El kirchnerismo recibió la peor dosis de su propia medicina: la realpolitik también está en el Gobierno de Milei

Las jugadas políticas y el pragmatismo para conseguir objetivos siempre fueron reivindicados por el kirchnerismo como la realpolitik. Algo ni siquiera considerado como un mal necesario por parte del peronismo, sino visto para ellos incluso como un arte.

Durante la campaña, cuando Javier Milei comenzó a perfilarse como un candidato con posibilidades, el kirchnerismo se mostró incluso más soberbio y aseguró que, de llegar a la Presidencia, el libertario fracasaría de manera estrepitosa. Justamente, la falta de esa realpolitik, de un mundo tan alejado al líder de La Libertad Avanza, era para el cristinismo (especialista en la materia) su talón de Aquiles  y lo llevaría a la insustentabilidad en materia de gobernanza.

Sin embargo, la llegada al poder, la necesidad de supervivencia política en los dos primeros años de minoría parlamentaria y el equipo que pudo consolidar el presidente, sorprendió a propios y ajenos. Los propios debieron bajar el nivel de sommeliers antipolítica (al menos para cruzar el desierto legislativo hasta octubre) y los ajenos optaron por ver cómo el oficialismo les gana sistemáticamente en su campo de juego.

Esta tarde, según las firmas que estaban y el dictamen en el recinto, la oposición tenía los votos para crear una comisión investigadora del escándalo de la criptomoneda Libra. Sin embargo, luego de los trámites legislativos y un breve debate, al momento de la pizarra hubo sorpresa: los votos estipulados para permitir las indagaciones desaparecieron y se mostraron en rojo en el monitor. Faltó uno para llegar a los dos tercios.

Con el presidente en los Estados Unidos, el oficialismo se las arregló para conseguir los 23 porotos necesarios y el kirchnerismo quedó masticando bronca. Ahora, si la estrategia legislativa para conseguir los votos hubiera sido de ellos, estarían vanagloriándose de su manejo de la realpolitik.

Cuando el radical Víctor Zimmermann fue consultado por la prensa sobre el “cambio de voto”, el senador de la UCR, respondió tranquilamente: “No es un cambio de voto”. En este sentido, señaló que él estuvo de acuerdo en llevar el debate al recinto, por eso firmó el dictamen, pero luego se posicionó en contra del proyecto porque el kirchnerismo habría querido imponer sus términos.

Desde las redes sociales, la platea oficialista volvió a celebrar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien ha conseguido verdaderos “milagros” durante esta primera etapa de gobierno de La Libertad Avanza.

Fuente: PanamPost