“Paz mediante la fuerza”: por qué Trump puede ser el nuevo Reagan en la Guerra Fría con China
EE.UUAgencia 24 NoticiasLa campaña presidencial de Donald Trump para 2024 estuvo marcada por una estrategia que rememora los pilares de la exitosa candidatura de Ronald Reagan en 1980. Según un análisis de Niall Ferguson publicado en Foreign Affairs, los lemas de Reagan como “Paz mediante la fuerza” y “¿Está mejor hoy de lo que estaba hace cuatro años?”, resuenan en el enfoque de Trump, junto con la frase “Make America Great Again”, utilizada originalmente por Reagan en su discurso de aceptación de la candidatura republicana hace más de cuatro décadas.
A pesar de las diferencias de personalidad entre ambos líderes –Reagan era conocido por su estilo optimista y afable, mientras que Trump es descrito como combativo y polarizador–, el paralelismo entre sus estrategias políticas y prioridades no pasa desapercibido. Reagan, enfrentando una Unión Soviética expansionista, combinó un aumento significativo en el gasto de defensa con un enfoque de negociación estratégica, logrando acuerdos clave de desarme nuclear con el líder soviético Mijaíl Gorbachov. Trump, por su parte, busca abordar la creciente rivalidad con China, que ha escalado hacia lo que muchos describen como una “segunda Guerra Fría”.
En su primer mandato, Trump implementó una estrategia de contención hacia China mediante una guerra comercial y tecnológica. Para su posible segundo mandato, plantea intensificar la presión inicial con medidas más contundentes antes de negociar un “gran acuerdo”, similar al enfoque adoptado por Reagan con la Unión Soviética. “Hay momentos en los que hay que ser agresivo, pero también hay momentos para negociar,” escribe Trump en su libro The Art of the Deal, destacando la importancia de combinar fuerza inicial con negociación estratégica.
“La rivalidad entre Estados Unidos y China se describe como una ‘segunda Guerra Fría’, un tema clave en esta campaña política.”
Contextos económicos y políticos contrastantes
A pesar de las similitudes estratégicas, las circunstancias económicas y políticas de Reagan y Trump difieren significativamente. Cuando Reagan asumió la presidencia en 1981, enfrentó una inflación de 12,6 %, un desempleo del 7,5 % y tasas de interés elevadas. En contraste, la economía de 2024 presenta una inflación del 2,6 %, desempleo del 4,1 % y una tasa de interés federal del 4,83 %. Además, mientras Reagan enfrentaba el desafío del comunismo soviético, Trump debe lidiar con un eje de rivales liderado por China, junto con Rusia, Irán y Corea del Norte, que cooperan abiertamente en el ámbito militar y económico.
En el ámbito doméstico, Trump, al igual que Reagan, ha prometido reducir el tamaño del gobierno federal, extender recortes fiscales y aplicar reformas económicas orientadas a la oferta. Sin embargo, las diferencias ideológicas son claras: Reagan favorecía el libre comercio, mientras que Trump impulsa un proteccionismo más agresivo, incluyendo la propuesta de un arancel universal de hasta el 20 % para las importaciones y un arancel del 60 % para los bienes provenientes de China.
Prioridades en política exterior
En política exterior, las comparaciones entre Trump y Reagan se centran en su disposición para combinar acciones militares con negociaciones. Reagan inició su mandato intensificando la carrera armamentista y adoptando medidas contundentes contra el expansionismo soviético, pero finalmente se convirtió en un negociador clave que llevó a importantes acuerdos de desarme. De manera similar, Trump planea adoptar un enfoque agresivo en sus primeros años para luego buscar un acuerdo con Xi Jinping, líder de China.
La situación en Asia Oriental, particularmente alrededor de Taiwán, representa el mayor riesgo para la paz mundial en esta “nueva Guerra Fría”. Según Foreign Affairs, Trump podría buscar restablecer un consenso similar al de los años 70 sobre Taiwán, que combine el reconocimiento de “una sola China" con el compromiso de proteger la autonomía de facto de la isla. Este enfoque, sin embargo, dependerá de que Estados Unidos recupere una posición de fuerza antes de negociar.
“La estabilidad en Asia Oriental, especialmente en torno a Taiwán, es clave para evitar un conflicto global.”
Críticas y desafíos internos
A pesar de las similitudes estratégicas con Reagan, Trump enfrenta críticas por la selección de algunos de sus candidatos a altos cargos, como Kash Patel para el FBI y Tulsi Gabbard para la Dirección Nacional de Inteligencia, ambos considerados figuras controvertidas. Esto contrasta con los nombramientos iniciales de Reagan, como James Baker o Caspar Weinberger, que eran vistos como referentes de estabilidad y profesionalismo.
Además, las políticas económicas de Trump, incluidas las medidas proteccionistas y los recortes fiscales, han sido objeto de advertencias por parte de 23 economistas galardonados con el Premio Nobel, quienes señalan que podrían aumentar los déficits y la desigualdad. Sin embargo, algunos expertos argumentan que Trump podría generar desinflación mediante precios más bajos del petróleo y un mercado laboral enfriado.
Un legado por construir
El análisis concluye que, al igual que Reagan, Trump podría buscar transformar su legado mediante el éxito en política exterior. Aunque Reagan fue inicialmente ridiculizado por sus detractores, logró acuerdos históricos que llevaron al fin de la Guerra Fría, consolidando su reputación como un líder transformador. Trump, según el artículo, parece aspirar a replicar esa trayectoria, enfrentando desafíos tanto en el frente doméstico como en el internacional.
Sin embargo, con conflictos activos en Ucrania y Oriente Medio, tensiones crecientes con China y la fragilidad de las relaciones internacionales, queda por verse si el enfoque de Trump podrá lograr la estabilidad y los acuerdos necesarios para evitar una escalada hacia una guerra global.
Fuente: Infobae