El Consejo de Seguridad de la ONU extendió por un año las sanciones contra los rebeldes hutíes pese a las abstenciones de Rusia y China

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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas resolvió extender hasta el 14 de noviembre de 2026 las sanciones contra las autoridades hutíes de Yemen.

La decisión fue adoptada el viernes, con 13 votos a favor y dos abstenciones de Rusia y China. El movimiento insurgente hutí permanece sancionado por el máximo órgano ejecutivo de la ONU desde hace más de 10 años, tras la toma de la capital, Saná, y la expulsión del gobierno yemení hacia Adén a finales de 2014.

La resolución, aprobada por amplia mayoría, prolonga las sanciones financieras y las restricciones selectivas de viaje a individuos yemeníes designados.

La delegación del Reino Unido, autora de la iniciativa, sostuvo que el objetivo es reforzar la capacidad de control del Consejo y desalentar violaciones al embargo de armas.

 En los últimos meses, los hutíes han efectuado ataques contra la navegación en el mar Rojo en apoyo al pueblo palestino, en el marco del conflicto en Gaza. La votación, no obstante, estuvo marcada por disidencias.

Rusia y China, si bien optaron por abstenerse, expresaron sus reparos. Moscú denunció la presencia de “numerosos pasajes partidistas y desequilibrados” en el texto.

Anna Evstigneeva, enviada adjunta rusa ante la ONU manifestó que el documento refleja “un enfoque altamente politizado” por parte de ciertos Estados occidentales y subrayó la importancia de la participación activa de socios regionales como Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Irán y Omán.

China también manifestó desacuerdo con una propuesta británica presentada poco antes del vencimiento del régimen anterior, que habilitaba la imposición de interdicciones marítimas. El representante chino, Geng Shuang, explicó que la disposición permitiría a Estados miembros inspeccionar buques en el mar Rojo y zonas aledañas por “supuestos motivos razonables”.

Por su parte, Estados Unidos, que apoyó la renovación, expresó su malestar porque el texto aprobado “no profundiza sobre los crecientes vínculos entre los hutíes y organizaciones terroristas de la región”.

Washington puntualizó la ausencia de disposiciones que aseguren “información más explícita sobre el flujo de recursos entre Yemen y Somalia, incluso entre los hutíes y Al Shabaab”, grupo yihadista somalí con el que temen la existencia de conexiones.

Yemen es un escenario de una de las crisis humanitarias más graves de la actualidad desde el estallido del conflicto en 2014, año en el que los hutíes, con apoyo iraní, según la ONU, asumieron el control de gran parte del territorio.

Un año más tarde, Arabia Saudí lideró una coalición militar que emprendió una ofensiva aérea para revertir los avances hutíes, lo que derivó en una escalada devastadora de violencia. El impacto es severo: se contabilizan decenas de miles de yemeníes muertos y más de 14 millones en riesgo de inanición.

      La ofensiva saudí intensificó la violencia y agravó la crisis humanitaria en el país (Reuters)
El embargo de armas a los hutíes y la prevención de transferencias ilícitas de recursos que alimenten el conflicto siguen siendo focos de atención para la comunidad internacional.

(Con información de Europa Press y Reuters)

Fuente: Infobae

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