Cómo el Miss Universo se prestó para los planes globalistas y la agenda progre

ACTUALIDAD - CULTURAAgencia Internacional de Noticias (AIN)Agencia Internacional de Noticias (AIN)
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La elección de la mujer más hermosa del universo sirvió como plataforma para pregonar una agenda de división y control. De manera no tan sutil, el Miss Universo 2021 incluyó en las preguntas temas que marcan pauta para la opinión pública.

La ganadora del certamen, Miss India, fue con particular énfasis «políticamente correcta» al posicionar la «necesidad» de la vacuna contra el coronavirus «para poder viajar», el «empoderamiento femenino» e incluso el movimiento #MeToo, una campaña feminista que empezó como una plataforma de denuncias contra el acoso y abuso sexual pero terminó mostrando una fuerte carga ideológica.

Las contradicciones del movimiento #MeToo
Una de las fundadoras de #MeToo, Rose McGowen, denunció recientemente que recibió amenazas y que las mujeres que eligen no ser funcionales a la agenda política de la izquierda son silenciadas sistemáticamente.

Reprochó que la esposa de Gavin Newson, el gobernador demócrata de California, habría fingido ser una víctima de violación de Harvey Weinstein, el polémico productor de Hollywood cuyo caso destapó los escándalos de abuso de poder en la industria cinematográfica.

Según McGowen, votante histórica del Partido Demócrata, que ahora combate de frente a la «élite política», la esposa del gobernador se infiltró en el movimiento #MeToo para obtener acceso a un «grupo de correo electrónico privado de víctimas de violación de Weinstein», patrocinador de la campaña de su marido.

El movimiento que por meses dijo que había que creerles a las mujeres, pasó por encima del testimonio de abuso de la secretaria del entonces candidato a la presidencia, Joe Biden, y contrario a lo que pregonaba, impulsó su campaña.

La fundadora del movimiento #MeToo, Tarana Burke, dijo que Joe Biden podía ser un ejemplo de responsabilidad por abuso y aún así «elegible». Incluso referentes «progresistas» y «aliados» se indignaron ante la postura de Burke. Entre ellos, uno de los más destacados fue el obispo protestante Talbert Swan.

«Ayúdenme a entender cómo Tarana Burke, fundadora de #MeToo, el movimiento que dice que deberíamos #BelieveWomen (creerles a las mujeres), dice que podemos elegir a Biden y responsabilizarlo al mismo tiempo. Muchos otros acusados perdieron sus carreras por culpa de #MeToo, pero ¿este debería convertirse en presidente de la nación? ¿Con cuál versión nos quedamos?», la increpó.

Otra fundadora de #MeToo, Asia Argento, evidenció la falencia de abordar la justicia con «perspectiva de género» que impone a la mujer como víctima perpetua y al hombre como abusador, eliminando así la presunción de inocencia de ambos. La actriz y directora de cine, Asia Argento, fue acusada de abusar sexualmente de Jimmy Bennet cuando éste tenía 17 años y ella 37, en el estado de California, donde la edad de consentimiento es de 18 años. Sumado al presunto delito, el abusado dice que la abusadora compró su silencio por 380.000 dólares.

En contraste, Miss Paraguay tuvo un mensaje verdaderamente inclusivo en el Miss Universo 2021. Puesto que no se limitó a la mujer sino que apeló a toda persona. Contrario al relato victimista del feminismo, Nadia Ferreira dio un mensaje esperanzador, donde recalcó que todos podemos salir adelante, a pesar de la adversidad y aún así resultar victoriosos.

Finalmente ella quedó en segundo lugar. Al parecer no era el mensaje que buscaba el certamen. Cuando se anunció su nombre para sumarse a las finalistas del Miss Universo, levantó la mirada, se persignó y agradeció a Dios. Lo que desató la sospecha de que manifestar públicamente su fe le habría restado puntos en el entorno progresista que invocando una presunta inclusión excluye los símbolos del Cristianismo, supuestamente para no herir la sensibilidad de los no cristianos, como ocurrió recientemente en la Comisión Europea, donde se pretendía sustituir la tradicional celebración de «Feliz Navidad» por «Felices fiestas».

La más frontal en su funcionalidad con la agenda global fue Miss Filipinas, así quedó demostrado con su respuesta: «Creo que la salud pública es responsabilidad de cada uno, y el mandato de vacunación es necesario, y si mandatos como el del pasaporte sanitario nos ayudan a controlar y mejorar la vacunación y mitigar la situación de la pandemia en la actualidad, entonces estaría de acuerdo con los mandatos de vacunación y la necesidad del pasaporte». Una respuesta «políticamente correcta» enmarcada dentro del discurso que se ha implantado en el mundo con la pandemia. No hubo ninguna alusión a la libertad de las personas.

Este año los televidentes y la interacción se multiplicaron. Telemundo, uno de los principales canales que emite el concurso en Estados Unidos, utilizó el módulo Flowics Second Screen para crear diferentes gráficos y visualizaciones, incluyendo widgets de votación y soporte para el feed oficial de Twitter.

Ha sido la proyección más interactiva hasta ahora. En el último mes, antes de la transmisión, Telemundo publicitó un programa para votar a través de sus redes sociales y durante espacios de entretenimiento. Además, invitó a los usuarios a votar escaneando un código QR en la pantalla para generar más audiencia.

A través de esta iniciativa, Telemundo logró obtener 15 millones de votos, tres veces más que en 2019. En total, produjo 1,5 millones de acciones globales en plataformas de redes sociales, incluida la aplicación Telemundo, telemundo.com, Facebook, Instagram, Twitter, TikTok, más la transmisión lineal.

Semejante visibilidad resultó ideal para promover una agenda global, no solo en EE. UU., sino en todos los países de habla hispana adonde llega esta señal. Pero no se puede olvidar también que el Miss Universo, junto con los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol, destaca como uno de los programas que llega a más televidentes en distintos rincones del mundo.

Fuente: PanamPost

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