Egipto considera a Gaza una trampa estratégica en medio del conflicto

Para Egipto, la situación en Gaza se ha convertido en una trampa estratégica. Desde el inicio de la guerra, funcionarios egipcios han ofrecido promesas de entrenamiento policial para miles de palestinos, la creación de un comité administrativo tecnocrático de 15 miembros y un programa de reconstrucción de 50 mil millones de dólares. Sin embargo, el mensaje subyacente es claro: "Detengan su campaña militar y nosotros nos ocuparemos de todo".

Egipto tiene múltiples motivos para buscar un alto el fuego. La acogida de adversarios de Hamás, que forman parte de la Hermandad Musulmana, ilustra sus temores sobre la inestabilidad que podría surgir en la región. Sin embargo, los líderes egipcios son conscientes de que un alto el fuego podría llevar al caos postconflicto, lo que consideran inaceptable.

El presidente Abdul Fatah el Sisi se muestra cauteloso ante la posibilidad de asumir un rol de supervisión en Gaza, consciente de los riesgos asociados. Desde su perspectiva, el control militar sobre una Gaza devastada, repleta de refugiados y grupos armados, podría comprometer la seguridad nacional. El investigador Ahmad Abd Rabbo describe la situación como "una mina lista para estallar", con potenciales repercusiones en el Sinaí.

Además, la idea de supervisar el desmantelamiento de armas de Hamás despierta inquietudes, especialmente por el contexto de tensiones internas con grupos islamistas. La administración egipcia también teme la posibilidad de una afluencia de refugiados hacia su territorio, motivada por declaraciones israelíes sobre "planes de emigración".

Egipto busca evitar vacíos de poder en Gaza que pudieran ser ocupados por fuerzas contrarias a sus intereses, al tiempo que enfrenta críticas por su reciente acuerdo de exportación de gas con Israel, valorado en 35 mil millones de dólares. Este pacto ha provocado reacciones de desprecio entre naciones árabes, que acusan a Egipto de "apoyo económico sionista".

En el ámbito internacional, Egipto ha sido objeto de manifestaciones antiisraelíes. Se han filtrado imágenes que revelan cómo el ministro de Asuntos Exteriores egipcio instruyó a manejar con firmeza a los manifestantes, incluso ordenando detenciones. Este panorama evidencia que los intereses de El Cairo se centran en estabilizar Gaza, pero con la condición de que la responsabilidad recaiga en otras partes.