Trump habló con Maduro mientras EEUU presiona con ofensiva terrestre antidrogas

Estados Unidos continúa intensificando la presión militar contra el régimen venezolano, incluso tras una llamada telefónica realizada la semana pasada entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Nicolás Maduro en la que se planteó la posibilidad de un encuentro personal entre ambos, de acuerdo con reportes de The New York Times. Aunque no existe fecha ni confirmación formal, la comunicación se produjo justo días antes de que entrara en vigor la designación oficial de Maduro como líder del cartel narcoterrorista “Cartel de los Soles”, otorgada por el Departamento de Estado.

La llamada —en la que también participó el secretario de Estado Marco Rubio— se desarrolló un contexto de escalada militar estadounidense en el Caribe, donde Washington ha desplegado un grupo de portaaviones, bombarderos estratégicos y tiene avanzados planes de operación terrestre contra redes vinculadas al tráfico de drogas. Trump ha dejado claro que la meta final es la salida de Maduro del poder, una posición respaldada por Rubio, quien considera ilegítimo el mandato del dirigente chavista.

Aunque en el pasado Maduro habría ofrecido a EE. UU. concesiones petroleras a cambio de distensión, esas negociaciones se desmoronaron cuando quedó claro que el régimen buscaba garantizar su permanencia en el poder. Tanto la Casa Blanca como el Palacio de Miraflores evitaron pronunciarse oficialmente sobre la llamada, pero fuentes cercanas confirmaron el contacto directo.

El diálogo, sin embargo, no implica un giro hacia la negociación. La administración Trump mantiene una estrategia dual: conversaciones tácticas por un lado y presión militar por el otro. Desde septiembre, EE. UU. ha ejecutado ataques misilísticos contra embarcaciones venezolanas utilizadas para el narcotráfico y ha advertido que las operaciones se expandirán a territorio firme “muy pronto”.

Mientras tanto, el futuro inmediato de la relación entre ambas naciones se moverá entre dos líneas: la diplomática —si se materializa un encuentro personal— y la bélica, con la próxima fase de operaciones terrestres ya anunciada. En ambos escenarios, la condición impuesta por Washington es la misma: Maduro debe abandonar el poder.

Fuente: PanamPost