Israel se prepara para destruir a Hezbolá

El general Rafi Milou, comandante del Mando Norte israelí, anunció que Israel está organizando un ataque destinado a frenar el rearme de Hezbolá y “destruir toda su capacidad de lucha”. Esta decisión surge ante la falta de acción del presidente libanés, quien, según Milou, teme ordenar intervenciones a su propio ejército.

La tensión en la frontera aumenta, mientras miembros de Hezbolá se acercan a posiciones israelíes bajo el pretexto de actividades agrícolas, lo que ha llevado a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a actuar en territorio libanés. Las FDI han instalado carteles advirtiendo a la población civil sobre la presencia de combatientes de Hezbolá y aconsejando evitar la frontera.

Mientras tanto, reservistas en la División Galilea reportan un incremento de actividades de Hezbolá cerca de sus posiciones. El general Milou, en una reciente reunión con oficiales, expresó preocupación por posibles ataques limitados o infiltraciones en territorio israelí.

Hezbolá, a pesar de haber perdido capacidad bélica tras la Operación Escudo del Norte, está recibiendo apoyo de Irán para reconstruir sus fuerzas. La inteligencia israelí estima que se están ampliando los objetivos para una posible operación a gran escala, buscando legitimidad internacional previa a una acción decisiva.

El clima geopolítico en la frontera sigue marcado por las tensiones derivadas de la influencia iraní y la relativa inestabilidad del alto el fuego tras el conflicto de 2023-24. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha advertido que la seguridad de Israel depende de eliminar las amenazas respaldadas por Irán.

Desde Hezbolá, su segundo al mando, Naim Qassem, ha rechazado cualquier intento de desarme, argumentando que necesitan mantener armas para su autodefensa. El ministro de Relaciones Exteriores libanés, Yousef Raji, intenta navegar entre la presión iraní y la soberanía nacional, afirmando que “un estado fuerte no puede construirse sin el control exclusivo de la fuerza”.

Raji también ha rechazado visitas a Irán, proponiendo el diálogo en un país neutral y subrayando la importancia del respeto mutuo. La situación se complica por la postura iraní, que ve a Hezbolá como un núcleo de resistencia regional, mientras afirma no intervenir en los asuntos internos de Líbano.