La insólita Venezuela: de la improvisación e ingenuidad a la locura con la cartera azul

AMÉRICA LATINAAgencia 24 NoticiasAgencia 24 Noticias
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Venezuela es el país donde cualquier cosa puede pasar o donde simplemente no pasa nada. Este 10 de enero fue una muestra más de esto. A pesar de haber derrotado a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio por casi 40 puntos de ventaja, la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González no logró cobrar el triunfo conseguido en las urnas hace poco más de cinco meses tras superar todos los obstáculos puestos por la dictadura. Fue una gesta heroica. Eso es indiscutible. Pero no fue suficiente. Tener un plan para hacer respetar la voluntad popular frente a un tirano que se sabía no reconocería la derrota y no entregaría el poder era indispensable. ¿Lo hubo? Tal parece que no. La barbarie y perversidad del régimen nuevamente se impusieron sobre la improvisación e ingenuidad de la oposición. Así se aprecia en los últimos mensajes de Machado y González. El primero, emotivo pero destemplado. El segundo, firme pero iluso.

“Estoy muy cerca de Venezuela. Estoy listo para el ingreso seguro en el momento propicio”, dijo Edmundo González en su rol de “presidente de la República Bolivariana de Venezuela”, como se asume desde este 10 de enero de acuerdo con el mandato de la Constitución. “Como comandante en jefe ordeno al alto mando militar desconocer órdenes ilegales que les sean dadas por quienes confiscan el poder y preparen mis condiciones de seguridad para asumir el cargo de presidente de la República que me confió la soberanía popular (…) a los cuerpos militares y policiales les ordeno el cese de la represión, a las instituciones nacionales les digo: por la paz de la República deben desconocer al régimen ilegítimo que ha pretendido confiscar nuevamente el poder”, dijo González en un video en sus redes sociales tras denunciar que Nicolás Maduro violentó la Constitución y consumó un golpe de Estado.

Con su firmeza y disposición para hacer respetar la voluntad popular mantiene viva la esperanza de quienes esperan un cambio. “Estamos coordinando a todos los factores indispensables para garantizar el retorno pronto a la libertad”, agregó. Sin embargo, demuestra una enorme ingenuidad al pretender que con sus palabras la corrupta cúpula militar que le permitió a Maduro celebrar su fraudulenta juramentación va a cambiar de opinión. Sentarse a esperar el momento propicio para regresar a Venezuela, apostando a un quiebre militar, no es un plan serio y acorde con el monstruo que tiene enfrente, menos cuando la líder de la oposición, quien se encuentra en Caracas, se vio este viernes en una posición de fragilidad. Su condición luego de haber sido interceptada violentamente por el régimen y secuestrada –supuestamente por unos minutos– sigue siendo confusa.

Objetivo pospuesto
El trabajo de María Corina Machado ha sido incuestionable. Lo ha dado todo. Nadie duda que ha puesto en riesgo su propia vida y se desconoce realmente si aún lo está. Sin embargo, el objetivo –por ahora– no se logró. Y es que aunque ella diga en su último video difundido este viernes que “Maduro hoy no se puso la banda en el pecho, se la puso en el tobillo, como un grillete que cada día le apretará más”, esta fecha era “determinante”, según había asegurado ella misma. El 10 de enero marcaba, sin duda, la caducidad tanto para el régimen como para el actual liderazgo opositor, según el resultado de la jornada. Por un lado, al dictador se le acabó la legitimidad y se mantiene en el poder únicamente por la fuerza. Y por el otro, Machado y González están siendo devorados por las expectativas frustradas de la inmensa mayoría de venezolanos que depositó toda su confianza en ellos, quienes terminaron poniendo la vara muy alta para este día haciendo promesas que no estaban en capacidad de cumplir.

El alto costo de elevar las expectativas
Fueron muchas las veces que Edmundo González dijo que este 10 de enero volvería a Caracas para juramentarse, asegurando que no tenía miedo a ser detenido y que ingresaría al país por cualquier vía. Se elevaron al máximo las expectativas, incluso hasta último momento. En su gira por la región se llegó a afirmar que había “una gran sorpresa” que iba a “estremecer al continente”, según palabras del canciller de Panamá, Javier Martínez Acha-Vásquez. Se sumaron varios expresidentes latinoamericanos a la comitiva que supuestamente acompañaría al presidente electo a su toma de posesión este viernes en Caracas. Ni siquiera haberlo intentado tumba los ánimos a más de uno. Que el régimen mandó a cerrar por 72 horas todos los pasos fronterizos y el espacio aéreo para impedir su llegada, que si pisaba suelo venezolano iba a ser detenido y que con el sistema de defensa de misiles antiaéreos podrían atreverse hasta a derribar el avión. Todo eso se sabía. ¿Dónde está la novedad? Si realmente había un plan se debieron haber previsto todas estas posibilidades y haber buscado alternativas.

…y la cartera azul
Ciertamente es injusto cuestionar todo el trabajo que ambos han hecho. Es admirable. Pero frente a una organización criminal como la mafia que preserva por la fuerza el poder en Venezuela no se puede improvisar ni ser ingenuo. Menos cuando hay otros actores que hacen su parte para dinamitar la causa. Y es que resulta por lo menos sospechoso que supuestos opositores se hayan coordinado en las redes sociales para vaticinar con visible regocijo el fracaso de la actual dirigencia opositora, al punto de cooptar a figuras extranjeras con cierto alcance mediático como el actor mexicano que –con escaso éxito– ha incursionado en la política, Eduardo Verástegui. Tampoco aportan seriedad quienes, cegados por las emociones y el activismo, se niegan a reconocer los desaciertos y a hacer las respectivas críticas, engañando a muchos con mensajes totalmente alejados de la realidad y engañándose a sí mismo. Y ni hablar de las teorías conspirativas que sumaron un ingrediente más a la locura con los innecesarios mensajes en clave del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en medio de la incertidumbre y las más insólitas interpretaciones sobre las supuestas señales que habría mandado María Corina con la referencia a su ahora famosa cartera azul.

Fuente: PanamPost

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