
Francia suprimirá feriados y recortará empleos públicos para frenar su millonaria deuda
MUNDO



El primer ministro francés, François Bayrou, anunció este martes una hoja de ruta para frenar la espiral de endeudamiento en los próximos cuatro años, con un ajuste de 43.800 millones solo en 2026 entre recortes y más ingresos, y medidas como la congelación de las pensiones o la reducción del empleo público.


Bayrou planteó un oscuro panorama de futuro para el país si no se ataja el ritmo de endeudamiento. Explicó que la deuda alcanza actualmente unos 3,3458 billones de euros, lo que supone un 114 % del Producto Interior Bruto (PIB), y que aumenta al ritmo de 5.000 euros por segundo, es decir más de 150.000 millones adicionales cada año.
Para frenarla, el funcionario presentó dos planes diferentes, uno para frenar el endeudamiento reduciendo el gasto estatal y otro para impulsar la producción y la generación de riqueza. El objetivo es bajar el déficit francés -que este año sería del 5,4 % del PIB si las previsiones del Gobierno se cumplen- al 4,6 % el año próximo.
En el lado de los recortes, Bayrou anunció un “año en blanco” en la Administración, que se traducirá en que el Estado no gastará en 2026 más que en 2025 en ninguna partida presupuestaria, con las solas excepciones del pago de los servicios de deuda y del gasto militar, en línea con las necesidades que plantea el contexto geopolítico actual.
En consecuencia, las pensiones no subirán el próximo año, ni tampoco los sueldos del sector público, donde además habrá un recorte de unos 3.000 puestos aplicando reglas como no reemplazar a uno de cada tres funcionarios que se jubilen.
Tampoco subirán los baremos impositivos para los trabajadores ni se actualizarán las cuantías de las subvenciones y ayudas públicas.
Otra área en la que habrá ajustes será la sanidad, con medidas para endurecer la prescripción subvencionada de medicamentos y los procedimientos innecesarios o redundantes.
El esfuerzo a realizar afectará a “todas las categorías de franceses”, incluidos los más ricos, a los que se pedirá una “contribución de solidaridad”. Se complementará, además, con un plan de lucha contra el fraude fiscal a partir del otoño.
Trabajar más y reducir festivos
En paralelo a estos ajustes se pondrá en marcha otro plan para mejorar la producción, que es igual de “fundamental”. Eso pasará por un refuerzo del tejido industrial, pero también por “reconciliar” a los franceses con el trabajo, porque el “desencanto es un enemigo público”, especialmente entre los jóvenes, y en general “hay que trabajar más”.
Por lo tanto, habrá supresión de dos días festivos, de los once anuales que hay actualmente en Francia, y el primer ministro citó como posibles “ejemplos” el Lunes de Pascua y el 8 de mayo.
Indicó también que planea lanzar un diálogo con los actores sociales para revisar el sistema del subsidio de desempleo, porque se considera que el actual desincentiviza demasiado a la reincorporación al mercado laboral.
Si hay más trabajo y más actividad habrá también más financiación disponible para las pensiones, pero en general Francia debe “refundar” su modelo para encontrar otras bases con las que apuntalarlo, advirtió.
Tasar los pequeños paquetes que llegan del extranjero para proteger a los pequeños productores de la “competencia desleal” y promover sectores estratégicos como la Inteligencia Artificial figuran también en la batería de medidas.
Y otro importante apartado de trabajo será la simplificación de los procesos burocráticos, que admitió que “ralentizan” y “paralizan” la actividad.
Las medidas, que buscan corregir el déficit y el fuerte aumento de la deuda pública, tienen que ser aprobadas en el Parlamento, pero el Gobierno no tiene mayoría en la Asamblea Nacional, donde varias de ellas afrontan un futuro incierto.
En resumen, las modificaciones quedaron de la manera siguiente:
Recorte de gastos
Congelación del gasto del Estado en 2026 salvo en Defensa y servicio de la deuda.
‘Año blanco’ en la Administración: Congelación de la cuantía de las pensiones, de los salarios de la función pública, de las prestaciones sociales y del baremo impositivo.
Ahorro de 5.300 millones de euros de las entidades locales, departamentales y regionales.
Supresión de la exención fiscal para los gastos profesionales de los jubilados.
Aumento a 100 euros anuales (desde los actuales 50) del pago máximo de medicamentos para pacientes crónicos o que requieren muchos cuidados.
No sustitución de uno de cada tres funcionarios que se jubilen en los próximos años.
Más agilidad en que los médicos del trabajo autoricen el retorno tras una baja laboral por enfermedad.
Incremento de ingresos
“Contribución de solidaridad” para las personas con mayores rentas y lucha contra “la optimización abusiva” de los patrimonios no productivos.
Aumento de la lucha contra el fraude fiscal y mayor nivel de recuperación de cantidades defraudadas.
Tasa sobre los pequeños paquetes del comercio electrónico procedentes de fuera de la UE (esencialmente de China).
Aumento de la productividad
Supresión de dos de los once días festivos anuales.
Simplificación de la burocracia administrativa que deben cumplimentar las empresas.
Lanzar el diálogo social para reformar el sistema de desempleo, con vistas a evitar la desincentivización de la reincorporación al mercado de trabajo.
Fuente: PanamPost

