Argentina va hacia el ordenamiento de sus cuentas públicas, pero Kicillof profundiza el despilfarro

No es ningún secreto que el quebrado “Estado de bienestar” argentino, profundizado por el kirchnerismo, se había vuelto atractivo para muchos extranjeros. Mientras que dentro de las fronteras argentinas las personas que vienen de todo el mundo acceden gratuitamente a salud o educación, muchos nacionales no tienen los mismos beneficios en otros países. La discusión con Bolivia en este sentido ha tomado notoriedad en diversas oportunidades. Hace dos años, en uno de varios casos similares, un argentino perdió la vida luego de que se le negara la atención médica necesaria tras un accidente.

En el marco del ordenamiento fiscal que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó hoy que comenzarán a reglamentarse las acciones necesarias para que se deje de brindar servicios como salud o educación a extranjeros que llegan al país solamente para servirse de estas prestaciones.

Vale recordar que en varias naciones limítrofes hasta se realizan “tours” para personas que llegan a atenderse en los hospitales argentinos. A veces, incluso, para tratamientos que tienen que ver con cuestiones estéticas.

“El objetivo es avanzar para ser un país ordenado”, aseguró el portavoz antes de enumerar las medidas que implementará el gobierno a la brevedad.

Vamos a disponer el fin de la gratuidad de la atención médica para extranjeros. Los organismos nacionales, provinciales o municipales competentes en materia de salud van a determinar las condiciones de acceso al sistema, incluyendo la posibilidad de cobrar el servicio a los extranjeros que no residan en el país”.
Casi como una respuesta contestaria, siempre para marcar las diferencias con el gobierno nacional, la administración de la provincia de Buenos Aires aclaró que en sus dependencias todo seguirá como hasta ahora. Es decir, que la demanda que se repartía tanto en los centros provinciales como en los nacionales, ahora se incrementará exponencialmente en las dependencias bonaerenses.

“Las medidas que anuncia el gobierno nacional carecen de conocimiento del funcionamiento del sistema y solo buscan provocar, generar odio y resentimiento”, señalaron desde la administración kirchnerista de la provincia.

Desde que el gobierno nacional comenzó con su plan de ajuste y estabilización económica, que cuenta con un amplio apoyo en la opinión pública, la gestión de Axel Kicillof se empeñó en ir en la dirección opuesta. Claro que sin las transferencias de recursos que recibía de los gobiernos nacionales del mismo signo político, el gobernador se dedicó a aumentar los impuestos, lo que no está siendo bien recibido por los contribuyentes bonaerenses.

Es probable que, en el corto plazo, ambas decisiones fiscales evidencien resultados dispares. En 2027, tanto Milei como el kirchnerismo de la provincia de Buenos Aires deberán ir a las urnas para evaluar la continuidad de ambos proyectos. El año próximo, en las elecciones de medio término, se verá cómo está parada cada propuesta política ante la opinión pública.

Fuente: PanamPost