, Richard Grennell forma parte de este grupo.

Fuente: PanamPost