



La franja de Gaza sufre su «peor crisis humanitaria» desde el inicio de la ofensiva militar israelí, según denunció este miércoles la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA). La situación en Gaza se ha deteriorado drásticamente como consecuencia del bloqueo impuesto por el Gobierno de Benjamin Netanyahu a la entrada de toda ayuda humanitaria desde hace casi dos meses. En este contexto de desesperación y horror, miles de gazatíes se han echado a las calles para protestar contra Hamás y exigir a la organización terrorista que salga del poder y ponga fin a la guerra contra Israel.


Hace un mes, las imágenes de cientos de palestinos manifestándose en contra de la milicia palestina se hicieron virales en redes sociales. Cientos, que luego se convirtieron en miles, de personas clamaban contra Hamás al grito de «Fuera Hamás» o «Hamás terroristas». Este tipo acciones, en un lugar como la franja de Gaza, puede costarte la vida y así le pasó al joven Oday Nasser Al Rabay, de 22 años. Su familia denunció su muerte y acusó a la organización terrorista, que rige con puño de hiero el territorio desde hace casi una década, de torturarlo y matarlo por el simple hecho de participar en las protestas. A pesar del miedo, las manifestaciones en la Franja, lejos de desvanecerse, continúan.
El activista gazatí Moumen al-Natour publicó recientemente en su cuenta de X, antes Twitter, una recopilación de varios vídeos en los que muestra varias protestas en diferentes puntos del enclave palestino. «Las protestas contra Hamás se intensifican en Gaza, y cuando el grupo terrorista intentó desesperadamente boicotear las manifestaciones, los manifestantes los echaron a patadas», explica al-Natour.
Según aclara, la ciudad de Beit Lahia, situada en el norte y objetivo habitual de los bombardeos del Ejército israelí, está siendo uno de los puntos de ebullición de estas muestras de condena. En una conversación reciente con varios medios de comunicación, entre ellos El Debate, Al-Natour denunciaba, desde una devastada Ciudad de Gaza, que Hamás acusa a todos los que se manifiestan en su contra de ser espías de Israel. Él mismo recibe mensajes amenazantes a diario.
En los últimos vídeos se puede ver a cientos de personas gritar: «Hamás es basura» o «Hamás es la causa de nuestra Nakba –catástrofe en árabe–». Mientras la milicia palestina se enfrenta cada vez más al rechazo interno, Israel aprovecha para redoblar los ataques contra la Franja, donde los muertos ya superan los 51.000 y más de 117.000 heridos, según datos del ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.
Las facciones rivales a la milicia fundamentalista también se benefician de este momento de debilidad interna para exigir a Hamás que ceda el control del territorio. «Hamás debe poner fin a su control de la franja de Gaza, entregar todos sus asuntos a la Franja, entregar sus armas a la Autoridad Nacional Palestina», clamó este miércoles el presidente de Fatah, principal formación de la ANP, Mahmud Abás.
En paralelo, los países mediadores, Egipto, Qatar y Estados Unidos, continúan con sus esfuerzos para lograr un nuevo acuerdo de alto el fuego. El Cairo, según publican varios medios árabes, ha puesto sobre la mesa una propuesta «equilibrada» y que responde a las demandas tanto de Israel como de Hamás.
El plan establece una tregua a largo plazo de entre cinco y siete años y la liberación de todos los rehenes israelíes, 59, a cambio de la excarcelación de un número indeterminado de presos palestinos. Netanyahu, por su parte, también se encuentra bajo fuerte presión interna, mientras que sus socios más radicales apuestan por llevar la guerra hasta el final, la sociedad israelí exige un acuerdo que permita traer de vuelta a todos los cautivos tras más de un año y medio de cautiverio.
*Para El Debate

