
Por qué bajar la edad de imputabilidad es lo lógico en un país como Argentina
MUNDO - ARGENTINA



La sociedad argentina volvió a quedar despedazada. Está con su alma rota por el crimen de la pequeña Kim Gómez, de 7 años. Lo indignante en el caso, como en tantos otros, es que el delito fue cometido por dos menores, uno de 14 años y otro de 17, uno de ellos reincidente luego de dos semanas de haber sido liberado. El presidente argentino, Javier Milei, no ha sido ajeno al tema y reiteró las palabras dichas en julio de 2024, durante una entrevista. Allí aseguraba “ante delito de adulto, pena de adulto (…) Si tiene conciencia para cometer un delito de adulto, ¿por qué no va a pagar como un adulto”. Hoy esta afirmación cobra mayor fuerza y la verdad, él tiene razón.


No se puede dejar sin castigo a quien sabiendo la magnitud de las acciones que llevará a cabo, en perjuicio de otro, va y cumple con su cometido. Esa es la verdad, sin edulcorantes ni adornos rimbombantes. Este camino que está trazando el Gobierno argentino es el más indicado para que la propia ciudadanía pueda sentirse protegida ante un mal que gracias a las narrativas demagógicas se está carcomiendo día a día la seguridad de un país que lucha por llegar y quedarse caminando la senda del progreso.
La postura de Milei sobre la baja de la edad de imputabilidad no se ha modificado ni en una sola coma desde que entró en la arena política, de hecho, no tiene porqué cambiarla, considerando el contexto de esta nación. Incluso, este domingo, en un encuentro con el periodista Luis Majul en el canal LN+, el mandatario recalcó que se podría ver la posibilidad de imputar delitos y juzgar penalmente a menores hasta los 10 años, porque hay países en el mundo, como Inglaterra y Suiza, en los cuales el rango está en esa edad. Mientras tanto, en Argentina el Régimen Penal a la Minoridad (ley N° 22.278) establece que los menores de 16 años no pueden ser juzgados.
En cuanto a los que tienen entre 16 y 18 años, solo podrán ser juzgados por delitos de acción pública —aquellos que, por su gravedad, no necesitan denuncia privada para que el fiscal actúe— o que impliquen una pena superior a dos años de prisión, y ellos solo pueden empezar a cumplirla en una cárcel a los 18 años.
En su entrevista a LN+, Milei mencionó el proyecto anunciado el 28 de junio de 2024 por el Ministerio de Seguridad Nacional, que tiene como objetivo bajar la edad mínima de punibilidad a los 13 años e hizo referencia al caso de Kim Gómez, para ejemplificar lo funcional de esta legislación que aún duerme en el Congreso: “Uno de los asesinos de Kim (de 14 años) no podría haber salido y estaría preso”.
Sobre esta situación, el columnista Marcelo Duclos, de PanAm Post, se expidió en su momento con hechos imposibles de ignorar. Al respecto opinó:
Es importante aclarar que la degradación que sufre Argentina está directamente vinculada con la política, así como sus causas. Sin embargo, más allá de las discusiones acerca de la justicia, las penas, el sistema carcelario, la edad de imputabilidad, no se puede dejar de lado una cuestión importante y que la izquierda entre todas las cosas que dice, generalmente equivocadas, hay una cosa que tiene razón.
Ellos aseveran que estos problemas no se pueden arreglar con el código penal y con la represión en la mano. Eso es cierto, porque ya no estamos hablando de una camada de delincuentes que puedan cohibirse porque aumente el número de penas. Actualmente, se aborda el tema de personas que no valoran la vida de otros ciudadanos, porque no valoran directamente la de ellos.
Entonces, ¿por qué no se le ha dado la urgencia correspondiente al tema de la baja en la edad de imputabilidad? En honor a la verdad, también es cierto que el oficialismo en el parlamento cuenta con minoría en ambas cámaras y esto ha dificultado la labor en el seno del Poder Legislativo con una oposición empecinada en acabar con el gobierno sin medir las consecuencias en la ciudadanía. Sin embargo, con las elecciones legislativas en puerta y el Gobierno solo jugándose dos bancas obtenidas en 2021, toda la suma de curules que llegue es ganancia y, por lo tanto, las probabilidades de un Congreso que responda a los clamores de la sociedad cada vez más vulnerable, sobre todo en materia de seguridad, es cada día mayor, especialmente cuando se ven crímenes de esta naturaleza.
La politiquería también tiene sus manos manchadas de sangre
Lo de Kim Gómez es tan solo una ínfima muestra de lo que puede ocurrir de no tomar los correctivos posibles en una provincia, en este caso, en donde la ideología, así como la politiquería barata y grotesca, empieza a jugar en la cancha. Esta sed de poder hace que dirigentes como el kirchnerista Axel Kicillof, en su terquedad de mostrarse como el ungido y único contrapeso de Milei de cara al 2027, no acepte la ayuda del Ejecutivo para controlar el cóctel de inseguridad, caos y miseria en el que se ahoga a diario quienes viven en el conurbano de Buenos Aires, donde vive la mitad de la población de Argentina.
En lugar de hablar de la baja de la edad de imputabilidad, el dirigente peronista, otrora ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner, opta por balbucear medias verdades y se escuda en excusas endebles y huecas, así como su sistema de seguridad. Es por ello que Milei recuerda de forma constante lo siguiente:
“Kicillof adhiere a la doctrina Zaffaroni, que es el wokismo en derecho. ¿Qué quiere decir? Pone a los delincuentes como si fueran víctimas, y a las víctimas como victimarios. ¡Es un desastre! Termina premiando a los delincuentes y castiga a los honestos y a la gente de bien. Consecuentemente, es parte del problema. No se puede trabajar con él porque quiere liberar a los delincuentes. Yo estoy del lado de la Policía y los buenos, el que las hace las paga”.
En el crimen de la pequeña Kim hubo premeditación y alevosía. Acá, la edad no termina siendo un factor determinante, pero el deseo de dañar al otro sí. Estamos hablando de un joven que dos semanas antes había estado en prisión por robo de vehículo, entonces, ¿por qué teñir un tema de este calibre de victimizaciones, de narrativas engañosas? Muchos hablan de que la ignorancia es atrevida, pues, la hipocresía también lo es y termina dañando a muchos otros si hay fines oscuros detrás de ella.
Los números acompañan las aseveraciones del mandatario. Aunque no hay datos oficiales sobre 2024, la agencia española EFE recalcó que el último informe del Ministerio Público Fiscal de la provincia sobre homicidios reveló que los asesinatos aumentaron un 13,5 % en 2023 con respecto a 2022. Asimismo, también se conoció que según el Relevamiento Nacional de Dispositivos Penales Juveniles y su Población de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, en el primer semestre de 2023 había 2.407 menores en centros y, de ellos, 1022 tenían menos de 16 años.
Fuente: PanamPost










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