El impuesto al «metegol» es la nueva perversión de los «degenerados fiscales» kirchneristas

MUNDOAGENCIA INTERNACIONAL DE NOTICIASAGENCIA INTERNACIONAL DE NOTICIAS
Metegol

Aunque el Estado Nacional en Argentina terminó con la problemática del déficit fiscal (no subiendo impuestos, sino recortando el gasto), el entusiasmo de la política de la «motosierra» no es compartido por todos los jefes comunales. Varios desean seguir aferrados a la ambición fiscal, aunque queden en «offside» con otros intendentes que siguen los lineamientos del presidente Javier Milei, como Diego Valenzuela de Tres de Febrero.

La municipalidad de General Alvarado (que tiene entre sus distritos a la balnearia Miramar) decidió que los viejos «jueguitos» tienen que pagar una tasa municipal. Entran dentro del desquicio fiscal los arcades (que los veteranos volvemos a encontrar en las ciudades playeras en el verano), las mesas de pool, las calesitas y los viejos metegoles. Sí, usted leyó bien. Si posee una mesa de metegol en cualquier distrito de General Alvarado, usted tiene que pagar un impuesto municipal (discutible la terminología de «tasa» ya que se trata de un impuesto forzoso y ridículo) al intendente.

Mientras que, en temporada baja, los jueguitos pagan 1.750 pesos -lo que ya es un delirio-, cuando viene el verano y llegan los turistas, los gravámenes suben. Cada mesita de metegol pasa a pagar 3.500, mientras que las calesitas pasan a pagar 9.800. De más está decir que los locales o paradores donde se encuentren estos entretenimientos (que muchas veces son solamente complementos para otras actividades) ya pagan todas las tasas municipales. Esto no es más que un impúdico «extra», cortesía del intendente Sebastián Ianantuony y su gobierno local. ¿Hay que aclarar de qué partido es el intendente? Fuerza Patria. Es decir, kirchnerista.

«La creatividad de los intendentes degenerados fiscales no para», lamentó Valenzuela de Tres de Febrero. El intendente de La Libertad Avanza, en diálogo exclusivo con PanAm Post, señaló: «Siguen apareciendo tasas ridículas, sin una contraprestación y que gravan actividades sin ninguna justificación».

En la opinión del jefe comunal del oficialismo, los intendentes que actúan como el de General Alvarado, «cobrando tasa a los jueguitos infantiles, o tantos municipios, donde se cobran tasas ridículas, se carga el combustible, se inventan extras en la tasa de seguridad e higiene o se imponen tasas dentro de los espacios públicos, ya no saben que inventar para sostener el gasto público».

Vale resaltar que esta «inflación burocrática» de tasas y trámites tiene más complicaciones que las meramente económicas para los negocios. Mientras se piden más requisitos, más papeles y hay más cosas alcanzadas por estos tributos, los inspectores municipales tienen más posibilidades de encontrar a los comerciantes con algún tipo de infracción. Muchas veces, por no estar pagando cuestiones que, a simple vista, tienen un costo irrisorio, pero que luego generan multas y trámites innecesarios. En esos casos, muchos inspectores municipales encuentran grandes oportunidades para ofrecerle a sus «víctimas» la salida fácil del problema. Sí… el soborno.

«Desde La Libertad Avanza creemos que menos impuestos en más trabajo. Como venimos haciendo desde Tres de Febrero, ese es el enfoque que hay que llevar a todos los municipios de la provincia», indicó a PanAm Post, el intendente libertario que ya suena como uno de los posibles candidatos a gobernador para suceder a Axel Kicillof.

Fuente: PanamPost

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto