
Los candidatos a sucesor de Díaz-Canel: cómo el régimen cubano allana el terreno al próximo dictador
MUNDO



Miguel Díaz-Canel, el actual dictador cubano, terminará su segundo periodo en 2028, y aunque faltan más de dos años para que (en teoría) deje el cargo, la alta cúpula política está allanando el terreno para la escogencia de su sucesor. La más reciente decisión de la Asamblea Nacional de Cuba es una señal de que el castrismo se está preparando para habilitar a los posibles “candidatos”, elegidos previamente por el régimen, para heredar el “legado” de Fidel Castro.


Y es que el parlamento cubano eliminó el límite de edad de 60 años como requisito para ser “presidente”. En total, 95 % de los legisladores –todos al servicio del Partido Comunista de Cuba (PCC)– votó para reformar el artículo 127 de la Constitución. Es decir, a partir de ahora, “para ser ‘presidente’ de la República se requiere haber cumplido treinta y cinco años de edad, hallarse en pleno goce de los derechos civiles y políticos, ser ciudadano cubano por nacimiento y no tener otra ciudadanía”.
El régimen castrista justifica su decisión en el “envejecimiento poblacional”. Pero hay una razón adicional: los posibles candidatos a sucesor de Miguel Díaz-Canel tendrán más de 60 años en 2028. Se trata de Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del PCC; y de Manuel Marrero, actual primer ministro. Dos hombres fieles a la dictadura.
Roberto Morales: heredero sin carisma
Roberto Morales Ojeda nació el 15 de junio de 1967 en la provincia de Cienfuegos, por lo que tendrá 61 años en 2028. Ocupó distintos cargos, como miembro del Comité Central desde 2006 y del Buró Político desde 2016. Es una figura recurrente en actos oficiales acompañando a Díaz‑Canel.
Se le califica como un operador central del partido, acostumbrado a movimientos discretos pero constantes en la alta dirección. Es, en pocas palabras, la alternativa más visible hasta ahora ante la falta de “candidatos” carismáticos y por la negativa del castrismo a cambiar el sistema político actual. El medio CiberCuba lo apoda como “el rostro sin carisma que podría heredar el castrismo”.
Dicho portal apunta a que el movimiento fundado por Fidel Castro “enfrenta hoy uno de sus vacíos más severos de liderazgo”. Por ende, “lo que Morales Ojeda representa, entonces, no es liderazgo, sino continuidad”, agrega. Esto luce como una idea acertada para los intereses de la dictadura. Es probable que sea el escogido a dedo por el régimen porque en Cuba el “presidente” no es elegido por voto directo del pueblo, sino mediante un proceso indirecto donde los 470 diputados de la Asamblea lo designan, bajo el control de la cúpula castrista.
Manuel Marrero: el candidato discreto
Otro requisito relevante para optar a la Presidencia de Cuba es ser diputado. El primer ministro y miembro del Buró Político, Manuel Marrero, cumple esta condición al igual que Roberto Morales. Nació el 11 de julio de 1963 en la provincia de Holguín, es decir, para 2028 tendrá 65 años. Su nombre también suena con frecuencia en los círculos de poder de La Habana como potencial sucesor de Miguel Díaz‑Canel.
El actual dictador lo ha elogiado reiteradamente por su “honestidad, capacidad de trabajo y fidelidad al partido y a la revolución”. Además, Marrero forma parte del Buró Político del PCC desde 2021, tal como Roberto Morales. Por su perfil administrativo y capacidad de mediar entre las distintas facciones del régimen, se le ve como un “candidato” discreto pero eficaz, alineado con la lógica de continuidad de la dictadura cubana.
Examinar ambos perfiles explica esta reforma Constitucional ordenada por el régimen. El propio Raúl Castro estuvo presente en la votación del hemiciclo porque fue él quien promovió personalmente la propuesta.
Fuente: PanamPost
