“Sin diésel no hay comida para 2025”: productores agropecuarios de Bolivia alertaron que la seguridad alimentaria está en riesgo
MUNDOAgencia 24 NoticiasDesde hace más de dos semanas que las filas para cargar combustible en Bolivia parecen interminables. Tras varios meses de periodos de escasez, principalmente de diésel, el desabastecimiento se agudizó y afectó también a la gasolina. El Gobierno atribuye el problema a los bloqueos realizados por seguidores de Evo Morales (entre el 14 de octubre y el 6 de noviembre) y asegura que está trabajando para normalizar el suministro.
Varios sectores se declararon en emergencia. El vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking, alertó que si no se concreta la siembra de verano en las próximas semanas por falta de diésel, se pone en riesgo la seguridad alimentaria del país en 2025.
“Sin diésel, no hay comida para el 2025″, manifestó Frerking en declaraciones al canal Unitel. El empresario advirtió que si hasta el 30 de diciembre no logran sembrar, el 90% de las casi 2 millones de hectáreas que siembra Santa Cruz “va a estar en riesgo la seguridad alimentaria del país para el próximo año”.
Los empresarios de Santa Cruz habían pedido al Gobierno que se autorice la libre importación y comercialización de carburantes. “Está claro que, en los últimos meses, el Estado no ha tenido la capacidad de darle certidumbre en el tema de combustible”, manifestó Jean Pierre Antelo, presidente de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco), en una conferencia de prensa.
El Estado boliviano importa y subsidia los combustibles en el país. Según datos oficiales, compra en el exterior el 86% del diésel y el 56% de la gasolina que necesita para abastecer el mercado interno y la vende a un precio menor, lo que constituye uno de los mayores gastos públicos.
Desde hace más de un año que se producen periodos de escasez, principalmente de diésel, pero nunca fueron tan prolongados como esta vez. El Gobierno sostiene que los bloqueos del evismo afectaron la logística de distribución, pero éstos fueron levantados el hace cinco días y las filas se mantienen. Expertos ven que el problema de distribución es circunstancial, y que el desabastecimiento se debe a la baja producción local y la falta de dólares para la importación, por lo que no auguran soluciones inmediatas.
La administración de Luis Arce está dando largas a la normalización del suministro. La anterior semana, el ministro de Hidrocarburos afirmó que este fin de semana se regularizaría el abastecimiento y el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos dijo que hasta este lunes las filas iban a estar en “cero”, pero la realidad es otra: desde la madrugada hay filas interminables en prácticamente todas las estaciones de servicio. Arce, en un acto conmemorativo en Potosí este domingo, amplió los plazos que dieron sus funcionarios y dijo que “en diez días” a partir del miércoles, estaría resuelto el problema.
“Estamos previendo que en 10 días, a partir del miércoles que empieza el cómputo, vamos a resolver este tema de la falta de provisión de combustibles y también el tema de la disminución de los precios de la canasta familiar”, afirmó el jefe de Estado.
El líder opositor Luis Fernando Camacho ha criticado este mensaje a través de un mensaje en su cuenta de X. “Ante la indignación de la gente, la respuesta del gobierno de Arce, lamentablemente, es solo un mensaje demagógico. La crisis que Evo y Arce provocaron en 20 años de despilfarro, corrupción y mala gestión, ¿lo van a solucionar ahora y en 10 días?”, cuestionó.
La falta de carburante ha provocado malestar en la población porque ha disparado los precios de algunos productos y servicios. En Santa Cruz y La Paz, usuarios del transporte público denuncian que los choferes han subido deliberadamente en 50% el precio del pasaje bajo el argumento de que pasan muchas horas esperando en las estaciones de servicio y que hay menos buses que están operando. “El transporte también es el pueblo”, decía un letrero en uno de los buses cruceños que justificaba el alza del pasaje.
Mientras algunos sectores suben sus precios, otros se declaran en emergencia ante la imposibilidad de operar y la población se adapta como puede al nuevo escenario, en un ambiente de incertidumbre y pesimismo sobre el futuro económico del país, según datos de encuestas recientes.
Fuente: Infobae