
Rusia se resiste a un alto el fuego a pesar de recibir el mayor golpe contra su aviación en toda la guerra
MUNDO Andrea Polidura*


Ucrania pensó que, si asestaba el mayor golpe contra la aviación rusa en lo que va de guerra tan solo un día antes de sentarse de nuevo en la mesa de negociaciones, Rusia estaría más dispuesta a aceptar un alto el fuego total de 30 días. Pero, una vez más, no fue así, y de la segunda ronda de conversaciones en Estambul entre Kiev y Moscú tan solo salió un acuerdo para un nuevo intercambio de prisioneros de guerra.


De tener éxito, se trataría del canje más ambicioso de los más de tres años que ya dura la invasión rusa de Ucrania. Ambas partes se comprometieron este lunes, tras unas dos horas de negociaciones, a liberar a todos los prisioneros de guerra heridos o gravemente enfermos, así como a todos los militares cautivos de entre 18 y 25 años. El ministro de Defensa y jefe de la delegación ucraniana, Rustem Umérov, informó, además, de la devolución de los cuerpos de hasta 6.000 soldados caídos en el frente de batalla.
Para poder realizar este intercambio, Moscú propuso un alto el fuego de dos a tres días en «determinadas zonas del frente». Una oferta muy alejada de las pretensiones ucranianas, que buscan apuntalar una tregua total de al menos un mes. Escenario que Rusia trata de evitar mientras prolonga las negociaciones y mantiene su ofensiva en gran parte del este y norte del país invadido. Sin embargo, este domingo recibió un duro e inesperado golpe cuando Kiev lanzó la «Operación Telaraña». Los Servicios de Inteligencia ucranianos (SBU) llevaban un año y medio preparando la ofensiva, y el momento elegido fue en vísperas de la segunda ronda de negociaciones.
Ucrania, gracias a aviones no tripulados ocultos en camiones, logró alcanzar hasta 41 aviones estratégicos rusos en cuatro aeródromos militares distintos y a miles de kilómetros de distancia de la frontera con su país. El jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Vasyl Maliuk, reconoció este lunes que entre los objetivos destruidos se incluyen los bombarderos A-50, Tu-95, Tu-22 M3 y Tu-160. Los Tu-95, Tu-22 y Tu-160 son usados habitualmente por Moscú para lanzar misiles contra el país vecino.
Así, Maliuk confirmó que esta operación fue encomendada por el propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. «Él supervisó personalmente el progreso de la operación especial, que fue preparada por los oficiales del Servicio de Seguridad. El enemigo bombardeaba nuestro Estado casi todas las noches desde estos aviones, y hoy, en realidad, sintió que 'la represalia es inevitable'. El Servicio de Seguridad está haciendo y hará todo lo posible para proteger a Ucrania y para que cesen los bombardeos rusos», zanjó el jefe del Servicio de Seguridad ucraniano.
Zelenski, desde Lituania, donde participó en una cumbre de la Alianza Atlántica, también resaltó la gran ofensiva de sus servicios de Inteligencia, que dejó en evidencia tanto a las defensas como a los servicios de seguridad rusos. «Rusia debe sentir lo que significan las pérdidas. Esto es lo que la impulsará hacia la diplomacia», reafirmó el mandatario ucraniano. Pero, nada más lejos de la realidad, el presidente ruso, Vladimir Putin, no tiene ninguna prisa por firmar la paz en Ucrania ni tampoco por acordar un alto el fuego. Analistas y expertos militares advierten de que el Ejército ruso se prepara para una gran ofensiva en verano.
El presidente ucraniano ya denunció la semana pasada que Moscú está concentrando más de 50.000 soldados cerca de la región ucraniana de Sumi, en el noroeste del país, donde pretende crear una «zona tapón». Este lunes, desde Vilna, alertó, además, de una posible incursión desde Bielorrusia, como al inicio de la invasión, en febrero de 2022. Aun así, Kiev insiste en la diplomacia y ha propuesto una reunión trilateral entre Zelenski, Putin y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entre el 20 y el 30 de junio. Rusia, por ahora, ha ignorado la oferta.
Aun con todo, la 'Operación Telaraña' no parece haber enturbiado la segunda ronda de conversaciones entre las delegaciones de ambos países. En general, los equipos se mostraron satisfechos. El Kremlin finalmente entregó, durante el encuentro, su memorándum con condiciones maximalistas para un alto el fuego que Kiev exigía recibir antes de la cita. Ucrania ya hizo llegar sus exigencias la semana pasada. La agencia de noticias rusa Tass hizo público el documento, donde el Kremlin pide entre otras cosas, la celebración de elecciones en Ucrania, el reconocimiento internacional de las regiones anexionadas o el repliegue de fuerzas ucranianas. Por su parte, el ministro de Defensa ucraniano se limitó a decir que su país se tomará una semana para analizar el texto y decidir cuáles serán sus siguientes pasos.
*Para El Debate
