Por Carlos Zimerman, Director de Grupo 24 Noticias
Venezuela juega su futuro en unas elecciones históricas que seguramente van a marcar el destino de este país hermano para los tiempos. Quizá hoy se viva en Venezuela lo que en 1983 vivió la Argentina con el regreso de la democracia tras el triunfo del Doctor Raúl Ricardo Alfonsín.
Son 25 años de chavismo salvaje, años de decadencia y dictadura, en donde todo se fue degradando en un país rico y con los recursos naturales como para vivir muy bien y sin embargo sus habitantes están sometidos a vivir en una pobreza inaceptable.
No es posible que hoy los niños no puedan ir a la escuela pública más de dos veces a la semana por la sencilla razón que los sueldos no alcanzan y los maestros se las tienen que rebuscar para poder comer, es decir para sobrevivir.
Ese es el modelo que le ofrece a los venezolanos el dictador Maduro que se niega sistemáticamente a dejar el poder y por ende a seguir sometiendo a un pueblo maravilloso que no se merece seguir viviendo esta terrible pesadilla.
Este falso socialismo que propone el chavismo solo puede ofrecer pobreza y miseria, nada más. Es hora que los venezolanos den vuelta la pagina, que el 28 de Julio sea el comienzo de una nueva Venezuela.
Las elecciones de hoy no solo son fundamentales para Venezuela, son trascendentes para todos los demócratas del mundo. No nos podemos olvidar que en los años de plomo en donde las dictaduras arrasaban en Latinoamérica, Venezuela fue un faro de democracia y libertad. Es evidente que algo pasó, es evidente que muchos se equivocaron. Es hora de decir basta de la manera que las democracias lo permiten, con el voto.
El chavismo conducido por un enfermo de poder como Nicolás Maduro va a hacer lo imposible para no abandonar el poder, es por eso que en el título de esta nota nos permitimos invocar a Dios. Hoy Venezuela necesita del voto de la gente y seguramente de Dios, para mañana poder decirle al mundo que Venezuela es libre nuevamente.