



El régimen chino vuelve a lanzarle un salvavidas a la dictadura venezolana, desafiando el acuerdo comercial firmado hace una semana con Washington, que ha supuesto una pausa en la guerra arancelaria. Pero en Pekín parecen no medir las consecuencias para su economía ante la imposición de un gravamen adicional de 25 % –vigente desde el 2 de abril– con el que la Casa Blanca busca castigar a los países que compren petróleo y/o gas a Venezuela, como parte de una sanción indirecta al chavismo. Y es que el crudo venezolano que están dejando de recibir en Estados Unidos y Europa tras la cancelación de una serie de licencias desde finales de mayo, incluyendo la de Chevron, se está dirigiendo incluso en mayor cantidad a puertos chinos, al punto de que el gigante asiático le está dando un impulso a las exportaciones petroleras del sancionado país sudamericano en el último mes.


Luego de haber exportado un promedio de 779.000 barriles por día (bpd) en mayo, Venezuela registró un alza de 8 % en junio hasta alcanzar un promedio de 844.000 bpd, gracias al aumento de la demanda en el mercado chino, que mediante “intermediarios poco conocidos que negocian con refinadores independientes en China” incrementó la compra de petróleo venezolano el mes pasado, según un reporte de Reuters publicado este miércoles citando datos y documentos relacionados con la negociación.
En concreto, un total de 27 buques salieron de puertos venezolanos en junio con un promedio de 844.000 barriles de petróleo por día, de los cuales cerca de 90 % tuvieron a China como destino, mientras que en mayo el país asiático acaparó 75 % de las exportaciones petroleras venezolanas, evidenciándose así un incremento que puede costarle caro a Pekín, que no solo sigue recibiendo crudo de la sancionada dictadura venezolana sino que además ha decidido aumentar las compras, tanto de manera directa como mediante trasbordos, a pesar de las advertencias de Washington que desde el 2 de abril implican un alto precio.
Arancel secundario por comprar petróleo venezolano sigue vigente
“Cualquier país que compre petróleo y/o gas a Venezuela será obligado a pagar un arancel de 25 % a Estados Unidos en cualquier negocio que haga con nuestro país”, informó el presidente Donald Trump a finales de marzo. Y si bien posteriormente anunció una pausa de 90 días que vence este 9 de julio, esta extensión aplica únicamente para los llamados aranceles “recíprocos”. Por lo tanto, la sanción indirecta al régimen venezolano sigue vigente, con la particularidad de que su implementación queda a discreción del secretario de Estado, Marco Rubio, quien determinará en consulta con otros altos funcionarios como el secretario del Tesoro, el secretario de Comercio y la secretaria de Seguridad Nacional cuando un país ha violado esta norma y debe pagar el gravamen adicional.
La incertidumbre que genera su aplicación llevó desde su anuncio a empresas chinas a detener la compra de petróleo venezolano mientras recibían alguna instrucción al respecto desde el poder central en Pekín, tomando en cuenta que Venezuela tiene una deuda de más de 25000 millones de dólares con China que en gran parte paga con petróleo. Todo parece indicar que el régimen de Xi Jinping decidió asumir el riesgo de desafiar al gobierno de Donald Trump, con el que firmó un acuerdo comercial la semana pasada bajando de 145 % a 55 % los aranceles a los productos del gigante asiático. ¿Estarán dispuestos en China a pagar un arancel adicional de 25 % a cambio de seguir recibiendo petróleo venezolano?
Fuente: PanamPost
