¿Por qué el voto hispano podría ser crucial para definir la elección en Estados Unidos?

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Los latinos se han convertido en el grupo de mayor crecimiento racial desde las últimas elecciones en Estados Unidos y ya han superado a los negros en cantidad de electores para estos comicios: más de 36 millones de hispanos están habilitados para votar,
representando, de esta forma, el 15% del electorado.

Si bien se trata de un segmento poblacional históricamente demócrata, el trumpismo ha avanzado notablemente en los últimos años. ¿Qué podemos esperar, entonces, de los hispanos en estos comicios y por qué el voto latino podría resultar crucial para definir la
elección?

A esta altura de los acontecimientos, probablemente el lector sepa que el ganador de la elección estadounidense no se define por voto popular sino mediante el Colegio Electoral. Básicamente, cada estado tiene una determinada cantidad de electores en base a la cantidad de población que allí reside, y el candidato que gana en ese estado (así sea por un mínimo margen), se lleva todos los votos electorales de ese distrito. En total hay 538 votos electorales en juego repartidos entre los 50 estados. El candidato que llega a 270 gana la elección.

Ahora bien, se preguntará qué tiene que ver el sistema de Colegio Electoral con el análisis del voto latino para esta elección. El tema es el siguiente: la mayoría de los estados (43 de ellos) ya están pintados de rojo (color que representa al Partido Republicano) o azul (Partido Demócrata). En otras palabras, según viene votando de manera constante y sistemática un determinado estado, ya se sabe de antemano quién muy probablemente se llevará los votos electorales de ese distrito. Por eso, poco importa la performance de la comunidad hispana (por más numerosa que sea) en todos esos estados.

En otras palabras, en prácticamente todos estos casos, el votante hispano tiende a votar de la misma manera que lo hace la comunidad nativa del estado en cuestión. Por ejemplo, en California residen 15 millones de hispanos que representan el 40% total de la población. Se descarta que la mayoría de los latinos de allí, al igual que los residentes en general del estado, votarán por Kamala Harris. De forma análoga, en Texas viven 11 millones de latinos (que también representan el 40% de la población) y se descarta que en ese estado ganará Donald Trump.

Es por ello que la importancia del voto latino (que puede resultar crucial para esta elección) radica en el comportamiento que tendrá este segmento poblacional en los siete estados indecisos o pendulares, siendo que en algunos casos, representan una significativa
proporción de los votantes totales.

Veamos qué pasa entonces con los hispanos de Arizona, Nevada, Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Los números que se citarán a continuación corresponden a la encuesta publicada el 2 de noviembre por Atlas Intel, la encuestadora
que se acercó más al resultado final en las elecciones de 2020.

En Arizona (11 votos electorales), la población latina ha adquirido cada vez más protagonismo y hoy representa un tercio del electorado (es uno de los estados de Estados Unidos con mayor proporción hispana). Si bien anteriormente se ha inclinado más hacia el lado demócrata, en el último tiempo el Partido Republicano ha ganado terreno. Al estar cerca de la frontera, la predominancia mexicana es significativa. Los números de Atlas Intel le están dando 50% a Trump y 48.6% a Harris.

Algo similar ocurre con su vecina Nevada (6 votos electorales), donde la población mexicana se concentra sobre todo en áreas como Las Vegas y Reno, aunque en los últimos años ha sumado también comunidades de origen centroamericano (salvadoreños y guatemaltecos), sudamericano (colombianos y peruanos) y puertorriqueños. En total, los hispanos representan el 30% del electorado. Según la encuesta de Atlas Intel, Trump obtendría 49,3% frente al 48,2% de Harris.

En la costa este, Georgia (16 votos electorales) tiene una población latina más diversa en comparación con Arizona y Nevada, y en proporción no tan significativa (es el 10% de la población). Aunque los latinos de origen mexicano son la mayoría, también hay un número considerable de personas de origen centroamericano y sudamericano, y en menor medida caribeños. Georgia es considerado un estado más bien conservador, sin embargo, en las últimas elecciones ha ido virando hacia los liberales (progresistas). Esto se vio reflejado sobre todo en los comicios de 2020 y podría repetirse este año ya que Harris estaría ganando en este segmento con el 47,9% frente al 43,4% que cosecharía Trump.

La comunidad latina en Carolina del Norte (16 votos electorales) está compuesta predominantemente por personas de origen mexicano, lo que refleja un patrón similar al de otros estados del sur de Estados Unidos. Sin embargo, en el último tiempo se ha visto un aumento en la población de origen centroamericano (hondureños, guatemaltecos, etc.). La participación latina en la población general es similar a la de Georgia (10% del total), sin embargo, en una carrera tan disputada como la actual, su voto podría resultar fundamental.

En este caso, Trump ganaría entre los votantes latinos con el 49,9%, en tanto Harris alcanzaría el 47%. En el caso de Pensilvania (19 votos electorales), los latinos se encuentran fuertemente concentrados en Filadelfia y otras ciudades grandes (como Allentown) y sus respectivos suburbios. Sin embargo, la participación hispana en la población total es de apenas el 8%.

Siguiendo la tendencia de estas áreas en general, los latinos de allí -con una marcada concentración de boricuas- se inclinan hacia el Partido Demócrata. Según los números de Atlas Intel, aquí se impondría cómodamente Harris sobre Trump: 59,2% vs 37,2%. En Wisconsin (10 votos electorales) la población hispana también representa el 8% aproximadamente del electorado total. Al igual que otros estados del medio oeste de Estados Unidos, la gran mayoría de la población latina es de origen mexicano. Aquí ganaría
también sin problemas Harris 76,1% vs 23,9%.

Por último queda Michigan (15 votos electorales) en donde, al igual que su vecino, la población latina es predominantemente mexicana, aunque también tiene una comunidad puertorriqueña notable, especialmente en Detroit y otras áreas urbanas. Allí Harris vencería a Trump 58,8% vs 41,2%.

A la luz de estos números se puede observar que el voto latino jugará un rol crucial en Arizona y Nevada, donde representa un tercio del electorado. Allí habría buenas noticias para Trump. Ya con menos peso relativo, aparecen los otros dos estados del Cinturón del
Sol: Georgia y Carolina del Norte, donde los hispanos representan 1 de cada 10 votantes.

En el primer caso ganaría Harris, y en el segundo Trump. Por último quedan los tres estados del Cinturón del Óxido (Pensilvania, Wisconsin y Michigan), en donde el voto latino es proporcionalmente menos significativo y en donde estaría ganando -en este segmento-, y en algunos casos cómodamente, la candidata demócrata.

Cabe aclarar que para Atlas Intel, en los siete estados en disputa estaría arriba Donald Trump en el voto general, con diferencias significativas en Arizona (+6,5) y Nevada (5,5+), más modestamente en Carolina del Norte (+3,4) y Georgia (+2,5), y estrechamente en Pensilvania (+1,8), Michigan (1,5+) y Wisconsin (+1,0).

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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