
Cómo se prepara el chavismo para seguir exprimiendo PDVSA después del 27 de mayo
MUNDO



La cuenta regresiva para los negocios petroleros a manos del chavismo está a punto de llegar a su fin. Falta casi un mes para que venzan las licencias que habían sido otorgadas por Estados Unidos a empresas como Chevron. Por eso, el régimen de Nicolás Maduro busca formas alternas de seguir garantizando los ingresos de PDVSA. Una de estas es ofrecer un nuevo tipo de crudo a países de Asia –incluyendo China– y Europa para evitar el colapso de las exportaciones.


Todo se debe a las nuevas sanciones del gobierno estadounidense de Donald Trump por la negativa de Maduro a recibir vuelos de deportación con indocumentados y presuntos criminales que han cometido delitos en el país norteamericano. La Administración republicana decidió entonces responder estableciendo como fecha límite el 27 de mayo para que empresa petroleras internacionales terminen sus negocios con PDVSA. El chavismo, como era de esperarse, busca otros caminos para seguir financiándose con los llamados petrodólares.
Lo cierto es que esta hoja de ruta está trazada desde mucho antes, posiblemente previendo acciones de la Administración Trump. En los últimos meses, PDVSA “ha aumentado la producción y el almacenamiento de Blend 22”, indica un reporte de Reuters. De hecho, el informe agrega que “los dos primeros cargamentos de exportación de Blend 22 fueron asignados a la francesa Maurel & Prom desde el puerto de La Salina, en el estado occidental de Zulia, como parte de un canje por nafta pesada entregado a PDVSA este mes que fue autorizado desde el año pasado por una licencia estadounidense”.
Los buques de Chevron se alejan de Venezuela
Aún vendiendo barriles del crudo medio Blend 22 es muy probable que las exportaciones de PDVSA caigan a partir del 27 de mayo. En 2024 aumentaron 10,5 % por las concesiones que hizo la Administración de Joe Biden. Para un régimen que vio el declive de PDVSA, producto de años de corrupción, el porcentaje representó un alivio. El promedio entonces marcó unos 772.000 barriles diarios, el más alto desde 2019.
Sin embargo, ahora las cosas son diferentes. El gobierno de Trump comunicó a las empresas Chevron, Repsol, Eni, entre otras, y al magnate Harry Sargeant III, que tienen hasta el 27 de mayo para poner fin a sus operaciones en Venezuela. Sin mencionar el arancel secundario de 25 % a los países que compren petróleo venezolano, lo que asfixia aún más al régimen.
El exhorto fue escuchado. Por eso los buques que Chevron había destinado para los negocios con el régimen de Maduro ahora “se están comercializando para contratos al contado en otros lugares”, de acuerdo con otro reporte de la agencia de noticias. Adicionalmente, estaba pendiente la devolución –por parte de la petrolera estadounidense– de un millón de barriles de petróleo cargados en barcos. Pero hasta este 23 de abril el petrolero Dubai Attraction, fletado por Chevron, “que terminó de cargar unos 300.000 barriles de crudo venezolano Boscan, todavía estaba esperando la documentación aduanera para devolver su carga”.
Pese a la fecha límite fijada por la Administración Trump para el 27 de mayo, hay empresas que están buscando “mecanismos” para no perder acceso al petróleo venezolano. Por ejemplo, Josu Jon Imaz, consejero delegado de la petrolera española Repsol, afirmó que mantiene un “diálogo abierto y fluido” con la Casa Blanca con el objetivo de explorar alternativas que les permitan continuar operando en Venezuela.
Mientras tanto, el chavismo activa estrategias para intentar seguir exprimiendo lo poco que aún produce PDVSA, que para 1998 producía más de tres millones de barriles diarios.
Fuente: PanamPost
