El chavismo exhibe toda su capacidad de represión e intimidación a 72 horas de la investidura
AMÉRICA LATINAAgencia 24 NoticiasEl chavismo ha desplegado toda su capacidad de represión e intimidación a 72 horas de la toma de posesión. En un país blindado por la policía y los militares, a primera hora del martes fue detenido el yerno de Edmundo González y horas después comenzaron a sobrevolar drones sobre la casa de la madre de María Corina Machado, que se quedó sin electricidad por los cortes de luz aplicados a esa zona. En la puerta de la vivienda de disidentes y críticos se apostaron agentes encapuchados y por todo el país se arrestaron opositores, en un número todavía por determinar. En algunos barrios de Caracas los vecinos han protestado con cacerolazos desde sus balcones. El presidente, Nicolás Maduro, dijo que habían sido detenidos siete extranjeros, supuestos “mercenarios”, que suma a los 125 en poder de las autoridades chavistas en los últimos días. A estas horas, nadie está a salvo en Venezuela.
Maduro se ha pasado casi todo el día en televisión. Su Gobierno ha respondido a todas y cada una de las denuncias de países críticos con lo que está ocurriendo, sobre todo a Estados Unidos. El día anterior, Edmundo González había sido recibido por Joe Biden en el Despacho Oval de la Casa Blanca. El ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio, según las actas cotejadas por organismos internacionales, se fue con la promesa del presidente saliente de que apoyarán su lucha. El entorno de Donald Trump también le ha hecho llegar al opositor, que actúa en buena medida en nombre de María Corina Machado, la política que ha conseguido una movilización masiva para lograr una transición en Venezuela, que le respaldarán de la misma manera una vez que él tome posesión el día 20.
Edmundo González insiste en que estará en Caracas el viernes para juramentar el cargo. El chavismo asegura que le detendrá en cuanto pise suelo venezolano, al igual que a los expresidentes latinoamericanos que quieren acompañarlo. A un riesgo semejante se va a enfrentar María Corina Machado el jueves, cuando tiene planeado liderar un acto de protesta. Machado se dejará ver por primera vez en público después de meses de haber permanecido en un lugar secreto desde el que interactúa a través del teléfono y videollamadas. Diosdado Cabello, ministro de Interior, la ha amenazado de forma directa: “Está deseosa de que la agarren”.
Maduro se ha rodeado en esta nueva crisis política de sus más fieles y radicales, los que no tienen problema en enfrentar un juicio internacional. El propio Maduro ha dicho que está dispuesto a morir antes de hacerse a un lado y considera que debe seguir en el cargo “por voluntad de Dios”, como si hubiera recibido un mandato divino. El Estado venezolano se prepara como si fuera a entrar en combate. El presidente ha añadido en unas declaraciones confusas en las que parece dar a entender que se ha activado un mecanismo de defensa a nivel nacional: “Procedo a firmar una propuesta del general Vladimir Padrino López (ministro de Defensa) a convocar y activar de inmediato el Órgano de Defensa Integral de Venezuela, las ODI, que es el órgano superior a nivel nacional, estadal y parroquial”.
La ola represiva provocó pánico. Los hostigados hicieron pública con fotos y vídeos en redes sociales la presión a la que están siendo sometidos. El pánico derivó en indignación: en barriadas de Caracas se registraron cacerolazos, según testigos consultados por teléfono. La policía acudió a esos lugares para frenar la protesta. Los ciudadanos se quejaban por asuntos como la detención, a plena luz del día, de Rafael Tudares, yerno de Edmundo. Lo bajaron de una camioneta, en la que viajaba junto a sus hijos camino del colegio, y se lo llevaron. Todavía no se sabe nada de su paradero. Tampoco del de Carlos Correa, director de una ONG que defiende a los periodistas —Correa también tiene nacionalidad española—. Las autoridades han dicho que el viernes la prensa no podrá retransmitir en vivo la toma de posesión y sus equipos electrónicos serán “chequeados”. A última hora del día se conoció la detención de Enrique Márquez, un opositor moderado que siempre había abogado por una salida negociada para el chavismo, lo que le había valido las críticas de los antichavistas más radicales.
Con las condiciones actuales resulta muy improbable que Edmundo González tome posesión. Él y personas de su entorno ya hablan de que ocurrirá “más temprano que tarde”, dando a entender que el hecho de que Maduro se enfunde la banda no será el final del movimiento opositor. La noche del martes llegó a Ciudad de Panamá, donde este miércoles participará en un evento con el presidente de ese país y un número importante de líderes latinoamericanos que le apoyan, los mismos que dicen que viajarán a Caracas de ser necesario. A día de hoy, no se conoce cuáles son los planes últimos de Edmundo, seguramente por razones de seguridad obvias.
En cualquier caso, la oposición asegura que ejecutará algo más que un acto simbólico. Eso deja espacio para la especulación. Maduro ha dicho que nadie le va a erosionar con una guerra psicológica. Durante años el chavismo ha aplicado lo que se conoce como psicoterror, un ejercicio de intimidación verbal y mental sumado al real. Hay quien dice que los opositores, de tanto sufrirlo, han aprendido el truco y lo devuelven como un bumerán. En el ambiente flota una sensación de momento definitorio. El mundo se mantiene a la expectativa de lo que va a ocurrir el viernes.
Fuente: El País