Monómeros ya tiene posible comprador ante desespero de Maduro por recursos

Mientras el régimen de Nicolás Maduro se prepara para una nueva ronda de sanciones severas y el aislamiento total tras la fraudulenta juramentación del 10 de enero pese a las evidencias que demuestran cómo se robó descaradamente las elecciones, en Colombia ya hay interesados en aprovecharse del desespero de la dictadura chavista por acceso a recursos para quedarse con Monómeros –la empresa estatal petroquímica venezolana con sede en Barranquilla– que ha estado bajo el máximo grado de supervisión de la Superintendencia de Sociedades de Colombia. Y por si fuera poco, el encargado de hacer los enlaces para esta posible negociación es el empresario colombiano que estuvo preso en Estados Unidos por el delito de lavado de activos, Álex Saab, a quien Maduro designó como ministro de Industrias y Producción Nacional. ¿No es este un verdadero acto de traición a la patria?

El candidato colombiano para quedarse con uno de los mayores activos del Estado venezolano en el extranjero es Nitrofert, la empresa de fertilizantes que hasta el momento es el mayor rival de Monómeros en el mercado. La intención de compra la reiteró el CEO de la compañía, Jorge Pacheco, en una entrevista con el diario La República, publicada este miércoles, en la que adelantó que están “desarrollando unas estrategias conjuntas y una debida diligencia de estudios para analizar las posibilidades jurídicas, técnicas, productivas y financieras” que permitan “hacer la compra de ciertos activos tangibles e intangibles del jugador del mercado Monómeros Colombo Venezolanos”.

El mismo monto de la corrupción con los CLAP
Pacheco confesó además una información que dijo en la entrevista era “confidencial”: el encargado de la eventual venta por el lado venezolano es el colombiano Álex Saab. “Sí, de hecho el ministro de Industria fue la persona con la cual nos sentamos y expresamos nuestra intención de compra, precisamente por una preocupación en torno a la crisis que viene”, respondió cuando el periodista le preguntó si se había acercado a Álex Saab. Adicionalmente precisó que la cifra de la operación para la compra de Monómeros es de 350 millones de dólares, de acuerdo con “la aspiración de los vendedores”.

Irónicamente es el mismo monto por el cual Saab estaba a la espera de un juicio en Estados Unidos por una trama de corrupción con el régimen de Nicolás Maduro con el programa gubernamental de distribución de alimentos básicos denominado Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), pero finalmente fue intercambiado por el gobierno de Joe Biden por ciudadanos estadounidenses que tenía tras las rejas la dictadura chavista.

Esta negociación podría incluso concretarse más rápido de lo esperado. Jorge Pacheco adelantó que tiene la “intención de cerrar el negocio muchísimo antes” de junio, cuando se vence la licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) de EE. UU., que permite la comercialización y manejos económicos de la compañía venezolana dentro del territorio colombiano. “Yo no descarto que esa licencia, a través de conversaciones binacionales, pueda ser extendida. Sin embargo, la licencia sí se vence en junio de este año, y nosotros tenemos la intención de cerrar el negocio muchísimo antes de que ese término llegue”, agregó.

Entre la “urgencia” y la traición a la patria
Para el empresario colombiano hay “una urgencia por las condiciones geopolíticas”. El desespero del régimen de Maduro por tener acceso a recursos sería una de estas urgencias por el lado de la dictadura chavista, una debilidad que del lado colombiano se trata de aprovechar sin perder tiempo. “Nosotros hemos expresado claramente con nuestros abogados que están en permanentes comunicaciones, tanto en Estados Unidos con la OFAC, y con las diferentes superintendencias en Colombia, cuál es la tramitología y los requisitos fundamentales para poder analizar el perfeccionamiento del negocio y presentar las respectivas solicitudes de aprobación. En esa fase estamos en este momento, y en el momento oportuno presentaremos ante la SIC y ante la SuperSociedades toda la documentación correspondiente y los planes que tenemos”.

Si bien el régimen chavista no escatima a la hora de imputar el delito de “traición a la patria” a cualquier opositor que se ponga en medio de los planes de la dictadura para aferrarse al poder, no habría mayor traición al país que rematar uno de los mayores activos del Estado venezolano en el extranjero solo para obtener recursos que permitan a la cúpula chavista sobrevivir, dejando además la negociación en manos de un ciudadano cuya nacionalidad de origen no es la venezolana, sino justamente del país que pretende aprovechar el momento para adquirir la compañía.

Fuente: PanamPost