La víspera de Navidad en Chile se vio empañada por un violento ataque masivo en la zona sur de la Región Metropolitana de Santiago, donde un sujeto, sin piedad, compasión ni motivo aparente, disparó indiscriminadamente en la calle. En tan solo media hora, seis personas fueron alcanzadas por los disparos: dos perdieron la vida, una permanece en riesgo vital y tres más resultaron heridas.
El caso es inédito. Nadie sabe —hasta el momento— si el sospechoso de cometer estos homicidios actuó perturbado por algún problema psiquiátrico o bajo el efecto de las drogas. Sin embargo, según reportes publicados por Biobío, el autor material de este hecho atribuyó su accionar a un “mandato divino”.
Si bien las investigaciones de la Fiscalía aclararán las razones del ataque del sospechoso por el tiroteo en la comuna de La Cisterna, Chile ya entra en la lista de naciones asediadas por los tiroteos, tales como Australia, Reino Unido, Finlandia, Estados Unidos.
Detonaciones en tres lugares distintos
En Chile, el autor de los disparos actuó en tres lugares distintos. El primer tiroteo fue en la calle Locarno con Colón, en contra de un grupo de clientes de una botillería. Ahí dejó un hombre muerto en el lugar, mientras que una mujer falleció durante su traslado al Hospital Barros Luco. Las víctimas fatales tenían 31 y 46 años, respectivamente, y no guardaban relación entre ellas. La tercera persona que fue alcanzada por las balas está en una condición grave en el mismo recinto asistencial. Hasta ahora, el único dato que ha trascendido es que tiene 44 años. De este punto, siguió hasta la calle Zurich Sur, donde dejó un herido y otro más en el pasaje Chonchi.
El fiscal a cargo de la indagatoria, Jorge Cáceres, descartó la existencia de una condición o enfermedad mental. “Esa es una cuestión que también se tendrá que investigar, si se estima necesario” dijo, especialmente, porque el victimario de estas personas tiene antecedentes penales.
Ola de violencia e inseguridad
El impacto por este caso de homicidios múltiples es severo, no sólo por ser un hecho sin precedentes, sino porque, además, forma parte de un balance de violencia en víspera de la Nochebuena que arroja diez fallecidos durante el fin de semana previo a la celebración, todos en diversas circunstancias.
Según un reporte de El Mercurio, durante la madrugada del sábado un hombre de 30 años fue asesinado de una puñalada en el cuello, en la comuna de Santiago.
La misma jornada cerró con un hombre baleado en la comuna de San Joaquín, presuntamente, en el contexto de un asalto perpetrado por un grupo de delincuentes. Informes indican que la víctima se encontraba en un paradero esperando un autobús, cuando fue abordada por, al menos, dos sujetos que descendieron desde un vehículo para arrebatarle sus pertenencias. Tras resistirse, recibió al menos cuatro disparos. Poco después se descubrió que se desempeñaba como funcionario del área de seguridad de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGCA). El ente emitió un comunicado en el cual aseguró que estaban “consternados”.
Asimismo, este domingo, un hombre fue asesinado en Puente Alto tras recibir al menos seis disparos a corta distancia mientras se encontraba dentro de un taxi colectivo. Según información preliminar, dos individuos armados se aproximaron al vehículo y abrieron fuego contra la víctima, quien falleció en el lugar.
Horas más tarde, en la región de La Araucanía, otro hombre fue encontrado sin vida en la vía pública, con una herida de bala en el tórax, aparentemente causada por una escopeta. Ambos casos están siendo investigados por las autoridades para esclarecer los hechos y dar con los responsables.
Fuente: PanamPost