¿Llega Gucci a la Argentina? Las marcas que abrirán locales y las que pide la gente

El proceso de estabilización de la economía argentina va haciéndose cada vez más palpable. Hasta los críticos de Javier Milei reconocen aspectos fundamentales como el final de la inflación, la caída del riesgo país y la cotización de los bonos nacionales.

Mientras los empresarios locales van decidiendo inversiones que tenían en carpeta (como el propietario de RapaNui que confirmó su diversificación en el mercado local y su plan de incrementar exponencialmente sus exportaciones), los capitales del mundo también comienzan a ver con buenos ojos la chance argentina. En esta oportunidad, los emprendimientos que podrían desembarcar en el país son para todos los gustos (y bolsillos).

Según trascendió la última semana, la firma italiana Gucci habría registrado su nombre para comenzar a operar en el país. En las redes sociales, los usuarios más “paquetes” ya imaginaron el local por la zona de Recoleta en la Avenida Alvear de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Sin embargo, otras marcas de consumo más popular también encuentran tramitando su posible llegada. Taco Bell, que no había estado antes en el país, ya está trabajando con la consultora Lizan Retailers Advisors, sobre la viabilidad de sus productos de comida rápida en el mercado local y su posible desempeño. Según publicó el diario El Cronista, dos empresas estarían interesadas en adquirir la franquicia para comenzar a operar en Argentina.

Los ansiados retornos
A diferencia de Taco Bell, que podría llegar a probar suerte en cualquier momento, dos marcas líderes que se imponen en el mundo abrieron y cerraron sus puertas en Argentina, tal cual como ocurrió con el insólito caso el Mc Donald’s en Bolivia.

Hablamos de Pizza Hut y de Dunkin´Donuts. Dos clásicos que muchos argentinos eligen a la hora de pasar sus vacaciones en el exterior. Aunque ambas empresas tuvieron su chance en la década del noventa, se encontraron con serias dificultades para imponerse en un mercado local donde ya hay productos competidores, que son clásicos de la gastronomía nacional.

Pizza Hut tuvo dos intentos. Uno más tímido en 1983 y uno más ambicioso a principios de los noventa. Sin embargo, los argentinos nunca la eligieron masivamente como para hacer el negocio rentable. Las pizzas locales, ya sea en sus versiones a la piedra o media masa, siguieron siendo de la preferencia del consumidor local. En 1998 el último local bajó su persiana En el país. “Realmente, no fue una decisión adecuada haber entrado en este negocio”, aseguró en 2010 Juan Navarro, de Exxel Group, firma que estuvo a cargo de la inversión fallida.

1998 también fue el año para otro prematuro final y para el triunfo de otro clásico mercado local. Las clásicas donas estilo norteamericano que había desembarcado a finales de los ochenta en varios países de la región, finalmente sucumbieron ante las imbatibles medialunas (de grasa y de manteca) y los cañoncitos de dulce de leche. Mientras que los consumidores de Chile y Colombia recibieron con beneplácito el bocado preferido de Homero Simpson, en Argentina las facturas de panadería de barrio se impusieron.

¿Volverán por la revancha, ante una nueva juventud globalizada que mira (y quiere) muchos de los productos que ofrece el mundo, pero no Argentina? Por ahora, todos hacen cuentas y evalúan.

Fuente: PanamPost