Israel apunta ahora al arsenal nuclear iraní tras la caída de Siria y Hezbolá
ISRAEL Andrea Polidura*Irán no pasa por su mejor momento. En cuestión de unos pocos meses, la República Islámica ha perdido a su gran caballo de troya en la región, la milicia chií libanesa Hezbolá, mientras que este domingo caía otro de sus grandes pilares en política exterior, la Siria de Bashar al Asad. Al régimen de los ayatolás aún le quedan los hutíes de Yemen, que se han convertido en su gran punta de lanza contra Israel en la región. Ante esta aparente debilidad de Teherán, el Estado judío ya se ha fijado un nuevo objetivo: el arsenal nuclear iraní. Para ello, las Fuerza Aérea israelí ha seguido preparándose para actuar en cualquier momento, según informó el medio hebreo The Times of Israel.
La Administración de Benjamin Netanyahu espera contar con el apoyo del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para llevar a cabo estos ataques. Israel teme que, ante el debilitamiento del autodenominado «Eje de Resistencia», formado por Hamás, en la franja de Gaza, Hezbolá, en el Líbano, y los hutíes, en Yemen, la República Islámica aumente su capacidad de disuasión en el ámbito nuclear. Irán siempre ha defendido que su programa nuclear solo persigue fines civiles, sin embargo, Teherán ha aumentado significativamente el ritmo al que puede producir uranio enriquecido al 60 %, lo que le acerca peligrosamente a fabricar una bomba nuclear.
El pasado mes de octubre, Israel lanzó un ataque aéreo contra instalaciones militares en Irán como represalia a una ofensiva previa de la República Islámica con alrededor de 180 mísiles balísticos. Teherán quitó hierro a los ataques israelíes, pero días después se publicó que, durante el bombardeo israelí, los sistemas de defensa antiaéreos iraníes quedaron fuera de juego y dejaron expuestas varias instalaciones nucleares. Israel podría aprovechar esta debilidad para asestar un duro golpe a las capacidades atómicas del régimen de los ayatolás, en un momento en el que el Teherán trata de recomponerse tras la pérdida de sus dos grandes aliados.
Hezbolá, descabezado y totalmente fuera de juego tras más de un año de guerra con Israel, acordó un alto el fuego de 60 días el pasado mes de noviembre, desligándose así de Hamás y la guerra que libra contra el Ejército hebreo en Gaza. Por su parte, la organización terrorista palestina, al verse totalmente aislada, parece haber aceptado las exigencias de Netanyahu para implementar una tregua en el enclave. Según publicó este miércoles The Wall Street Journal, Hamás habría terminado por ceder y las tropas hebreas mantendrían su presencia, de manera temporal, en el Corredor Filadelfia, en la frontera entre Egipto y Gaza, así como en el Corredor Netzarim, que parte la Franja en dos.
Es evidente que la caída del dictador sirio Al Asad a manos de varios grupos rebeldes, liderados por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS), ha beneficiado a Israel. Sin embargo, y a pesar de que en un primer momento Netanyahu celebró la caída del régimen sirio, este ha ordenado a sus tropas que refuercen sus posiciones en los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel durante la Guerra de los Seis Días. Además, ha emprendido una campaña de bombardeos sin precedentes desde el pasado domingo y que este jueves ha vuelto a sacudir los alrededores de la capital, Damasco. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y la televisión siria señalaron que en esta ocasión los ataques aéreos tenían como objetivo el aeropuerto de helicópteros de Aqraba.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) defienden que sus acciones solo buscan destruir las armas estratégicas del país para que no acaben en manos de «terroristas». En los últimos cinco días, los cazas israelíes han efectuado más de 350 bombardeos en 13 provincias de Siria. A pesar de las críticas internacionales que han despertado las acciones del Ejército hebreo contra el país vecino, Netanyahu defendió las operaciones este jueves ante el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. «Israel hará lo necesario para protegerse de cualquier amenaza», aseveró el mandatario israelí. Las FDI aseguran que han conseguido destruir en torno al 86 % de los sistemas de defensa antiaérea del antiguo régimen de Al Asad.
*Para El Debate