
Qué implica el nuevo objetivo de la OTAN de aumentar al 5 % el gasto en cuestiones de Defensa
MUNDO



Bajo la presión por la guerra en Ucrania y las advertencias de Donald Trump, los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se preparan para acordar este miércoles un incremento del gasto en Defensa, que llevará a los Estados miembros a destinar hasta el 5% de su producto interior bruto (PIB) a funciones militares y de seguridad para el año 2035.


La medida representa un cambio estructural en la política de defensa europea y trasatlántica, al sustituir el umbral del 2% —establecido en 2014 como objetivo mínimo— por una meta más ambiciosa que responde tanto a exigencias estratégicas como políticas.
¿Por qué el 5%?
La cifra obedece a dos factores centrales. En primer lugar, el exigente enfoque de Washington, especialmente bajo la influencia del presidente Trump, que ha reiterado que Estados Unidos podría retirar su protección militar a aquellos aliados que no compartan una carga presupuestaria suficiente.
En segundo lugar, la estimación técnica de que el 5% del PIB es necesario para sostener y ampliar la capacidad defensiva de la Alianza frente a Rusia.
Un alto funcionario de la OTAN declaró: “Si Rusia es capaz de financiar la guerra hasta 2027, nosotros también estaremos preparados para financiar nuestro apoyo a Ucrania”. Los nuevos objetivos fueron aprobados por los ministros de Defensa a inicios de junio y se revisarán cada cuatro años.
Un desglose en dos capítulos
El objetivo del 5% se divide en dos componentes:
El 3,5% del PIB deberá dedicarse a gasto militar directo, que incluye adquisición de armas, salarios del personal militar, defensa antiaérea, ciberseguridad, logística y capacidades espaciales. Según el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, esta inversión debería permitir un aumento del 30% en capacidades militares, así como una quintuplicación de los sistemas de defensa antiaérea y la incorporación de miles de tanques.
Por otro lado, el 1,5% del PIB se destinará a funciones de seguridad más amplias, como infraestructuras críticas, control de fronteras y sistemas de transporte capaces de movilizar recursos militares. “Si no puedes llevar tanques al frente porque las carreteras o los puentes no aguantan su peso, entonces estos no tienen ningún valor”, explicó el embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker
Este segundo componente también incluye inversiones en resiliencia civil, un concepto que abarca desde protección de redes eléctricas hasta sistemas de salud preparados para escenarios de conflicto.
Control, seguimiento y cumplimiento
Uno de los elementos clave del nuevo compromiso será su monitoreo continuo. Los países deberán presentar cada año un informe detallado a la OTAN sobre su progreso hacia la meta del 5%. En 2024, solo 22 de los 32 miembros cumplían con el umbral anterior del 2%.
La Alianza dejó claro que todos los miembros deberán alcanzar al menos el núcleo del 3,5% en gasto militar, incluidos España, Bélgica y Eslovaquia, países que han expresado reservas.
La analista Marta Mucznik, del International Crisis Group, subraya que “acordar estos objetivos es un hito importante, pero igual de crítico es el seguimiento”.
Añade que también será clave garantizar que los fondos se asignen de forma eficaz y cierren las brechas en capacidades fundamentales para la seguridad europea y la disuasión a largo plazo frente a Rusia.
La decisión marcará la hoja de ruta militar de la OTAN durante la próxima década, en un contexto geopolítico caracterizado por el retorno de la guerra en Europa y por un creciente cuestionamiento del papel de Estados Unidos en la arquitectura de seguridad occidental.
(Con información de AFP)
Fuente: Infobae
