
Tres estadísticas del gobierno de Boric que levantan sospechas sobre maquillaje de cifras
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“Tenemos un problema, la presentación que usted mandó a la comisión no es igual a la que estamos proyectando”, esta advertencia de la senadora Ximena Rincón, del partido Demócratas, encendió las alarmas en el Congreso. La funcionaria puso en evidencia una ola de inconsistencias en las estadísticas que presentó el Ejecutivo mediante su representante Javiera Martínez, directora de Presupuestos del gobierno del presidente chileno, Gabriel Boric, durante la presentación del Informe de Finanzas Públicas. ¿Es maquillaje de datos o error involuntario? La balanza se inclina a la primera opción.


Las estadísticas de La Moneda son imprecisas. El asunto ya no parece casual o un error tipográfico, sino una estrategia para lograr respaldos en el parlamento a sus iniciativas ante la pérdida de rigurosidad, veracidad y confiabilidad en los documentos. A las imprecisiones de Martínez, se suman las de su jefe, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien también hizo la presentación de un informe el cual tenía discrepancias, así como también el titular de Economía, Nicolás Grau, por entregar cifras falsas sobre cuotas pesqueras.
Sus reiterados “descuidos” tienen en ridículo a las autoridades que, si se desempeñaran en el sector privado, estarían cesantes y sin la protección “lealtad política” que hoy genera escándalos. Ahora, los informes son “meros panfletos” que “alimentan lo que parece ya una agenda presidencial destinada a socavar el Estado de Derecho y las instituciones” señala la abogada y expresidente del Consejo Constitucional, Beatriz Hevia, en El Líbero.
Hacienda inconsistente
Ninguno de los tres altos funcionarios asume las consecuencias del impacto que tienen el patinaje de las cifras en las estadísticas del gobierno de Boric. Ganar apoyos con información errónea o manipulada puede darles una victoria ideológica. Lo saben, de lo contrario, asumirían la responsabilidad y darían un paso al costado.
Martínez debió hacerlo cuando no le cuadró la caja ante el Congreso cuando proyectó el presupuesto en 75.797.937 MM$ (22,7% del PIB) y en la versión entregada a los diputados aparecía con 76.361.899 MM$ con el mismo porcentaje del PIB. Sus “pelones” ya le habían sucedido en el informe de finanzas públicas del IV trimestre de 2024 donde los errores de cálculo de ingresos llevaron al déficit fiscal a subir del proyectado de 1,9% a un 2,9% del PIB.
La situación genera dudas sobre la efectiva pero, sobre todo, transparente rendición de cuentas. Todas las críticas recaen sobre el titular de la cartera, Mario Marcel, por presentarse en el Congreso a debatir el proyecto de ley que reajustaría el ingreso mínimo mensual y otras asignaciones sociales con un documento distinto al entregado a los parlamentarios.
Las diferencias en las versiones del informe quedaron al descubierto cuando el diputado de la Unión Demócrata Independiente, Felipe Donoso, detectó que la presentación proyectada en la sala por el jefe de la billetera fiscal era otra a la recibida por la plenaria. Las cifras no coincidían.
Números con diferencias
En el subsidio familiar se detectó una diferencia de 1.797 millones de pesos entre el costo real, establecido en 15.980 millones, y el reportado, de 17.777 millones. Esta inconsistencia se repitió en la asignación familiar, con una discrepancia de 442 millones: el primer documento indicaba un gasto de 3.937 millones, mientras otro señalaba 4.379 millones.
Algo similar ocurrió con la asignación por muerte, estimada en 1.268 millones, pero presentada al Congreso como 1.411 millones, lo que generó dudas sobre el origen del incremento de 143 millones de pesos. Aunque Marcel aludió a la necesidad de una corrección técnica más por “el diablo metió la cola” entre el papel, en el hemiciclo aumentó el cuestionamiento a la fiabilidad de la información emitida por el despacho a cargo de las cuentas estatales.
Donoso lo dilapidó. Recalcó que “cuando los errores en cifras son repetidos, pierde la credibilidad del ministerio. Y eso no es un riesgo para el ministro, no es un riesgo para el presidente, es un riesgo para el país”.
Cuota de merluzas sin certezas
La falta de certezas en las estadísticas del gobierno de Boric también tienen al ministro de Economía chileno, Nicolás Grau, bajo tensión. La oposición solicita su renuncia luego del subsecretario de Pesca, Julio Salas, presentar cifras erróneas sobre la captura de merluza ante la comisión del Congreso que discute el proyecto de ley de fraccionamiento pesquero.
Salas proyectó como balance anual sólo los datos recabados en septiembre de 2024, con ello, aseguró que el sector industrial había capturado solo el 61% de las cuotas, pero, el dato “estaba equivocado”. En realidad, había sido de 93,2%.
Esas estadísticas de Boric llevaron a la comisión mixta a aprobar una rebaja de la cuota de los industriales de 60% a 48%, elevar a los artesanales a 52% y a la empresa PacificBlu, a anunciar el cierre de la compañía para el año 2026 por el cambio en las cuotas, lo cual provocará 3000 desempleados en la región de Biobío.
El presidente de la Comisión Mixta de Fraccionamiento, Fidel Espinoza, consideró que “esto es una situación de extrema gravedad”. Lo es. Los pescadores artesanales ahora está en las calles en protesta activa para evitar un cambio a lo establecido, mientras otras cuatro compañías, Blumar, Camanchaca, Landes y Foodcorp, anuncian acciones legales en tribunales internacionales y la paralización de proyectos.
Fuente: PanamPost
