Corea del Sur: detuvieron al destituido presidente Yoon Suk Yeol

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El depuesto presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, fue detenido este miércoles para ser interrogado acerca de su fallida declaración de la ley marcial a principios de diciembre. El arresto se produjo tras un prolongado asedio a su residencia en Seúl, donde se encontraba atrincherado desde que impuso el estado de excepción, una decisión que justificó como necesaria para "defender la democracia". Yoon quedó inhabilitado el pasado 14 de diciembre por el Parlamento, cuando salió adelante la moción puesta en marcha por la oposición tras la ley marcial declarada por el presidente.

El dirigente conservador sumió al país en su peor crisis en décadas al suspender el orden civil y enviar al ejército a la Asamblea Nacional la noche del 3 de diciembre, acusando a la oposición, que tiene mayoría parlamentaria, de actuar como "fuerzas pronorcoreanas". La medida fue derogada horas después por el Parlamento, que logró ingresar al recinto ante la reticencia de las fuerzas de seguridad. A raíz de esto, Yoon fue suspendido mediante una moción de destitución aprobada por el propio Parlamento, y se abrió una investigación en su contra por los crímenes de insurrección y abuso de poder.

Allanamiento y fuerte despliegue policial
Antes del amanecer, unos 3.200 efectivos policiales y decenas de oficiales de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) se desplegaron alrededor de la residencia de Yoon en el barrio de Yongsan, en el centro de la capital. Allí, además de la guardia presidencial, los esperaba un grupo de más de seis mil seguidores leales al presidente depuesto, estacionados en los alrededores de la residencia para impedir el ingreso al recinto.

Luego de cinco horas de asedio, cientos de agentes lograron entrar a la residencia sorteando el cordón del Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), que ya había impedido un primer arresto el 3 de enero. Ante el bloqueo del personal de seguridad, los agentes debieron escalar vallas con escaleras de mano o usar caminos alternativos para llegar al edificio principal, ubicado en la cima de una colina.

Finalmente Yoon fue detenido a las 10:33 horas, después de que su equipo legal anunciara que accedía a comparecer ante la oficina anticorrupción. Minutos después, el expresidente fue trasladado en un convoy policial a las oficinas de la agencia anticorrupción en Gwacheon, 15 kilómetros al sur de Seúl, donde dio comienzo su interrogación. El mandatario había rechazado convocatorias previas para declarar ante este organismo, lo que motivó la orden de arresto emitida por el tribunal.

"Derecho a guardar silencio"
El depuesto presidente justificó su decisión de entregarse este miércoles como una medida para evitar mayores escaladas de violencia. En un mensaje de video grabado antes de su captura, Yoon afirmó que resolvió acatar la orden de detención "para evitar cualquier desafortunado baño de sangre", aunque calificó la investigación como "ilegal". También reiteró que la implementación de la ley marcial fue un "acto de gobierno" en respuesta a lo que describió como un abuso de poder legislativo.

Tras abandonar su residencia en manos de la policía, Yoon fue llevado a la sede de la CIO, donde se negó a declarar durante las primeras dos horas y media del interrogatorio. "Está ejerciendo su derecho a guardar silencio", explicó un funcionario de la agencia a los medios locales.

Mientras tanto, su perfil oficial en redes sociales publicó una carta manuscrita donde defendía la declaración de la ley marcial, afirmando que "no es un crimen, sino un ejercicio de autoridad presidencial para superar una crisis". En la misma Yoon acusó al sistema electoral de fraude y manipulación e instó a la defensa de la soberanía y valores de Corea del Sur frente a influencias externas.

Segundo intento de captura
 
No es la primera vez que se expide una orden de arresto contra Yoon. El pasado 3 de enero, un primer intento de arresto fue frustrado por cientos de miembros armados del PSS, que forzaron a los investigadores a retirarse. Desde entonces la seguridad de la residencia del expresidente fue reforzada con alambres de púas y barricadas sobre las rutas de acceso.

Antes del amanecer de este miércoles, la tensión continuaba en aumento en la residencia, con los seguidores de Yoon agrupados en la puerta, con la idea de impedir físicamente el acceso al recinto. Justamente en el portón se registraron una serie de enfrentamientos leves, que llevaron a la remoción de los civiles de la zona

Sin embargo, algunos de los concentrados se tumbaron en el suelo para intentar impedir el paso, ondeando banderas de Corea del Sur y Estados Unidos, en protesta por la orden de captura, que consideran ilegal. Según la agencia surcoreana Yonhap, entre los seguidores del mandatario se encontraban una treintena de diputados del partido de Yoon, el Partido del Poder Popular (PPP), que habían acudido a protegerlo a pesar de que el mandatario fue suspendido del partido.

Afortunadamente la policía decidió no portar armas de fuego, aunque sí usaron chalecos antibalas frente a posibles enfrentamientos con el PSS, quienes se mostraron más dispuestos a cooperar en esta ocasión que en el anterior intento. "Hoy prácticamente no hubo enfrentamientos físicos", indicó un agente de la CIO a Yonhap.

Las posibles condenas
Aunque la orden judicial vigente al tiempo de su captura sólo habilita su retención por un máximo de 48 horas, Yoon permanecerá demorado en el Centro de Detención del CIO en Uiwang (parte del Área Capital de Seúl) hasta entonces. En el caso de que el interrogatorio no conduzca a su detención, una nueva autorización de la justicia será necesaria para mantenerlo bajo custodia.

El expresidente es investigado por un supuesto delito de insurrección, el único al que no es inmune un presidente en Corea del Sur. En caso de ser declarado culpable, Yoon, quien tiene prohibido salir del país, podría enfrentar cadena perpetua o incluso la pena capital, aunque esta última tiene una moratoria en Corea del Sur desde hace casi 40 años.

Al igual que sus simpatizantes, el equipo legal de Yoon alegó en todo momento que la orden de captura es ilegal, y que la CIO no tiene la autoridad legítima para llevar a cabo la investigación. El presidente también deberá enfrentarse a otro juicio, iniciado el martes en el Tribunal Constitucional, que debe decidir si ratifica o no la moción de su destitución.

Mientras tanto el Partido Democrático, principal formación opositora, calificó el arresto como "el primer paso hacia la restauración del orden constitucional, la democracia y el Estado de derecho". En su publicación del miércoles, el expresidente volvió a insistir sobre la presunta amenaza de naciones "hostiles" y fraudes electorales contra su gobierno.

Enfrentado con la oposición parlamentaria por cuestiones ligadas al presupuesto, Yoon justificó la implementación de la ley marcial por supuestas amenazas provenientes de Corea del Norte, ligadas a la oposición, así como la presencia de elementos antiestatales en el Sur. Frente a esa decisión de Yoon, el 14 de diciembre el Parlamento surcoreano aprobó su destitución por 204 votos a favor, 85 en contra, tres abstenciones y ocho votos nulos.

Fuente: Página12

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