Boric y su hipocresía sin límites: ataca a El Salvador e Israel y calla ante atrocidades de Hamás y Cuba

El presidente de Chile, Gabriel Boric, en el marco de la última cuenta pública de su mandato, no desaprovechó la oportunidad de apuntar estratégicamente contra gobiernos que considera opresores, para justificar en gran medida su política exterior que ha sido objeto de críticas las últimas semanas. De hecho, Israel fue uno de los primeros blancos en recibir los ataques del jefe de Estado, que acusó a la coalición presidida por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de tener un “gobierno genocida” y, por lo cual, pedirá al Legislativo que apruebe una ley de urgencia que prohíba la importación de productos procedentes de esta nación.

Boric no tuvo grises en sus palabras, durante su intervención fue enfático al indicar sus pretensiones, a pesar de que le quedan tan solo ocho meses de mandato: “He instruido a la ministra de Defensa que a la brevedad me presente un plan de diversificación de nuestras relaciones comerciales en materia de defensa que nos permita dejar de depender de la industria israelí en toda área. En este sentido, respaldamos la propuesta adoptada por el Gobierno de España de decretar un embargo de armas al Gobierno de Israel”.

En esa línea discursiva, las políticas de su par salvadoreño, Nayib Bukele, tampoco escaparon de sus dardos. Boric tachó el gobierno del presidente centroamericano como una “deriva autoritaria que tiene a algunos políticos chilenos encandilados”, unas palabras que se dieron a entender como una respuesta —en tono de malcriadez— a las cifras que muestran encuestadoras como el Centro de Análisis de Estudios de Mercado (CADEM), cuyo sondeo en marzo indicó que 46 % de los chilenos consultados que su próximo presidente tenga el “estilo y forma” de Bukele.

Esta no ha sido la única data que coloca a Nayib Bukele por encima de Gabriel Boric en las tierras australes sino la más reciente. Anteriormente, en noviembre de 2024, CADEM también difundió una encuesta donde se evidenciaba que ninguna figura de derecha o izquierda en el país —incluyendo al propio Gabriel Boric— cosechaba un respaldo similar al gobernante salvadoreño, quien obtuvo 81 % de imagen positiva en Chile en esa ocasión.

Ante estos números, Boric solo se limitó a decir que: “Por muy popular que un mandatario sea circunstancialmente, desconocer las reglas democráticas y retroceder en derechos y libertades siempre termina costando caro”.

¿Por qué callar ante los crímenes de Hamás y la dictadura cubana?
Al hacer una radiografía de este discurso, es evidente cómo Boric omitió deliberadamente el detonante de la incursión israelí en Gaza. Esta espiral de violencia comenzó el 7 de octubre de 2023 con la masacre del grupo terrorista Hamás en la que matarían a 1195 personas y secuestrarían a otras 251. Sobre eso hubo un silencio absoluto.

Incluso, el mandatario olvidó mencionar que aún en manos de esta célula paramilitar aún hay 58 rehenes y recientes pronunciamientos del portavoz de Hamás indicaron que 18 de ellos han muerto. Sin embargo, Hamás planea usar los cadáveres —junto a otros secuestrados, de los cuales están 10 vivos— como fichas de canje, con el propósito de sacar a las fuerzas israelíes de la Franja, tal como lo mencionó su portavoz esta semana.

En lugar de cuestionar el proceder de Hamás y sus tácticas para someter al pueblo palestino y hacerlos presa de un enfrentamiento, Boric decide torcerle el brazo a Israel, al retirar todo su cuerpo diplomático militar de la embajada en Tel Aviv, en protesta por la operación militar del Ejército de Israel en Gaza.

“El Gobierno de Chile informa que, el día de hoy, nuestra embajada en Israel ha notificado a las autoridades de ese país el retiro de los agregados militares, de defensa y aéreo, quienes se encontraban desempeñando funciones en nuestra misión en Tel Aviv”, dio a conocer recientemente Cancillería.

El mismo tratamiento de amnesia selectiva ocurrió con la dictadura cubana y la miseria que ha traído la dinastía Castro a la isla por más de seis décadas. Para este contexto no hubo comentarios, a pesar de que desde sus tiempos de campaña presidencial en 2022, Boric caminaba bajo el paraguas de la narrativa en defensa de los derechos humanos.

Sobre este comportamiento solo cabe preguntarse: ¿Por qué?, si es pública y notoria la manera cómo la dictadura que hoy encabeza Miguel Díaz-Canel ha privado de libertades democráticas a todo un país, sin dejar de lado las miles de detenciones a la disidencia, ¿por qué no criticar y hacer frente a un régimen que ha sido prácticamente el arquitecto de la decadencia en naciones como Venezuela y Nicaragua? La respuesta a esto se encuentra dentro de las filas de la coalición que llevó a Boric al poder y aún tiene peso para opinar.

De acuerdo con reportes de Ex-Ante, las fricciones con el Partido Comunista estuvieron a la orden del día, marcadas principalmente por cómo el mandatario chileno se estaba conduciendo con su críticas a Nicaragua y Venezuela, ambos aliados de este espacio político. Sin embargo, el PC fijó su línea roja en el trato del gobierno a Cuba, con quien se mantiene un vínculo sólido hasta nuestros días. De hecho, en la década de los 80 se creó el Frente Patriótico Manuel Rodríguez —una organización guerrillera chilena— bajo el alero de Fidel Castro, así como también se constituyó el PC chileno.

Otro indicio de sus relaciones en las sombras estuvo en la juramentación de Gabriel Boric como presidente. Ni Nicolás Maduro ni Daniel Ortega estuvieron en el evento pero, en contraste, sí lo hizo el canciller cubano Bruno Rodríguez.

La tibieza hacia Putin, otra muestra de sumisión ante el PC
El caso de Cuba y los choques en la coalición entre el Ejecutivo y el PC también se extienden a la invasión rusa en Ucrania. La crítica del presidente chileno a Putin va a contracorriente del apoyo que el partido político le ha ofrecido a Putin. Una prueba de ello fue la ausencia de los comunistas durante la exposición telemática que hizo el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

De la misma forma, el canciller chileno, Alberto van Klaveren, fue consultado acerca del porqué hay una diferencia en el tratamiento a Israel con respecto a Rusia, siendo que la irrupción impulsada por Putin que comenzó en febrero de 2022, ha reportado al menos 12.605 civiles muertos, incluyendo 669 menores de edad y 29.178 heridos, de acuerdo con cifras emitidas por Naciones Unidas.

“La verdad es que no quisiera comparar estas dos situaciones”, respondió Van Klaveren. Al final y al cabo, añadió, “lo que respecta a la red de agregados en el área de Defensa le corresponde evaluar al Ministerio de Defensa”, una explicación poco convincente, considerando que fue el propio Ejecutivo chileno quien se encargó de tomar medidas contra Tel Aviv, pero hasta ahora se ha negado a hacerlo contra el Kremlin, un dato para reflexionar.

Fuente: PanamPost