Nicaragua, próximo régimen golpeado por sanciones comerciales de EEUU

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Trump-Ortega

Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cancelara todos los pagos y subsidios a Colombia, existen señales contundentes de cómo el régimen de Daniel Ortega enrumba a Nicaragua a ser la próxima nación que ingrese, en cualquier momento, a la lista de suspensiones comerciales de la Casa Blanca o enfrente aranceles de hasta 100%.

El tiempo para conocer la determinación de Washington corre. Ya la nación centroamericana figura en una investigación de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), cuyo contenido recalca que el régimen de Ortega viola los derechos humanos, laborales y el Estado de derecho; y que estos abusos son irrazonables y perjudican el comercio estadounidense.

Tras la conclusión filtrada en agosto, Trump evalúa suspender a Nicaragua parcialmente del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos, conocido como DR-Cafta o aumentar de 18 % a 100 % los tributos de forma inmediata o escalonada en un periodo de hasta doce meses, a todos los productos que salen desde el territorio bajo el mando de Daniel Ortega.

Ortega tiene plazo hasta el próximo 19 de noviembre para presentar comentarios ante Estados Unidos. Sin embargo, fuentes consultadas por La Prensa de Nicaragua sostienen que «lamentablemente Daniel Ortega y Rosario Murillo (su esposa y copresidente) no piensan más allá del mañana ni más allá del poder» e incluso subrayan que «nunca han tenido una estrategia económica de mediano plazo».

El precio de la hostilidad
Nicaragua es rehén del sandinismo hostil de Ortega que la encamina de forma casi inevitable a una recesión económica. Varios indicadores lo confirman, entre ellos, la crisis del turismo, la reducción de la inversión y las remesas. Sus caídas sostenidas anticipan un escenario a similar al primer mandato de Ortega en los años 80.

Las estimaciones apuntan a un «impacto fuerte» que conllevarían a un decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que si bien en los últimos años promedió entre 3,8% y 4 %, podría reducirse hasta menos a 1 % si se concretan las nuevas restricciones arancelarias que contraerían el ingreso de 7521 millones de dólares provenientes de las exportaciones hacia Estados Unidos.

Las arcas de Ortega resentirán esa baja a la que se suman la disminución de las remesas, debido a la entrada en vigencia del cobro del 1 % que la administración Trump impuso a estos envíos. Para dar un ejemplo del impacto del ingreso de estos fondos en la economía del país, La Prensa de Nicaragua señala que el año pasado de 5243,10 millones de dólares en remesas que recibió el país, 4340,20 millones de dólares, es decir, alrededor del 80 % del total, fueron enviados por los nicaragüenses que están en Estados Unidos.

Los números son para analizar en Managua si se tiene en cuenta que durante el estallido de la crisis política en Nicaragua, estos ingresos aportaban a la economía al menos 1501 millones de dólares, de los cuales 825 millones vinieron de Estados Unidos.

Sin aliados para maniobrar
Acudir a aliados estratégicos como China y Rusia tiene poco sentido hoy para Ortega, a la hora de reemplazar el volumen y las cadenas de suministro hacia Estados Unidos. A casi dos años de vigencia del Tratado de Libre Comercio con China ese mercado sigue absorbiendo alrededor del 1 % de las exportaciones nicaragüenses; mientras que con Rusia, a pesar de años de relaciones, el comercio es casi inexistente.

Buscar mercados en Asia, Medio Oriente, y otras regiones tampoco luce como una opción cuando los textiles de zona franca están integrados directamente a las cadenas de valor de Estados Unidos, lo que hace casi imposible reorientar su destino.

Además, la Inversión Extranjera Directa (IED), según reportes del Banco Central de Nicaragua (BCN), durante el primer semestre de 2024 cerró a la baja, en comparación con el mismo lapso del 2024.

Según el reporte oficial, en el primer semestre del año llegaron al país 1427 millones de dólares en ingresos brutos de IED. El monto representa una caída del 16 % frente a los 1699 millones de dólares recaudados el año pasado, es decir, unos 272 millones de dólares menos.

Los ingresos por el turismo también están con números rojos. En el primer semestre del año el sector generó 224 millones de dólares en ingresos, monto menor en casi 50 millones con relación a los ingresos vistos por turismo en el mismo lapso del año pasado.

Fuente: PanamPost

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