Solo el 30% de los cargos directivos en España están ocupados por mujeres: “La cultura sigue privilegiando el liderazgo masculino”

No es un muro ni una puerta cerrada. Ni siquiera se puede tocar. El techo de cristal es esa barrera invisible e infranqueable que sigue frenando a muchas mujeres en su camino hacia los puestos de liderazgo. Aunque las leyes de paridad avanzan y los discursos sobre igualdad están muy presentes, la realidad es otra: el poder continúa teniendo rostro de hombre. En España, ellos ocupan el 70% de los cargos directivos, mientras que las mujeres apenas alcanzan el 30%. Y un dato curioso: hay más directivos llamados José o Juan que mujeres directivas en total, según un estudio de Cvapp que analizó casi 4.000 perfiles de LinkedIn.

De acuerdo con María Pilar Calvo, representante de la asociación WomenCEO, la “cultura” tiene mucho que ver en esto, ya que “se sigue privilegiando el liderazgo masculino”. También influyen “los estereotipos de género, que condicionan la evaluación y posibilidades de hombres y mujeres”, añade. Según el Estudio de Clima Empresarial de la Cámara de Comercio de España, el 34,4% de las empresas del país carece de mujeres en su equipo directivo, y únicamente el 8,2% está liderado exclusivamente por mujeres.

Además, Calvo especifica que “la mujer hasta ahora ha sido menos visible”, y que actualmente “la sociedad está haciéndose eco de la necesidad de dar más visibilidad a la mujer profesional, tanto en la cuestión de las funciones que esta puede asumir como en el tema de la remuneración que merece su trabajo”.

Calvo también recalca que “el liderazgo de las mujeres bien ejercido consigue aumentar la productividad, incrementar el compromiso y la colaboración del personal”. Asimismo, afirma que “el que no se cuente con ellas hace que las organizaciones carezcan en gran medida de estas ventajas”.

La desigualdad no es igual en todos los sectores
 
Sin embargo, la desigualdad en los altos cargos no afecta a todos los sectores de igual manera. Según el último estudio de InfoJobs, en el sector primario e industrial, el 40% de las compañías tienen menos de un 5% de mujeres en cargos directivos, mientras que solo un 11% logra una mayoría femenina en estos puestos. Por otro lado, en sectores como el tecnológico o el de servicios, la tendencia es al revés y una de cada tres empresas cuenta con más de la mitad de mujeres en roles de dirección.

Más allá de estas diferencias, el tamaño de la empresa influye en la desigualdad de género en los altos cargos. En el 38% de las microempresas hay escasa presencia femenina en la dirección. No obstante, en otro 33% las mujeres ya ocupan más del 50% de los cargos directivos en los pequeños negocios. En compañías medianas y grandes, la representación femenina en la alta dirección es aún menor, con solo un 15% y un 13% respectivamente.

En el caso de las empresas familiares, persiste la idea de que el compromiso y la dedicación como CEO es mayor en los hombres, según Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions, que asegura que esto se puede deber a tres factores. El primero, “el retroceso que se dio durante y tras la pandemia en ciertos aspectos paritarios”, además de “los efectos de la maternidad tardía en el ámbito laboral” y un “mayor conservadurismo en la sociedad fruto del auge de movimientos de ultraderecha”.

Un estudio de la consultora revela que, dentro del entorno familiar, las mujeres aún enfrentan más obstáculos que los hombres, tanto dentro de la empresa familiar como en su entorno laboral en general, especialmente para acceder a puestos de liderazgo. De acuerdo con Agustín —que también cree que esto se debe a un “tema cultural, consecuencia directa de una sociedad patriarcal”—, el cambio “no depende tanto de medidas o estrategias”. “Se trata de que, con el tiempo, se eduque a las nuevas generaciones en favor de un cambio de mentalidad y de que se den a conocer casos de éxito liderados por mujeres, para que sirvan de ejemplo y modelo al resto”, explica el presidente de Family Business Solutions. Igualmente, argumenta que, para las posiciones de CEO, “en grandes compañías se acepta con relativa normalidad porque prima la meritocracia”, pero que en las pequeñas y medianas empresas “sigue presente la creencia de que el tiempo de dedicación y el compromiso como CEO es mayor en los hombres”.

Sobre este sector, desde WomenCEO, Calvo afirma que, aunque hasta ahora la mujer tenía un papel más pasivo en la empresa familiar, “ahora reclama una participación activa y quiere llegar a puestos de dirección y gobierno”. Por ello, la propia entidad debe “legitimar a las mujeres en sus funciones, dándoles herramientas que sean necesarias para poder desempeñar su cargo de forma óptima y exigiendo el respeto del resto de la organización”.

La Ley de Paridad, ¿qué impacto tendrá en las empresas?
Con el propósito de impulsar la presencia de mujeres en la dirección de las empresas, el Gobierno aprobó en agosto de 2024 una nueva Ley de Paridad, que determina que los consejos de administración de las empresas cotizadas y grandes entidades deben garantizar un equilibrio entre hombres y mujeres. Así, la norma exige que al menos el 40% de los miembros de estos órganos sean mujeres.

Además, la ley obliga a las empresas a aplicar criterios de selección equitativos para evitar sesgos en la contratación de directivos, e impone requisitos de transparencia. Por esto, las compañías cotizadas deben publicar en sus informes de sostenibilidad el porcentaje de mujeres en sus órganos de dirección.

Para evitar que alguna entidad se salte la normativa, se prevén sanciones para aquellas que no alcancen los porcentajes fijados en los plazos correspondientes. En el caso de las grandes empresas, la paridad deberá cumplirse antes de junio de 2026, mientras que el resto de sociedades cotizadas tendrán hasta 2027 para adaptarse.

El sueldo medio de las mujeres en España es un 16% inferior al de los hombres y todavía existe brecha salarial.
El 41,3 % de las consejeras son mujeres, pero solo el 12,1 % ocupan la presidencia
En cuanto a la representación femenina en los consejos de administración de las empresas que componen el Ibex 35, en 2024 se produjo un aumento de hasta el 39,2%, casi dos puntos más que en 2023, según los datos registrados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, el año pasado, por primera vez, el Ibex 35 superó el umbral de paridad en sus consejos de administración, aunque solo en términos de presencia de mujeres y no en los puestos directivos.

A pesar de que en los últimos años la participación de mujeres en estos órganos ha crecido significativamente, pasando de menos del 20% en 2016 a cerca del 40% en 2024, la diferencia según el nivel de responsabilidad aún se nota: mientras que el 41,3% de consejeras son mujeres, solo el 12,1% ocupan alguna presidencia en estos consejos.

En relación con esto, Ricardo Agustín, de Family Business Solutions, sostiene que en los consejos de administración “sigue siendo mayormente aceptada la presencia de mujeres, debido a las políticas de paridad emprendidas por muchas compañías”.

En el ámbito de la Unión Europea, España está 5,6 puntos por encima del promedio en cuanto a la presencia de mujeres en los consejos de administración. Con este avance, el país se posiciona en el quinto puesto a nivel comunitario, solo por detrás de Francia, Italia, Dinamarca y Países Bajos, según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género. Aunque España se acerca al objetivo del 40% de representación femenina fijado por la UE, el reto sigue siendo lograr una presencia equitativa en los puestos de mayor responsabilidad.

Fuente: Infobae