El Líbano fija un plazo histórico para desarmar a Hezbollah en medio de tensiones internas

MUNDOAgencia Internacional de Noticias (AIN)Agencia Internacional de Noticias (AIN)
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El gobierno libanés sorprendió al país y a la región con una decisión inédita: ordenar al ejército preparar un plan para el desarme de Hezbolá antes de fin de año. La resolución, adoptada el 5 de agosto y vinculada a una propuesta estadounidense, marca un punto de inflexión en la historia del Líbano.

Un hito político y diplomático
El gabinete aprobó los objetivos de la iniciativa de Washington, que contempla un alto el fuego duradero con Israel y un programa de reconstrucción nacional. El ministro de Información, Paul Morcos, habló de un “desmantelamiento gradual de las organizaciones armadas no gubernamentales, lideradas por Hezbollah”.

Por primera vez, un gobierno libanés mencionó explícitamente al grupo en el contexto del desarme, lo que fue celebrado por Estados Unidos e Israel. El primer ministro Benjamín Netanyahu atribuyó la decisión a los éxitos militares de las FDI contra Hezbollah durante los últimos 22 meses.

La reacción de Hezbollah
La respuesta inicial del grupo chií ha sido desafiante pero contenida. Aunque se registraron protestas en Beirut y declaraciones altisonantes, su liderazgo advirtió que cualquier confiscación forzosa de armas “desataría disturbios internos y pondría en riesgo la seguridad del país”.
El número dos de la organización, Naim Qassem, acusó al gobierno de obedecer órdenes “estadounidenses e israelíes” y amenazó con paralizar la vida en el Líbano si se concretaba el desarme.

El factor militar y la presión israelí
Hezbollah llega a este punto debilitado. Durante la última guerra, Israel eliminó a Hassan Nasrallah y a varios de sus comandantes, destruyó buena parte de su arsenal y obligó al grupo a aceptar un alto el fuego desfavorable en noviembre. A pesar de ello, analistas advierten que aún conserva suficiente poder para enfrentarse al ejército libanés si recibe respaldo iraní.

 

La economía como arma decisiva
El desgaste financiero es quizá la amenaza más grave para la supervivencia del grupo. Hezbollah, que en 2022 fue considerado el tercer grupo terrorista más rico del mundo con ingresos de 1.200 millones de dólares, atraviesa ahora serias dificultades para sostener a su base social.
Ya no puede pagar becas ni indemnizaciones a familias chiíes del sur del Líbano, muchas de ellas desplazadas por la guerra. Esto erosiona el apoyo popular que antes era su mayor fortaleza. Paralelamente, la comunidad internacional condiciona la ayuda al país —estimada en 10.000 millones de dólares en daños— al desarme de la milicia.


Modelos y riesgos
El plan del ejército libanés, que deberá presentarse antes de fin de mes, contempla opciones como la integración de combatientes en las fuerzas regulares o acuerdos políticos similares a los aplicados en Irak. Sin embargo, expertos advierten que estas fórmulas podrían fortalecer la influencia iraní y no resolver el problema de fondo.
El mayor desafío sigue siendo político: garantizar representación a la comunidad chií sin depender de una organización armada.


Conclusión
El futuro de Hezbollah está en una encrucijada. Su debilitamiento militar y financiero abre la puerta a un desarme real, pero su resistencia interna y el papel de Irán aún pesan. Para analistas, el desenlace dependerá de la capacidad del gobierno libanés de sostener la presión sin caer en la violencia sectaria.

Fuente: aurora.il

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