Estoy deprimido y desolado, creo que como todo español bien nacido, por la gigantesca catástrofe que se ha cernido sobre la comunidad valenciana.
En primer lugar, todo mi apoyo a las personas que han sufrido y sufren la pérdida de familiares y amigos, así como de bienes materiales, casas, coches, puestos de trabajo, etc.
Se me encoge el alma cada vez que veo las imágenes dantescas de lo sucedido.
Unas reflexiones sobre los hechos, y lo que está por ver, a vuelapluma:
El fracaso del estado autonómico, que es incapaz de afrontar los problemas, sobre todo si son gigantescos, como el que nos ocupa.
El desastre de la AEMET, que al parecer fue incapaz de prever lo que se nos venía encima, con trompas de hasta 500 litros de agua por metro cuadrado, parece ser que con el satélite sobre la comunidad averiado, o fuera de servicio, etc.
La incompetencia, mala fe o dejadez del régimen totalitario sanchista, tan ocupado y preocupado por defender a una particular, Begoña Gómez, y por promocionarla en la India, como si de una “emperatriz” se tratare, que no tiene tiempo para lo realmente importante, y para lo que les pagamos el sueldo: el bien común, y el bienestar de los españoles.
(Y digo de los españoles, no de los millones de extranjeros que entran a mansalva, sin freno ni cortapisa alguna, y a gastos pagados. ¿Cómo no van a venir…?).
Un régimen autoritario, que no tuvo empacho alguno en encerrarnos en nuestras casas durante tres meses, arruinando de paso la actividad económica, declarando un “estado de alarma”, previsto en el art. 116 de la Constitución, pero que en realidad no fue tal, sino un “estado de excepción”, vista la restricción de una buena parte de nuestros derechos fundamentales, al ponernos a todos en prisión provisional domiciliaria, comunicada y sin fianza.
Ahora, en cambio, ante una situación realmente alarmante, y que afecta al interés general de toda una comunidad autónoma, no han querido adoptar medida alguna, de las que les faculta la Constitución, no sé si por incompetencia, o, más bien, por mala fe.
Al fin y al cabo, han debido de pensar, el gobierno valenciano es pepero, y cuanto peor les vaya, mejor para nosotros…
Solo se han salvado, como casi siempre, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, nuestros Ejércitos y la población civil que ha acudido, con las herramientas y utensilios que han podido, a socorres a las víctimas, llevarles alimentos.
Esa juventud solidaria nos demuestra que todavía quedan personas sanas, y que no todo está perdido en España, a Dios gracias.
Y esas diputaciones provinciales y ayuntamientos, que tan bien exprimen nuestro dinero, a base de impuestos, tasas y gravámenes, ¿a qué se dedican…?
Por último, mi gratitud a los gobiernos extranjeros, como Francia, que ha ofrecido su ayuda, y el “pequeño” Marlaska la ha rechazado, él sabrá porqué.
Supongo que obedeciendo órdenes de la Moncloa.
O los gobiernos hermanos de Argentina y El Salvador, que también han ofrecido su ayuda, desconociendo cual ha sido la contestación de España, aunque me temo que también negativa.
¡Claro, son gobiernos fachas, y con ellos no queremos saber nada!
Al régimen sanchista solo le gusta relacionarse con países comunistas, y estos suelen estar en la miseria y, además, no son solidarios con nadie.
Fuente: PanamPost