Mientras tengan cautivos a los rehenes, Israel tiene todos los derechos para recuperarlos

ISRAELAgencia Internacional de Noticias (AIN)Agencia Internacional de Noticias (AIN)
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Altos funcionarios israelíes afirman que a partir del 20 de enero de 2025 "será posible tomar medidas adicionales en Gaza". La impresión que prevalece en Israel es que a Trump no le importan demasiado las medidas que emplee Israel en la Franja de Gaza. Tiene dos objetivos claros: la liberación de los rehenes y una victoria israelí para poner fin a la guerra. Los métodos para lograr estos objetivos le parecen irrelevantes.
En Jerusalén, así como en la Kirya de Tel Aviv, los preparativos para la era Trump se mantienen en estricto secreto. Cuando llegue ese momento, si para entonces no se ha llegado a ningún acuerdo, se espera que Israel restablezca las reglas de enfrentamiento contra Hamás.

Muchas de las herramientas que actualmente restringe la administración Biden, junto con las exigencias específicas a Israel, ya no serán aplicables. Un alto funcionario israelí expresó su esperanza de que el primer ministro Netanyahu y el general Nitzan Alon aprovechen la oportunidad de operar "totalmente fuera de los esquemas establecidos". El funcionario enfatizó la necesidad de romper con el patrón actual, en el que la organización terrorista se sostiene a través de rehenes o utiliza prisioneros liberados para reponer sus filas.

¿Qué medidas podría adoptar Israel que actualmente no están contempladas? Según la fuente, la ayuda humanitaria que el gobierno saliente insistió en que Israel entregara a Gaza ya no le importará a Trump. Reducir esa ayuda, o tomar el control total sobre lo que entra en la Franja, podría empeorar la situación de Hamás y aumentar la presión sobre la organización para que libere a los rehenes.

Otro aspecto crítico es el armamento. Trump se ha comprometido a liberar todos los envíos de armas que se encuentran actualmente retrasados ​​bajo el gobierno de Biden en su primer día en el cargo. Una vez que lleguen las bombas y los proyectiles retrasados, las FDI tendrán los medios para ampliar significativamente sus operaciones militares.

Además, el funcionario señaló que los traslados de población, si Israel los considera necesarios para desmantelar a Hamás o proteger a los rehenes, probablemente enfrentarán poca oposición bajo el gobierno de Trump. Los funcionarios israelíes estiman que la administración entrante no exigirá rendición de cuentas mientras el mensaje sea: "Hagan lo que tengan que hacer. No les dictaremos sus acciones".

A partir del 20 de enero, Netanyahu ya no tendría que justificar medidas como el suministro de combustible y materiales de doble uso a Gaza bajo presión estadounidense. En cambio, tendría el apoyo de Trump para detener por completo esos suministros. Se podrían volver a implementar medidas drásticas que se tomaron al comienzo de la guerra, como limitar la electricidad y el agua.

Si no se llega a un acuerdo en las próximas semanas, Israel podría intensificar sus estrategias alternativas, como ofrecer recompensas financieras o acuerdos de exilio. Si bien hasta ahora las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet han seguido esta estrategia con cautela, se han distribuido carteles por toda Gaza y los mensajes dictados por Hamás en los vídeos de los rehenes sugieren que la oferta les ha llegado.

Sin embargo, es posible realizar esfuerzos más profundos y sofisticados en esa dirección, que aún no se han implementado. Además, si Trump elimina cualquier veto a las evacuaciones de la población de Gaza, podría aumentar la presión sobre Hamás.

Los funcionarios israelíes creen que Hamás comprende lo que puede ocurrir el 20 de enero, y este reconocimiento ha influido en su reciente disposición a negociar. No obstante, la inflexibilidad recurrente de la organización puede dejar a Jerusalén sin otra opción que cumplir las expectativas de Trump: abrirle las puertas del infierno a Hamás para que los rehenes regresen a casa.

Con información de Israel Hayom

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