Para mantener el fraude electoral, el gobierno desata la represión y el «baño de sangre» prometido

Luego del anuncio del CNE el domingo en la noche, proclamando a Maduro como presidente electo sin cumplir con la normativa legal que obliga a disponer del Acta de Totalización con el 100 % de los votos escrutados —la cual debe contener la firma de los cinco rectores y de los testigos de los partidos— y sin presentar las actas que lo soportaron, se desató la protesta popular callejera y espontánea, que aún perdura.

El resultado de la represión oficial, más allá del creciente discurso de violencia, odio y cargado de amenazas, contabiliza hasta ahora, 429 arrestos verificados sobre 749 denuncias de aprensión, 16 civiles asesinados, reportados tanto por el Foro Penal (una ONG venezolana de derechos humanos) como por la ONG «Monitor de Víctimas», la mayoría de ellos en manos de funcionarios de la Guardia Nacional y de las fuerzas de choque civiles (los colectivos), armados y financiados por el gobierno.

El ministro de la defensa, Gral. Padrino López, informó sobre 40 heridos durante las protestas del lunes 29 de julio, y señaló que 23 de ellos fueron militares.

El Foro Penal, también registró 278 arrestos, solo el martes 30 de julio, mientras se realizaban las Asambleas de Vecinos, convocadas por MCM y Edmundo González.

Por su parte, La Sala de Monitoreo de Graves Violaciones a los Derechos Humanos del movimiento CONVZLA, reportó 16 ejecuciones extrajudiciales en 228 incidentes de violencia verificados en todo el país, en las últimas 48 horas.

Se suma a ello, la aparente orden de detener a María Corina Machado (MCM) y al presidente electo Edmundo González, así como a los testigos de mesa opositores registrados y acreditados (unos 30 mil). Esto último, con el propósito de proceder, como se ha denunciado, a forjar más de 30 mil Actas de Escrutinio de Mesas de votación y poder así presentar la totalización que exige la ley y confirmar la proclamación de Maduro como presidente electamente fraudulento. Este proceso, se dice, está dirigido por expertos chinos en informática, pero cada una requiere la firma de los miembros de mesa y de los testigos que presenciaron el acto.

Respecto a los detenidos, destaca la del líder opositor Freddy Superlano, del partido Voluntad Popular, cuya familia denuncia que está siendo torturado con el propósito de que declare contra MCM como instigadora de las protestas callejeras. Pero hay que señalar que más de 20 líderes opositores, la mayoría pertenecientes al comando de campaña opositor y de los partidos componentes de la Plataforma Unitaria, y también dirigentes de algunas ONG’s de derechos humanos y varios alcaldes opositores, han sido arrestados en los últimos días.

También se ha reportado la detención de algunos oficiales militares (unos 30) que han hecho pronunciamientos públicos, pero de ello se sabe poco.

A esta escalada de violencia debemos agregar otros elementos, que por su naturaleza son relevantes: el gobierno habilitó una «pestaña» de la aplicación oficialista VenApp para que los chavistas de cada barrio puedan denunciar a los vecinos que protesten contra el fraude electoral; también anunció que «se reserva todas las acciones legales y políticas» contra los países que tratan de reeditar «al fracasado y derrotado Grupo de Lima» en América Latina, por no reconocer su triunfo.

Por otra parte, la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV) ha indicado que unos 10 mil pasajeros por semana se verán afectados por la suspensión de vuelos hacia Panamá y República Dominicana, que el gobierno ordenó arbitrariamente.

Finalmente, no podemos dejar de referirnos al acoso que aún se mantiene y se ha hecho más agresivo, contra los refugiados venezolanos en la embajada de Argentina, a los cuales se les negó el salvoconducto de ley para abandonar el país, junto con los funcionarios de la embajada.

Así que, tal como dijo una fuente de la cancillería colombiana, «si el camino elegido es la represión, vienen horas muy difíciles, estamos ante un animal herido, tal vez de muerte, y eso lo hace muy peligroso».

*Para El Debate