¿Por qué los argentinos empatizaron con un hombre que mató a otro por la música?

Algo extraño tiene que haber para que buena parte de la sociedad argentina termine empatizando más con un jubilado que mató a un hombre de cuarenta años —padre de una nena de seis— en el marco de una discusión sobre el volumen de la música, que con la víctima mortal.

En términos generales, siempre la tendencia popular lleva a ponerse del lado de la víctima, cuestionando al agresor. Sin embargo, a pesar de que un expolicía ultimó a una persona desarmada, en lo que hasta el momento era solo una pelea verbal, evidentemente, un número no menor de los argentinos no ubica al “bueno” y al “malo” en el clásico lugar que los pone, por ejemplo, ante un asalto o un homicidio más.

Esto deja en evidencia un hartazgo general ante situaciones de problemáticas domésticas usuales, en los barrios o, incluso, en los mismos edificios. Por los comentarios que se vieron en las redes sociales, no son pocas las personas que viven lidiando con problemáticas que no encuentran una adecuada resolución de conflictos.

Muchas veces, los vecinos conviven con personas problemáticas, las que incrementan su nivel de virulencia cuando son denunciadas a la policía. Todos conocemos casos de personas que hasta vendieron su propiedad, perdiendo importantes sumas de dinero, para alejarse de algún vecino que no tiene ningún interés en convivir en marcos mínimos de civilidad con el resto de las personas.

Cuando hay denuncias de violencia, no existen los mecanismos para separar a los elementos hostiles, por lo que, luego de llamar a la policía o establecer una demanda, lo único que suele suceder es que se incremente la violencia y la hostilidad. “No podemos hacer nada”, suelen decir los policías o los funcionarios judiciales, que saben que, una vez que se retiren del lugar, todo escalará para peor.

Por eso, mucha gente no toma cartas en el asunto y comienza a vivir en situaciones de estrés permanente.

Esta situación hizo que no solo personas anónimas o desconocidas emitan su opinión en defensa del expolicía de 74 años que le terminó disparando al vecino. Personajes de la política ya han salido a pedir la liberación inmediata del detenido, que podría enfrentar hasta 25 años de cárcel. Claro que por la edad que tiene Rafael Moreno actualmente, ya estaría en condiciones de solicitar la prisión domiciliaria. Varios personajes públicos, como el abogado Francisco Onetto, tampoco tuvieron reparo en expresar su posición, cuestionando la actitud de los vecinos molestos.

Más allá de estas posiciones sobre el hecho coyuntural, es urgente avanzar en mecanismos eficientes de resolución de conflictos y poder crear las herramientas para proteger a los vecinos de elementos hostiles. De no hacerlo, muchísimos argentinos seguirán viviendo en condiciones imposibles y, eventualmente, volverán a ocurrir estos hechos trágicos y lamentables.

Fuente: PanamPost