
Metro de Bogotá, en medio de la tensión con EEUU por capricho de Petro con China
MUNDO



Era previsible que el capricho de Gustavo Petro de sumar oficialmente a Colombia a la Nueva Ruta de la Seda, la iniciativa con la que el régimen chino busca expandir su influencia en el mundo, iba a generar reacciones en Estados Unidos con un alto precio para la nación sudamericana. No habían pasado 48 horas de la firma del plan de cooperación con Pekín, cuando el Departamento de Estado de EEUU lanzó una dura advertencia que pone en el medio de la tensión al principal proyecto de infraestructura que se construye actualmente en el país: el Metro de Bogotá.


“Estados Unidos se opondrá firmemente a los proyectos recientes y a los próximos desembolsos por parte del BID y otras instituciones financieras internacionales para empresas estatales chinas en Colombia (y otros países de la Franja y la Ruta de la Seda en la región). Estos proyectos ponen en peligro la seguridad de la región. El dinero de los contribuyentes estadounidenses NO DEBE ser utilizado de ninguna manera por organizaciones internacionales para subsidiar a empresas chinas en nuestro hemisferio”, publicó la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EEUU este jueves en la tarde.
Como era de esperarse, la prensa colombiana puso de inmediato los ojos en el Metro de Bogotá, ya que tanto su construcción como su operación están en su totalidad en manos de un consorcio chino, y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó para la primera línea un crédito programático por 600 millones de dólares con una operación inicial por 70 millones, mientras que para la segunda línea esta organización financiera multilateral ya autorizó un crédito por 415 millones de dólares, con una operación inicial de 50 millones, según información pública divulgada por la Alcaldía de Bogotá.
El poder de voto de EEUU y Colombia en el BID
Por tal motivo, inmediatamente después del anuncio del gobierno de EEUU, la administración distrital bajo el mando del alcalde Carlos Fernando Galán, difundió un comunicado en el que asegura que “Bogotá cuenta con todo el soporte financiero que el proyecto necesita para continuar ejecutándose”, haciendo énfasis en la “relación directa” con la banca multilateral, tanto para la ejecución de la primera línea como para el proceso licitatorio de la segunda.
Sin embargo, la preocupación no deja de estar presente, si se toma en cuenta que el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump no ha dudado a la hora de presionar a la Casa de Nariño cuando su homólogo colombiano Gustavo Petro ha pretendido desafiar a Washington, tal como ocurrió cuando tras un torpe arrebato impidió el ingreso al país del primer vuelo con deportados de Estados Unidos y la Casa Blanca respondió suspendiendo de inmediato todos los servicios consulares.
Y si bien hay compromisos previamente adquiridos con el BID, no se puede olvidar que Estados Unidos es el país con mayor peso en el banco, con un poder de voto de 30 %, seguido muy de lejos por Brasil y Argentina con 11 % cada uno, mientras que en las tomas de decisiones el peso de Colombia es apenas de 3,1 %, según se aprecia en el portal oficial del organismo multilateral.
Fuente: PanamPost

Irán y los iraníes se aproximan a su hora más crítica: el cambio de un régimen








