Adiós al “Día del empleado público”, otro privilegio indefendible en Argentina

El próximo viernes será 27 de junio. Debería ser un día laborable en Argentina, pero no. El kirchnerismo, entre tantas barbaridades que hizo, decretó que en esta fecha no todos irán a trabajar. Los argentinos en el sector privado, y que financian todo el gasto público, sí deben hacerlo. Sin embargo, quienes se desempeñan en el Estado —hasta ahora— tenían un feriado más, como si no hubieran demasiados.

¿Qué se conmemoraba anteriormente? El ‘Día del empleado público’, otro de los delirios sucedidos con toda impunidad en el país hasta estos días, donde se van quitando los privilegios de la única forma posible: de a uno, en el marco de un enfrentamiento entre el proyecto reformista del gobierno y la resistencia corporativa, la cual no está dispuesta a perder sus privilegios.

A dos días de la fecha en cuestión, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó que Javier Milei firmará el decreto en las próximas horas para poner fin al impúdico feriado prebendario.

“A través de un decretoque se va a firmar en las próximas horas, el Presidente eliminará la jornada no laborable correspondiente al Día del Empleado Público”, aseguró el portavoz.

En su conferencia matutina con la prensa, Adorni aseguró que esta medida “va en consonancia con la concepción del Estado que tiene este Gobierno”. En este sentido, advirtió también que la sociedad usada para rendir culto al “estatismo es cosa del pasado”.

El medio kirchnerista Página/12, al informar de la novedad que resultó un anuncio de mínima justicia para los trabajadores de la economía real, aseguró que la iniciativa se trata de “una nueva provocación” y un “ataque a los trabajadores públicos”.

En diálogo exclusivo con el diputado bonaerense de La Libertad Avanza Guillermo Castello, el legislador señaló que es necesario “recuperar la cultura del trabajo y terminar con los feriados populistas”. En su opinión, la creación legislativa de feriados, asuetos, jornadas no laborables o días de descanso “debe ser claramente excepcional y restrictiva en la medida que conllevan la paralización compulsiva de la administración pública”. También indicó que la medida a ser derogada por el presidente Milei, constituía una “discriminación” hacia los trabajadores del sector privado “que carecen de un día equivalente”.

Fuente: PanamPost