El asalto a Telefónica del régimen sanchista, en definitiva a una de las primeras empresas de España, evidencia, si es que alguien lo dudaba, que Pedro Sánchez va a por todas.
Y no se conforma con okupar la práctica totalidad de las Instituciones del Estado (Fiscalía, Consejo de Estado, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal de Cuentas, etc.), sino que ahora va a por los poderes económicos.
Como todo político con mando en plaza, ha debido llegar al convencimiento, con siete años de retraso, y un supuesto doctorado en economía, que el capital es quien realmente dirige el mundo, y que la casta política no son más que los titiriteros, que bailan al sol que más calienta, para entretener a la plebe, mientras obedecen, y rinden pleitesía a los amos del mundo.
Todos sabemos, o deberíamos saber, quiénes son los amos del mundo, y donde anidan.
Y no contento con practicar una política nepotista, el emperador Nepote a su lado era un simple aficionado, ahora quiere colonizar las grandes empresas del IBEX, con la colaboración de la gran banca, que siempre está al lado del que manda, sea del color que sea.
Alberto Núñez Feijóo, como siempre, a por uvas, sin enterarse de nada, hasta que el golpe en Telefónica no tiene ya marcha atrás.
Dentro de poco veremos a la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, a su hermano y a sus dos hijas adoptadas como consejeras de Telefónica, aunque, conociendo a Begoña, seguro que querrá ser vicepresidente, y eso como mínimo…
No contentos con saquear las arcas públicas, en las que ya no hay más que telarañas, ahora van al asalto de las pocas grandes empresas españolas que quedan.
¡Y la no oposición pepera, pasando de todo!
Claro, todavía no se han repuesto de que Donald Trump haya preferido invitar a su toma de posesión a Santiago Abascal, en lugar de a Feijóo, que debería comprar su billete de vuelta a Galicia, pero solo de ida.
¿Y Felipe VI…?
Pues el jefe del Estado, ni está ni se le espera.
La colaboración de La Caixa con el sátrapa Sánchez ha devenido en complicidad, algo que se puede predicar también de los demás grandes bancos.
Cuando ni los poderes económicos ni sociales se oponen al tiranicidio, debemos constatar que estamos solos, completamente solos.
Pero no nos rendiremos, y seguiremos diciendo las verdades del barquero, a quien quiera oírlas.
Los españoles estamos asistiendo a un golpe de Estado incruento, en vivo y en directo. Como me decía don Dalmacio Negro, (QEPD), vivimos en una época apasionante, por todo lo que está pasado, y lo que pasará. ¡Lástima que él no lo haya podido ver, y es posible que yo tampoco!
Pero no cabe duda de que Pedro Sánchez debería encargar a cualquier escritor de pago, la redacción de un nuevo libro, firmado por él, por supuesto, y tan falso como su tesis doctoral, titulado: “El golpe de Estado perfecto”.
Fuente: PanamPost